Mi mejilla palpitaba y el aire dentro de la cocina se sentía tensó, si está bofetada me habia dolido a mi, no me imagino lo que debió sentir Roseanne hace unos minutos cuando discutimos, parpadie un par de veces para salir del shock y volví a recobrar la compostura y aún si poder mirar a Nana seguí hablando.
-Pero descubrí que ella era una compañera de juegos cuando era niño y fuimos a ese país por los problemas de papá. -podía escuchar su respirar.
-La perdone así que... -un risa irónica salió de su boca y fui interrumpido.
-¡Ella no tiene por qué tener tu perdón!
-Lo se pero..
-¡PERO NADA PARK CHANYEOL! -aun me seguía asustando cuando me llamaba así.
-No grite mi nombre Nana. -le indique con mi dedo índice para que guardara silencio.
-Tienes razón -hizo una pausa. -No debo decir tu nombre ya nunca mas, por qué Park Chanyeol ya no existe, ahora mismo quién está frente a mi solo es el Rey de diámantes. -eso rompió mi corazón pedazo por pedazo.
-Nana escucheme.
-Tu escucheme a mi, esa niña estará aquí dos meses en lo que supera su pobre trauma y tu no te acercaras a ella ni para darle los buenos días, despues la llevaras de regreso a su país junto a su familia y la dejaras vivir en paz. -puso sus manos sobre su cabeza dando vueltas. -Que pensabas, ¿Matarla frente a mi?
-Nunca haría eso, solo estaba enojado por su padre.
-Tu lo has dicho, su padre, SU padre, ella no tiene la culpa de sus errores, dime ¿Tú pediste nacer con el padre que tienes?
-No...
-Asi es, ella no hizo nada malo, ella no mató a tu madre. -no podía justificarme por qué era verdad lo que decía.
Sin nada más salió de la cocina y la escuché caminar por las escaleras y tocar la puerta de al parecer Roseanne, toque mi mejilla sintiendo aún el ardor de su golpe.
Golpe.
Roseanne
Labio Sangrando.
Corrí al salón principal y como si las cosas no estuvieran mal nuevamente mire la cara perpleja de Nana al ver el rostro de Roseanne.
-¿Quien te hizo esto? -su pregunta no fue que te paso si no quien.
-Estaba en la biblioteca y cuando intenté sacar un libro del estante de arriba muchos cayeron sobre mí y uno de ellos me rompió el labio. -ella mintió.
-A otro perro con ese hueso. -Nana se giró y me miró con su cara de molestia, no suelo agachar nunca mi cabeza pero con ella era diferente.
-Chanyeol. -mi cuerpo se paralizó cuando dijo mi nombre frente a ella. -Disculpe, Rey de Diámantes -alargo las últimas palabras en forma de desprecio lo que realmente me lastimo e hizo que olvidará el hecho que había dicho mi nombre en prescencia de Roseanne. -Tome el botiquín de primeros auxilios que está debajo de la alacena señor.
Ahora me habla formalmente, no puede ser, no dije nada e hice lo que pidió.
-¿Tienes hambre? Cocinare lo que tú quieras de comer linda. -las podía escuchar desde la cocina.
-Podemos hacer sushi juntas.
-Jamas e hecho sushi, pero si tú sabes hacerlo por supuesto que puedo ayudar, vamos bajemos. -poco a poco las oía mas cerca.
-Aqui esta el botiquín. -lo dejé sobre una silla a lado de donde se había sentado Roseanne.
-¿Puede limpiar su herida en lo que yo busco los ingredientes? Lo que pasa es que un libro nefasto golpeó la bonita cara de esta criatura sin piedad. -dijo con obvio sarcasmo.
-¿Puede parar Nana? La ropa sucia se lava en casa. -ahora solo quería evitar a toda costa que Roseanne tuviera más información sobre mí.
-Pero usted a traído una nueva prenda al cuarto del lavado. -voltie a ver a la chica que estaba sentada a unos cuantos centímetros de mi y me di cuenta de su seño confundido así que decidí no darle más cuerda al asunto.
-La curare ¿Ok? -le mostre con mi mano la señal de ok, esperando su aprobación.
-Adelante entonces curela Rey de diámantes. -gire los ojos escuchando otra vez la forma de hablarme de Nana.
Decidí ignórarlo ya luego lo arreglaría, me senté a lado de Roseanne y pude observar como apretaba sus manos en la falda de su vestido al parecer nerviosa de mi cercanía, no entiendo Nana claramente me dijo que no me le acercara pero me pone en esta situación ella misma, saqué el algodón, lo moje un poco con agua oxigenada y lo hunte sobre su herida, dejando de lado su incomodidad, segui limpiando. Lo grueso de su labio inferior hacía que le diera un toque sexy a todo su labio en general, concentrado en su boca, pude observar la curva que hacia sus labios aún sin sonreír.
Acabo de pensar en sus labios tres veces, concentración Chanyeol.
Chanyeol.
¡Mi nombre! Ella lo escucho. Tremenda mierda.
-¡Tu! -le susurré acercándome más a su rostro para que Nana no me escuchará y regañara, pero Roseanne se alejó ante mi repentino movimiento -Si dices mi nombre real... -con mi meñique hice como si cortará un cuello y note que entendió cuando abrió los ojos como plato -Estás advertida.
Seguí con mi labor de curar y ahora le puse una crema, el tacto de mis dedos con sus labios creo recargas en todo mi cuerpo, lo cual fue extraño, pues ella no me atraía en lo más mínimo.
Entiende Chanyeol, ella no te atrae, no te atrae.
Admito que ese día en mi despacho se veía tan sexy con ese vestido pegado y sus labios rojos, pero a la mañana siguiente salió de su habitación portando un pijama de unicornios y un moño despeinado, así que la sensualidad no es con lo que describiría a Roseanne.
Así es, ella no es sensual Chanyeol.
Nunca ni en mis sueños me atrevería a follarmela.
Nunca Chanyeol.
Ademas ella parece más inocente que Teresa de Calcuta, aún recuerdo lo que dije en su habitación sobre la flexibilidad y ella notoriamente no entendío mi referencia.
Buen punto, eso es Chanyeol.
Si subiera un poco más su falda podría ponerme duro en cuestión de segundos.
Chanyeol, autocontrol.
-Con eso es suficiente voy a mi oficina -deje el botiquín sobre la silla y salí de la cocina, que carajos es lo que esta mujer sin nada especial causa en mi sin siquiera tenerla en mi cama.
Necesito de Amanda en momentos como este.
Pero ¿Dónde esta? No la había visto en todo el día, y...
Aahh
Ese gemido era de Amanda estoy completamente seguro, abrí un poco la puerta de donde salia ese sonido y mire a Aharón, mira nada más quien los viera, picaron que es ese guardia.
Guardia de Roseanne.
Salí del pasillo dónde me encontraba y nuevamente baje las escaleras a zancadas hasta llegar a la cocina Nana y ella estaban riéndose entre ellas mientras preparaban el sushi.
-Rosseane. -los ojos de ambas se dirigieron hacia a mi. -Tengo tantas ganas de hacer ejercicio ¿Qué tal si lo intentamos? Yo, arriba de ti. -ni siquiera lo pude decir en una voz seductora, era mas agitada por correr desde el pasillo hasta aquí la cocina.
-¡Chanyeol! -no le preste mucha atencion al reclamo de Nana solo quería saber si Rose no había hecho nada explícito aún con Aharón y tal como lo que esperaba ella respondió:
-¿En la planta de arriba hay un gimnasio? Pensé que estaba abajo.
-Pues creare uno nuevo. -sonrei satisfecho al oír contestación, a mi suerte no alcance a ser atrapado por la cuchara que había arrojado Nana, por qué ya había salido de la cocina.
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N A I P E S (en edición)
FanfictionEl rey de diamantes representa la codicia y la avaricia que se le atribuía a Julio César. Quien diria que en el siglo XXI, reencarnaria aquel hombre indeseable y peligroso del cual se tendría que mantener alejado. Hábil con lo negocios, Calculador...