Giro inesperado de los eventos
—¡Harry!— Gritó Neville corriendo hacia él, su rostro era una imagen de preocupación. Se había estado volviendo loco cuando no había visto ningun piel o cabello suyo o de Malfoy en toda la tarde. Ya era hora de cenar, y él acababa de dirigirse al Gran Comedor. Aliviado más allá de la creencia, se detuvo frente a él y comenzó a disparar preguntas. —¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Dónde has estado? ¿No te han expulsado? ¿Lo tienes?—
—Mantenlo abajo— dijo Harry moviéndose a sí mismo ya Neville a uno de los huecos y colocando un hechizo silenciador.
—¿No lo hicieron ellos?— Preguntó Neville preocupado.
—Solo dicen que el duelo no está permitido... puedes usarlo para salir de él— Lo que habían estado haciendo era luchar como los muggles, y técnicamente no era una regla en Hogwarts, ya que la gente no tendía a resolver disputas con La violenta lucha muggle.
Harry sonrió irónicamente
—¿En serio crees que Dumbledore me haría expulsar?— Preguntó mirando a Neville con una mirada que decía —no seas estúpido—
—Bueno... no— dijo Neville tímidamente, —¿Pero qué pasó? El profesor Flitwick parecía listo para explotar cuando recogió una caja azul—
—Cogí a Malfoy usando la imperius maldición— dijo Harry, con el rostro oscuro y furioso, como le dijo a Neville. No era feliz en absoluto, pero desafortunadamente no se sorprendió. —Como de costumbre, Dumbledore lo está barriendo debajo de la maldita alfombra, todo lo que consiguió el bastardo fue la detención y el uso restringido de su varita—
—¡Estás bromeando!— Ahogó Neville con los ojos desorbitados, ¿había usado algo imperdonable y se estaba saliendo con la suya? ¡Eso fue simplemente increíble! ¿A Dumbledore no le importaba la seguridad del estudiante? Por el aspecto de las cosas, no podía dar dos gritos, no es de extrañar que Harry estuviera furioso.
—¿Qué más pasó?—
—Él le estaba pidiendo a Rosmerta que pusiera la maldición Imperius sobre Luna, que le diera a Dumbledore la caja que encontró el profesor Flitwick. No estoy seguro de qué era exactamente, pero debió de ser malo, el profesor quería destruirlo— dijo Harry sombríamente. —Lo perdí después de eso. Por eso quería que regresaras a Luna a la escuela, y no la dejes sola— No estaba seguro de si Malfoy estaba actuando solo. Parecía que lo estaba, pero Harry nunca confiaría en él tan lejos como pudiera tirarlo. No le importaba lo que Severus dijera, o estaba decidido a quedarse con sus armas.
—¿No podría Rosmerta presentar cargos?— Preguntó Neville sentado en el borde de la ventana. Mirando furiosamente a la escuela, tuvo que detenerse a sí mismo cazando a Malfoy y haciendo un Harry. Luna era su novia. La idea de que algo le sucediera era intolerable. Había perdido a sus padres antes de conocerlos, no quería perder a Luna también.
—Aparentemente ella no recuerda— dijo Harry con suspicacia.
—Conveniente, pero todos sabemos que la maldición imperiosa no hace que nadie olvide lo que hizo— dijo Neville dubitativamente.
—Lo sé, ¿verdad?— Dijo Harry. —Tengo detención por pelear—
—¡Eso no es justo!—Gritó Neville ante la injusticia. —Ellos no pueden hacer eso, tú no violaste la ley".
—Trata de decirles eso— dijo Harry, —pero no importa, al menos los profesores lo vigilarán de cerca ahora—
—Debería estar en Azkaban— espetó Neville enfurecido.
Harry asintió sin decir nada. Sinceramente, debería haber estado en Azkaban hace un año. Desafortunadamente el Ministerio no le habría creído. Incluso si les hubiera dado el recuerdo de lo que sucedió, dirían que lo manipuló a pesar del hecho de que era imposible manipular los recuerdos a menos que fueras un Legeremante y un Oclumantista muy hábil. Si no estuvieras allí, habría signos evidentes de alteración, pero Harry había sido un lunático, por lo que seguramente podría haber logrado tal hazaña. A veces odiaba a la población mágica, pero amaba la magia demasiado como para pensar en abandonarla.
