Capítulo 12

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Dedicado a PaulinaJMV

La semana ya había pasado, ya puedo hablar y moverme por la habitación sin que me duela demasiado, Freddie está muy contento por mi progreso. También llamé a mi mamá para disculparme por no haberle contado del embarazo de Freddie antes, pero reacciona muy bien, lo que me tranquiliza por sobremanera.

Luego de que me dijeran que haga reposo por un par de días, me dejan ir a casa, Freddie me acompaña y se queda unas horas conmigo.

Me prepara el almuerzo y me hace saber que la próxima cita con el obstetra es en 3 semanas y que ahí le harán la primera ecografía. Cuando me lo contó ya estaba que trepaba las paredes del nerviosismo.

–¡¿En serio?! ¡Por dios Freddie, me lo hubieras dicho antes!

–¡Se me olvidó, John! ¡Ya cálmate!

Me pega en la nuca y hace que me calle.

–¡Podrías haberme callado con un beso o algo! –Exclamo indignado, el se ríe de mí.

–No hubiera sido tan divertido, John.

Bufo molesto y el me da un pequeño beso en los labios y cuando está a punto de separarse, tomo su nuca con mi mano y se lo impido, haciendo más profundo el beso. Muerdo su labio inferior y el gime protestando y yo aprovecho para adentrar mi lengua en su boca.

Comienza una guerra entre nuestras lenguas para ver quien domina el beso, y yo gano. Cuando nos separamos aún nos une un pequeño hilo de saliva, alzo mi cara y dejo un suave beso en su frente, el vuelve a cerrar los ojos y me abraza.

–Te extrañé tanto, John, estaba muy preocupado, yo no sé qué haría sin ti. –Sus ojos se cristalizan mientras me observa.

–Sh, tranquilo, ya estoy aquí, no me iré a ningún lado, Freddie. –Le susurro, él suspira y toma mi camisa con fuerza, como si fuera a desaparecer en cualquier momento. Con mis brazos rodeo con fuerza su cuerpo y con la misma fuerza cierro mis ojos, quisiera estar toda la vida así.

Pero de repente una sensación muy peculiar hace que me aparte. Miro hacia abajo y la pequeña panza de Freddie ya estaba más grande. Me quedo estático mirando ese pequeño bulto donde crece un nuevo ser, producto de nuestro amor. Miro eufórico a Freddie y el dirige su mirada hacia abajo y luego a mi cara, con un rostro de confusión.

–¡Es que lo sentí, Freddie! ¡Tu estómago y el bebé están más grandes! ¡Estoy tan feliz! –Tomo su cuello y comienzo a repartir besos por todo su rostro, lleno de felicidad. Luego bajo mi cara a la altura de su pancita donde también reparto muchos besos. Freddie ríe contento.

Lo llevo a mi habitación, nos acostamos en mi cama y lo abrazo, pero ésta vez acunando su cuerpo en mis brazos suavemente, como si Freddie fuera a romperse en cualquier segundo.

No me doy cuenta cuando Freddie se duerme, pongo algunos mechones tras su oreja y después de quién sabe cuánto tiempo me duermo yo, feliz y en paz.

Rayitos de Sol (Deacury)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora