Venciendo el adversario
Poppy corrió con gran prisa, agradecida por la falta de túnicas de curandero mientras bajaba rápidamente las escaleras. Las puertas estaban abiertas para ella cuando se deslizó dentro, abriéndose paso hacia Hermione Granger maniobrando alrededor de todos en el proceso. Afortunadamente no hubo muchos visitantes, todos estaban durmiendo, habiendo pasado la noche antes de hacer todo lo posible por ayudar o sentarse cerca de amigos y familiares. Algunos en realidad estaban durmiendo al lado de sus amigos y familiares, que no estaban dispuestos a dejarlos. Las únicas que Poppy permitió quedarse fueron aquellas que tenían a alguien en estado crítico. Ella nunca se perdonaría a sí misma si algo sucediera y estuvieran solos, y básicamente no pudieron despedirse.
—¿Qué pasó?— Preguntó Poppy, arremangándose mientras revisaba los signos vitales de Hermione.
—Revisé a todos y noté que tenía mucha fiebre y que tenía problemas para respirar. He usado un hechizo para aliviar la congestión, eso es todo. Ella tenía su poción de reabastecimiento de sangre hace diez minutos, ninguna otra poción— dijo Slughorn de manera profesional. Aunque la expresión de su rostro y la forma en que se retorcía las manos indicaban que no era tan profesional como esperaba. Por otra parte, no era un profesional al final del día, al menos no en la profesión médica, era un Maestro de Pociones, con conocimientos básicos de curación que llegaban hasta allí. El tenía entrenamiento médico para su Maestría a la edad de dieciocho años, probablemente, al igual que los demás. Algunos se quedaron arriba, como Severus otros no tocaron nuevamente el lado de curación.
—Gracias— dijo Poppy, sus ojos estaban dilatados, con fiebre, con los cortes que podría tener una infección a pesar de lo limpios que había estado con las heridas. Cantando un diagnóstico para ver qué estaba sucediendo, de manera rápida y eficiente, ella obtuvo los resultados y comenzó a leerlos. Ella tenía razón, Hermione Granger había atrapado una Sepsis. Corriendo hacia el armario que estaba lleno de todo lo que necesitarían, los Elfos Domésticos habían salvado vidas, ayudando a derribar todo a un ritmo rápido. Sus dedos buscaron dos pociones en particular y las colocaron en su delantal, antes de tomar una bolsa intravenosa, definitivamente la necesitaría ahora mismo. Tenía que ingerir líquidos en su sistema, normalmente no necesitaban usar tal cosa muggle a menudo ya que las pociones los ayudaban.
—Poppy, ¿quieres que vaya al ala del Hospital y ayude al Auror Dearborn?— Preguntó Slughorn, apartando la mirada cuando Poppy clavó una aguja en el brazo de Grangers.
—No, tiene que ser un sanador. Puedes ayudarme a sentarla para que pueda darle las pociones— dijo Poppy, levantándola y sujetándola por la espalda y el cuello. Slughorn se acercó y ayudó, dejando sus brazos libres, agarrando las pociones de su delantal, revisándolas de nuevo, las descorchó, echó hacia atrás la cabeza de Grangers y vertió la poción, frotando la garganta, obligándola a tragarlas. Repitió el proceso con la otra poción antes de asentir con la cabeza a Slughorn, quien luego la ayudó a bajar.
—Ahí, eso es todo lo que puedo hacer por ahora— Poniendo la tabla en sus manos, ella comenzó a escribir todo, que eran dos pociones adicionales que la niña necesitaría, lo que significaba que tendría que darle una poción nutritiva, pero eso Se podría poner en una IV junto con los fluidos.
—¿Y si le ponemos una compresa fría?— Preguntó Slughorn, ella todavía estaba muy caliente.
—Buena idea, Horace— dijo Poppy, —¡Accio compresa!— Lo captó con experiencia y le agregó otro hechizo para mantenerlo fresco, antes de presionarlo contra la cabeza de Grangers. Una vez que terminó, colocó el portapapeles en el fondo de la cama y miró a los pacientes más heridos solo para asegurarse de que se estaban recuperando.
