Cuando volví a abrir mis ojos, Freddie ya no estaba a mi lado, tenía un leve rastro de lágrimas secas y un poco de baba.
Me levanté, somnoliento y a pasos torpes recorrí el pasillo dirigiéndome a la cocina, pero me quedo estático al escuchar extraños ruidos provenientes del baño, voy hasta allá, y la puerta está entreabierta.
Veo a Freddie vomitando en el retrete, así que me acerco a el muy preocupado y tomo con suavidad su cabello mientras el sigue vomitando.
Duele verlo en éste estado, ¿qué tal si es alguna enfermedad grave? Me moriría si algo le pasara.
–Tranquilo cariño, ya pasa, no te preocupes, shh. –Intenté tranquilizarlo mientras acariciaba su espalda.
Cuando termina, lo ayudo a levantarse y a enjuagarse el rostro y la boca, tiene los ojos rojos y cristalizados, siento mi corazón retorcerse.
–¿Freddie, qué te ocurre? –Pregunté con un hilo de voz.
–No lo sé. –Tomó mis manos entre las suyas y me sonrió de lado– Pero estaré bien, John, no tienes que preocuparte, ¿está bien?
No estaba muy seguro de sus palabras pero decidí dejar el tema por el momento.
–Está bien. –Un pequeñísimo temblor comenzó en mi cuerpo– Freddie yo, creo que te amo.
–Yo también creo que te amo, John, pero ¿ésto es un poco apresurado aún no crees?
Me dolió pero era obvio que tenía razón.
–Mh, sí tienes razón.
Sus brazos rodearon mi cuello, aspiré su aroma a alcohol y colonia y correspondí su abrazo.
Después de eso desayunamos, aunque Freddie seguía un poco descompuesto, lo cual me preocupaba.
Me estaba por ir cuando no pude resistirme y dije:
–Hey. –Tragué saliva– ¿Estás seguro de que estarás bien? Si te pasa algo me llamas inmediatamente, ¿está bien?
Me acarició el rostro cariñosamente y luego soltó una pequeña risita.
–Por supuesto, cariño, ya verás que no es nada.
Sentía en el fondo de su mirada nerviosismo y puede que incluso un poco de miedo, pero otra vez, decidí restarle importancia. Le di un beso de despedida, le aseguré que volvería al día siguiente cuando saliera de la escuela y me marché a mi departamento.
***********
Estaba en mi habitación, recostado en la cama mirando hacia el techo. Había puesto un vinilo de Elvis Presley en el tocadiscos y me hundía en su voz, aunque no podía dejar de carcomerme la consciencia el hecho de que algo ocurría con la persona que más amaba y no podía hacer nada, ¡porque no me quiere decir qué es lo que pasa! Me sentía impotente y ese sentimiento era una de las cosas que más odiaba. Sabía que Freddie me estaba ocultando algo y eso no me gustaba para nada, pero de todos modos, hasta que hubiera razones de fuerza mayor, no lo iba a presionar a que me contara algo que lo haría sentir incómodo, o peor de lo que ya se encuentra.
Escuchó el leve sonido del teléfono de la sala de estar sonar y vuelo desde mi recámara hasta allí.
–¿Si?
–¡Richard! ¿Cómo estás, bebé?
Era mi madre.
–¡Oh hola mamá! Estoy bien, ¿y tú?
–Bien, sabes, creo que el jueves iré a visitarte, voy de paso porque tengo que ir a otra ciudad por trabajo.
Mamá vivía en Liverpool y yo había decidido independizarme el año pasado, y terminé en Londres. Pude entrar en el colegio que estoy ahora por mis altas calificaciones y conocí a mis mejores amigos: Cabeza de Escoba (Roger) y Verónica.
–¡Genial! –Lo pensé un poco– Te tengo que contar algo importante cuando vengas, mamá.
–Ya me pusiste los pelos de punta Richard, más te vale que te estés comportando bien allí, ¿me oíste?
"No te imaginas."
–¡Mamá! No me regañes.
–Mmh, ok, debo colgar cariño, nos vemos el jueves, te quiero.
–Bien mamá, yo también te quiero, adiós.
–Adiós Rich.
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Rayitos de Sol (Deacury)
FanfictionUna historia de amor. Quiero aclarar que en esta historia no va a haber esa clase de escenitas de celos excesivamente tóxicos, va a ser un amor (con inseguridades y errores y dramas por supuesto, porque nada es perfecto) sano.