Visitando a Slughorn
—Ve a bañarte, el profesor Dumbledore llegará pronto— le dijo Severus a Harry mientras se detenía. Hoy solo estaban usando el maniquí dentro de la sala de entrenamiento en Prince Manor, ya que no quería arriesgarse a que Dumbledore llegara temprano y los atrapara. Sabía que Dumbledore tenía curiosidad acerca de cómo estaba tratando a Harry, había sido interrogado sobre eso a menudo. Como siempre, sin embargo, Severus solo arrugó la nariz y soltó un gruñido sobre él. Fue suficiente para satisfacer a Dumbledore, enfureció a Severus saber que le habían dado a Harry para que hiciera al niño miserable. Pensar que solo hace unos años se hubiera deleitado en tener el control completo de Harry. Lo habría tratado con desdicha, le daba vergüenza admitirlo, pero desafortunadamente Severus no era perfecto. Podría mentir y decir que hizo lo que hizo únicamente por sus deberes como espía. pero sería una falsedad. Lo había hecho debido a las acciones del padre de Harry durante sus años de infancia y, por una pequeña parte, sus deberes.
—Está bien. ¿Seguro que no sabes lo que está planeando?— Harry preguntó con cautela. ¿Estaba siendo enviado a Grimmauld Place? O peor, los Weasleys? Él todavía amaba al resto de ellos, pero con Ron solo estaba... molesto. Ya no era el chico que alguna vez fue, tan desesperado por tener amigos que aceptaría a alguien que estaba constantemente celoso de él. No, había encontrado buenos amigos que no hicieron lo que Dumbledore les dijo que hicieran. Neville se había mantenido en contacto con él, Luna también había llegado a eso. Sabía que Dumbledore le había pedido a Neville que no se pusiera en contacto con él, se lo había dicho en su primera carta. Había estado extremadamente enojado por aprender eso.
—No tengo idea— respondió Severus impasible. Estaba tan preocupado como Harry, probablemente más. Dumbledore estaba tramando algo, ¿Primero el Horrocrux, y ahora él quería "pedir prestado" a Harry? Definitivamente algo estaba pasando. Como espía no le gustaba no saberlo todo, para Severus podría ser la diferencia entre sobrevivir y morir.
—Ve— dijo bruscamente. De lo contrario iba a llegar tarde.
Harry simplemente asintió antes de salir de la sala de entrenamiento.
—Deja tu segunda varita en tu habitación— lo llamó Severus mientras corría escaleras arriba hacia su habitación. El tono de voz indicaba que Severus no estaba contento con tener que decirle esto. Simplemente no podían arriesgarse a que Dumbledore lo descubriera, si lo hacía, había pocas dudas de que se daría cuenta de lo que habían estado haciendo. Aunque mejor enterarse del entrenamiento que del hecho de que habían estado persiguiendo Horrocruxes y habían logrado destruir a algunos. Era obvio que Dumbledore no iba a contarles sobre su existencia. Podía entender que a la Orden no se le había dicho, pero Severus creía, en el fondo, que algunos de ellos deberían saber.
Severus cerró y cerró mágicamente la puerta de la sala de entrenamiento, y bajó las escaleras, listo para la llegada de Dumbledore. Harry había dominado con éxito el hechizo Fiendfyre. Esperemos que alivie su preocupación por el Inferi. Sacudió la cabeza, habían pasado tantas cosas en el último año o así, a menudo se preguntaba cómo se sentía Harry al respecto.
Exactamente en el momento en que dijo que aparecería, Dumbledore atravesó el Floo, sus túnicas multicolores chocaron terriblemente con el resto de la habitación. Severus notó que Dumbledore parecía agotado, eso fue lo que consiguió el viejo tonto por no dejar que otros se enteraran de su secreto. A menudo se preguntaba por las reacciones de Dumbledore si le contaba sobre los Horrocruxes que ya habían destruido.
—Albus— Severus dijo suavemente, su rostro sin emoción mientras miraba al hombre que ciertamente le había dado una segunda oportunidad. Si uno pudiera llamarlo así. Hizo más por el viejo tonto de lo que recibió a cambio.
