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Mi papá la mayoría del tiempo suele llegar a altas horas de la noche o incluso a veces en la madrugada por sus turnos en el hospital, pero sabía que esta vez haría una excepción por mi regreso.

Cuando lo ví entrar por la puerta recordé cuando era niña y lo esperaba en las escaleras con una tasa de chocolate caliente y malvaviscos que me preparaba mi mamá, esos días eran maravillosos. Corrí a el y lo abracé, el se río por la repentina acción mía y me dió vueltas en el aire.

-Te extrañe mi Rose. -me beso en la mejilla e hice lo mismo.

-Yo también papá, mucho. -me acarició el cabello y su semblante cambio cuando Chanyeol se acerco a nosotros.

-Chanyeol. -mi padre se paró recto con una expresión de fingido valor.

-Elias. -se estrecharon la mano. -Gracias por dejarme quedar estos días en tu casa.

-Eres bienvenido. -mi padre le dijo. -Siéntete como en tu casa, al fin y al cabo tu yo estamos unidos por algo más fuerte que un simple trato.

¿Por qué siento que eso sonó más profundo que el simple hecho de que el y su mamá eran buenos amigos...?

-Si... -Chanyeol estaba actuando maravillosamente tranquilo a juzgar por sus músculos tensos que empezaban a formarse en su espalda. -No hablemos de eso, y dime Loey.

-Bueno Loey... -mi mama hablo bajando de las escaleras, se acerco a mí papá y le dió un casto besos en los labios. -Espero que sepas cocinar. -prosiguio. -Porque aquí nos repartimos los deberes en todo y tú. -lo señaló. -Me ayudaras a hacer la cena ¿Bien? -Chanyeol giro a verme y yo sonreí disfrutando de la situación.

-El es un experto en la cocina mamá, sabe hacer té, y té y había otra cosa, ¿Cómo se llamaba? -fingi sobar mi barbilla. -¡Ah! té. -Chanyeol me miró con los ojos entrecerrados.

-Se hacer más que un simple té señora. -mi mama palideció ante sus palabras. -¿Que hice? -me susurro al verla ponerse de color blanco.

-Dijiste la palabra con S. -le informe y el me miró confundido.

-¡Oh! Karla. -recciono y mi mama empezó a obtener de nuevo su color natural. -Lo siento, Karla.

-Soy muy joven aún para que me digas la palabra con S Loey. -mi mama se quejó. -Bueno no le demos más vueltas al asunto y vamos. -tomo del guante a Chanyeol y lo llevo a la cocina.

Ochenta y nueve papillas echadas a perder después, Chanyeol logro hacer una decente por fin, claro que fue con mi ayuda, ¿Quién no podía hacer una simple papilla? Bueno tenía nombre y apellido y un alias de mafioso y otro alias recién inventado.

Tomo un poco con se dedo meñique y la probó.

-No esta mal. -se dijo a si mismo y tomo otro poco con el mismo dedo y lo puso frente a mi para que lo probará, sentí mis mejillas arder y aparte la mirada, escuche su perfecta risa ronca y de pronto me tomo con la otra mano apretando mis mejillas formando así una boca de pescado en mis labios y metiendo el dedo a la fuerza. -Verdad que sabe rico. -se lamió la sobras.

-No hagas eso en la casa de mis papás Chanyeol. -lo regañe y formó un puchero como un niño pequeño.

-Le quitas lo divertido a la vida. -estaba apunto de contestarle pero mi mamá entro a la cocina checando que todo estuviera bien preparado.

-Elias pon la mesa amor. -le gritó a papá.

Minutos después ya estábamos todos reunidos en el comedor, mamá quién ya había bebido unas cuantas copas de champagne empezó a contarle a Chanyeol varias historias de mi, algunas bastantes vergonzosas.

-Y el día de su graduación en secundaria recibio su primer beso con un chico que utilizaba frenos pero no era de esos frenos comunes si no de los que tenían los fierros por fuera ¿Sabes a qué me refiero no? -Chanyeol asintió aunque deseaba saber que pasaba por su cabeza en ese preciso momento en realidad. -De los antiguos. -mi mama intento explicarse mejor. -El punto es que cuando su papá llegó, fue corriendo a llorarle a moco tendido.

-No fue un beso en realidad. -le dije. - Estábamos con nuestros amigos y nos retaron a hacerlo.

-Pero fue muy lindo, mi bebé y su primer novio. -me apretó la mejillas.

-Mama. -me queje.

-Ademas ese niño era una tierna bolita de masa me daban ganas de apachurrarlo. -encerio mi mamá ya estaba bastante borracha. - Lástima que se fue a un internado en Londres el era un muy buen partido. -la mire con una expresión cansada. -¿Que? Dicen que los gorditos dan más calor corporal

-¿Qué tal si hablamos de otra cosa? -ofrecio Chanyeol de inmediato y le agradecí mentalmente. -Rose me contó sobre su pasión al ballet, al surf, a viajar y su obsesión por los libros.

-Rose siempre a sido una chica muy activa sabes Chanyeol. -mi padre se metió en la plática antes de que mi mamá comenzara a confesar hasta los pecado. -Ella no es de las que solo hacen una cosa toda su vida y ya. -le sonreí y el a mi. -Está en constante cambio y le gusta experimentar todo eso está muy bien para mí siempre y cuando lo haga con medida.

-Tiene demasiadas pasiones sin duda y es bueno que tú la apoyes en cada cosa que ella quiera hacer Elías. -asenti y asintió.

-Es mi hija, si ella no es feliz yo tampoco lo soy. -estiro su mano sobre la mesa y se la tome, Chanyeol junto sus dedos y puso su barbilla encima de ellos observando con satisfacción la escena.

-Mañana le daré un tour a Chanyeol para que conozca un poco Australia. -les avisé a mis padres.

-Si está bien, solo pórtense mal y cuidense bien. -Dijo mi mamá y rei ante sus ocurrencias.

-Bien mamá. -me levanté de la mesa y Chanyeol igualmente. -Estamos cansados así que pienso que lo mejor es dormir por ahora.

-Pienso igual. -estuvo de acuerdo mi padre.

Chanyeol y yo subimos hacia el piso inferior y justo antes de entrar cada quien a nuestras habitaciones el hablo.

-Buenas noches chica del señor de los frenos. -bromeo, ahora el tenía algo para hacerme bullying toda su vida, genial.

-Descansa Loey. -intente seguirle el juego pero se encogió de hombros.

-Me gusta el nombre así que gracias por pensar en mí y ponermelo. -negue la cabeza en modo de incredulidad.

Me gustaban estos leves momentos, en los que no peleamos y solo jugamos.

Me hacen querer guardarlos en mi corazón para siempre.

N A I P E S (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora