Después de ese día quedamos unas cuantas veces más antes del verano, cuatro en concreto:
La primera vez fue en la gavia. Me alisé el pelo y me puse una camisa de tirantes rosa monísima. Él se puso su chaqueta gris, mi favorita. Dimos una vuelta larga por todo el centro comercial; fuimos a los recreativos, al cine 4D, salimos un rato fuera... y me regaló el libro de divergente, mi película favorita.
La segunda vez fuimos al xanadú a esquiar. Hicimos carreras, saltamos por la rampa... en el telesilla me daba la mano y me sonreía, como si fuera un sueño y que en cualquier momento se iba a despertar.
-Nuria -me dijo una vez al oído. Me giré y no tuve tiempo de reaccionar, mis labios se encontraron con los suyos en un dulce y cálido beso al lado de toda la fría nueve del xanadú.
La tercera vez vino a mi pueblo a verme bailar; era fin de curso e iba a bailar en el auditorio diez bailes. No tuvimos mucho tiempo para nosotros pero me hizo mucha ilusión porque conoció a mis amigas.
La cuarta y última fue la mejor. Nos fuimos al parque Europa. Jugamos al mini golf, vimos los monumentos, me tiré por la tirolina y por último fuimos al otro lado del parque, donde está la torre Eiffel. Nunca olvidaré todos los besos que me dio y todas las veces que me dijo que me quería bajo esa torre. Ese día fue perfecto, 19 de Junio, pero lo único malo es que no nos volveríamos a ver hasta el 19 de Agosto.
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La Fuerza del Destino
RomanceA veces es increíble como se solucionan las cosas. Cuando piensas que todo está mal y de repente aparece un poco de luz en algún rincón de tu alma…