Pues se ha acabado el Verano

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Esas dos semanas superaron mis sueños, todos, era todo increíble, era todo un sueño.

Siempre que podíamos subíamos a la terraza del noveno para estar un rato a solas. Por las noches a veces salíamos y otras nos quedábamos en la urbanización. Era todo impresionante y podría haber vivido así siempre pero el día domingo 31 de Agosto tuve que volver a mi pueblo, yo y todos pero antes de eso todavía nos quedaban casi dos semanas de estar juntos. Fuimos al parque de atracciones, hicimos una fiesta pijama, celebramos el cumple de una chica de allí, montamos en catamaran... y muchísimas cosas mas. Los veranos siempre son todos increíbles allí, cada verano supera al anterior y el siguiente al anterior, y así siempre.

Los últimos días fueron durísimos:

El viernes ya se fueron dos hermanos a los que conocí el primer año también y que les tengo muchísimo cariño, eran un chico y una chica. Desde ahí ya eran todo lágrimas, me di cuenta de que había acabado el verano, de que había ya mucha gente que no estaba allí, pasaba por sus casas y los recuerdos me invadían la mente y las lágrimas salían de los ojos. Quedábamos muy poquitos; tres hermanas súper simpáticas, cariñosas, graciosas... una de mi edad, otra dos años menos y otra de nueve años, ellas también se iban el domingo. También quedaban Rubén, un amigo nuestro también de allí que se había quedado en su casa, dos niños pequeños vascos y una chica del extranjero con la que nos comunicábamos en ingles.

Las hermanas estaban en su casa, Rubén, su amigo y los peques estaban jugando a la Xbox, la chica estaba en su casa y yo estaba sola, lo necesitaba, en mi casa abrazada a la almohada y con los ojos rojos. Cuando fui a mi casa intenté aguantarme un poco las lágrimas al pasar por casa de Rubén pero en seguida él notó que no estaba bien y a los cinco minutos estaba en mi casa. Me sequé las lágrimas como pude pero tenía los ojos rojos.

-¿Has estado llorando? -me preguntó.

-Pues para serte sincera acabo de secarme las lágrimas.

-¿Qué te pasa?

-El verano... se está acabando, ya se han ido casi todos y solo quedan dos días para irnos, pasado mañana ya nos vamos.

Me abrazó y rompí otra vez a llorar. Cuando nos separamos estuvo varios segundos mirándome a los ojos.

-Pues se ha acabado el verano -me dijo, y esas palabras me atormentaron toda la noche, lo que quedaba del verano, no quería separarme de él, otra vez no.

Todo lo veía negro, todo negativo, era uno de mis muchos días depres. Fui al baño para secarme las lágrimas un poco y cuando fui a salir él me taponó la puerta y no podía salir, me dio media vuelta para así verme cara a cara con el espejo y vi a una chica morena, un poco despeinada y con los ojos rojos de tanto llorar.

-¿Ves esa chica de ahí? -me dijo. -¿Cómo es?

-Pues no se, ¿cómo es? -respondí con una sonrisita dibujada.

-Es muy...

-¿Fea?

-No... -me dijo sonriendo y sujetándome bien fuerte por la cintura obligándome a mirarme al espejo. -Es muy...

-Fea -solté con una pequeña carcajada.

- Venga, repite conmigo: "Soy muy guapa"

- Soy muy guapa.

-"Muy, muy guapa."

-Muy, muy guapa.

-"Preciosa"

-Preciosa jajaja.

Después de eso me giró para mirarle a el a los ojos y me dio el beso mas cálido posible.

-Alégrate ¿vale?, hazlo por  mi.

-Vale, por ti...

La Fuerza del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora