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El día que la próxima llamada llegó, Harry había investigado sobre los posibles "Louis Tomlinson" en facebook. Con el número de característica de la ciudad, él filtró esa información en las casillas de búsqueda y se redujo a un sólo Louis Tomlinson y a algunos otros Louis de otros apellidos.
—Hola.—Harry acomodó su postura y se puso serio.
—Buen día, mi nombre es Harry Styles. ¿En que la puedo ayudar?
Tenía sueño, quería bostezar y estirar todos sus músculos. Era viernes, un viernes de una larguísima semana y sólo le quedaban cuarenta minutos de servicio en el call center. Zayn ya había terminado y Niall tenía unas ojeras que le indicaban que no estaría de humor si quiera para irse juntos a tomar el autobús para irse a casa.
—Perdón, eh, ¿James?
Harry suspiró. No era novedad que olviden su nombre. —Harry. ¿En qué la puedo ayudar?
—Hasta donde sé tengo lápiz, no saca puntas.—Harry no evitó la carcajada, después de todo, los que se encargaban de verificar la calidad, estaban de vacaciones.— En todo caso sería, "¿En qué LO puedo ayudar?", si no le molesta la corrección, eh ¿Jeremy?
—Harry. —repitió. —Muy bien, señor, entonces ¿En qué le ayudo?
Estaba ahora mismo sonriendo, sonriéndole a la pantalla en cuanto vio el número y apellido de la línea.
Había pensado en eso, en cómo ese desconocido le hizo sonreír más de una vez con tontos llamados. En cómo aún se tomaba la molestia de llamar, con el único objetivo de hacerle reír.
—Tengo un problema con mi teléfono celular. No envía mensajes de texto, tampoco puedo llamar...
—¿Probó verificando su crédito?
Del otro lado de la línea se oyó un "Ooh". Harry recordó el ojiazul de la foto del perfil que vio, y se lo imaginó haciendo alguna mueca tonta, tal como en la foto en la que estaba con unas chicas.
—¿Y bien?— preguntó.
—Me acabo de ruborizar, sabes, Harry.
Con una suave risa, respondió: —Está bien, Louis. Es un error común.
Tuvo el impulso de alejarse los auriculares por el chillido que se oyó del otro lado de la línea.
—Recordó mi nombre, Dios. —los susurros intentaban ser disimulados y no oídos por el rizado pero Harry llegó a escuchar y sonreír como tonto.
—¿Algo más en que pueda ayudarle?
—Ehm, ehh. —Louis estaba dudando. —No, no. Adiós. Digo, hasta luego, Harry.
—Gracias por su tiempo, tenga un buen día.
Y la llamada finalizó.
Y pensó, ¿qué daño habría en mandar una solicitud al chico? Pero al re-pensarlo fue cómo "Quedaré muy acosador" pero no evitó el escribir el número de línea, en un papel pequeño que guardó en su jean y esperó a casa para llamar desde su número personal.
En cuanto llegó a su departamento, tiró su abrigo y mochila a cualquier lado y corrió a donde su teléfono estaba para llamar al número que aún estaba en su bolsillo. Sólo rogaba que atienda él y no alguien más de la casa porque no sabría cómo abordar la situación en ese caso.
Tomando el teléfono inalámbrico, se tiró de lleno en su cama. Marcó el número, con las manos sudándole y espero a que atendieran. Luego de tres tonos, una aguda y suave voz saludó diciéndole "Holis". Él ni se molestó en reprimir la risa y respondió de igual forma. Se oía que era una niña.