Fiestas con mis amigas

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El domingo llegó rápido y yo estaba ilusionadísima, Ruben por fin iba a conocer a mis amigas de las que tanto le había hablado. Creía que todo iría perfecto pero me decepcionaron muchísimo, no me esperaba eso.

Salí de casa por la mañana, comí por ahí con mis padres y unos amigos suyos y a las seis me fui con mis amigas. Íbamos todas con la ropa de peña; el peto blanco pintado y la camiseta roja de tirantes conjuntada con una camiseta corta de rayas. Rubi vino a las siete, y ahí empezaron los desprecios.

Me mandó un mensaje de que ya había aparcado, era la primera vez que estaba en mi pueblo y estaba ansiosa por ir con él, pero estaba unas calles mas abajo y una de mis mejores amigas me dijo que pasaba de bajar hasta ahí por verle a él, pero es que se supone que no tenía que bajar por él, tenía que bajar por mi, porque era un día muy especial y se supone que las amigas hacen lo que sea. Bueno, el caso es que me acompañaron dos amigas. Cuando le vi, como de costumbre, le abracé con todas mis fuerzas sin intención de soltarle pero tenía que presentarle a las dos que me habían acompañado. Cuando llegamos a donde estaban las demás fue como si no pasara nada especial, pasaron completamente, me sentía fatal porque le había hablado maravillas de ellas, pero claro, cuando se trata de algo que me importa nadie se molesta en mover un solo dedo o en mostrar el mínimo entusiasmo, aunque sea finjido. "Da igual, nada ni nadie podrá arruinarme este día" pensé, pero me equivocaba y mucho.

Estábamos en un parquecito al lado de una rotonda, estaba todo lleno de gente y se oía musica por todos los lados, las fiestas habían comenzado, pero para mi no con muy buen pie.

Nos fuimos a dar una vuelta y mi intención era aprovechar a tope ses día pero no podía ni darle la mano porque las graciosillas de mis amigas nos llamaban "los osos amorosos" y para colmo luego vino otra chica que me cae fatal que se puso superborde sin nisiquiera tener motivos.

Hay que decir que algunas se portaron bien, como son, sin creerse guay por hacer sentir como una mierda a los demás, y se lo agradezco. También es verdad que ese día Rubén estuvo un poco cortado y las paridas que decía eran chicas pero estaba nervioso, no sabia que hacer, no nos lo ponían nada fácil.

Luego vino el concierto, un grupo tocaba en la plaza y eso se llenó fácilmente. Nos cogimos un buen sitio él, yo y una amiga mía y las demás por sus narices que se fueron a la zona del botellón, seguían demostrando desprecio, o al menos eso me parecía.

Ya me cansé y me fui un rato con los padres a las gradas, eso al menos me alegró un poco el día pero a la media hora se fue, como siempre pasa, típico, me ilusiono durante días y nos separamos en cuestión de minutos, no es justo.

Ahora lo pienso y tendría que haberle dado muchísimos mas besos, abrazos, caricias, sin miedo a que nadie comentara, y aunque recuerdo el día con cariño, me dolió por parte de mus amigas, porque las quiero muchísimo, eso que no falte que son unas divas todas pero hay veces que las cosas duelen y mucho.

La Fuerza del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora