-¡No puedo creerlo! -lo abracé. - Han pasado tantos años. -el río en mi oído. -Estas muy cambiado casi no te reconozco. -le dije sinceramente sorprendida.
-Bueno. -se encogió de hombros. -Los frenos se fueron y también mejore mi dieta a una más nutritiva. -acomodo el carro a una orilla para que la gente pudiera pasar. -Asi que aquí estoy, de regreso a Australia y con muchos kilos menos.
-Te ves muy bien. -le fui sincera y es que era la verdad, había crecido rotundamente y lucia más apuesto, el podría ser el tipo ideal de cualquiera chica; de pronto recordé que Chanyeol también estaba a mi lado y lo jale a mi lado. -El es Loey. -lo presente de inmediato y Eunwoo levanto su mano para estrecharla con Chanyeol pero este lo ignoro olímpicamente, me reí avergonzada. -El es...
-Su marido. -termino por mi y gire mi mirada a el como resorte pero el solo la evadió tomándome posesivamente por la cintura. -Bueno en realidad estamos en unión libre. -me beso la frente y yo solo fruncí el seño. -¿Es tu hijo? -señalo al niño.
-No, es mi sobrino. -se rasco la nunca incómodo. -Mi hermana me pidió que lo cuidará, pero ya sabes, es muy difícil cuidar de niños. -se río.
-Ya lo sé. -respondio Chanyeol antes que yo. -De hecho nosotros no tenemos ni idea de que haremos cuando nazca nuestro bebé. -su mano se fue a mi estómago y lo sobó en círculos. -¿Verdad mi osita? -froto su nariz con la mía, ok esto ya se estaba yendo de las manos.
-Alto ahí Romeo. -le di un manazo para que me soltara de la cintura. -Tu y yo somos... -me quede pensando en lo que éramos por que ni siquiera yo lo sabía. -Pues no se lo que somos la verdad, pero puedo asegurarte que esposos o novios no, no sé cuando decidiste darte ese título por ti mismo pero hasta que yo no reciba un currículum escrito a mano de las razones por las que debo andar contigo y las que no tu y yo no somos nada. -le avise. -¡Y menos estoy embarazada! -chille y mire a Eunwoo -No estoy embarazada. -repeti.
-Shh, el bebé te puede escuchar. -me dijo con fingida preocupación. -Ademas recuerda aquella noche que...
-¡CHANYEOL! -interrrumpi su palabrería. -Digo ¡Loey! -de verdad me estaba sacando de mis casillas, le rodé los ojos y Eunwoo solo río.
-Tu amigo es muy simpático Rose. -dijo riendo. -Entonces... -me sonrió con su sonrisa de "Los frenos son lo mejor del mundo" -Ya que al parecer Loey no es tu esposo ni tu novio. -prosiguio. -¿Te gustaría salir a almorzar un día de estos? -pregunto tomando de la playera a su sobrino para que no escapara de su lugar.
-¡Claro! -acepte, pero fue más por qué quería disfrutar en su plenitud de los celos de Chanyeol quien me había tomado de la mano para apretarla con con mucha fuerza. -¿Qué tal si me das tu número y nos ponemos de acuerdo para salir? -asintio feliz y me dió su número, después de un par de despedidas al final el tomo su rumbo junto a sus sobrino y yo junto a Chanyeol.
-No irás a llamarlo de verdad. -Chanyeol empujó el carrito para entrar a la zona de cajeros. -Fue tu primer peor no beso.
-Quizá le mandé un mensaje en la casa. -le dije tentandole las costillas. -Esta mucho más guapo ahora.
-Si, si te gustan los tipos "Panquecitos le volteo por la izquierda" -rodo los ojos dejando las cosas para que el cajero las rastreará.
-Ese es el peor apodo jamás inventado de los jamases. -me burle. -Ademas si le volteara por la izquierda no me hubiera pedido una cita.
-No es una cita es un almuerzo, y si lo fuera nunca podrias darte cuenta si está experimentando sus gustos. -contesto.
-¿Estas celoso? -le pregunte sacarrona con los brazos cruzados en el carrito.
-Si. -contesto abiertamente lo que me hizo sorprender hasta la médula. -Estoy aquí en tu estúpido Australia solo por ti y aún así tú te pones a coquetear con un niñato de la primaria.
-Era de secundaria. -le corregí.
-Lo que sea. -rodo los ojos. -Se cree un San Juan simplemente por qué ya pasó su etapa de frenos y obesidad. -estaba apuntó de responderle pero siguió hablando. -Y puedo apostar mi vida a que lo unico que quiere es cogerte y ya. -solto una risa sinica. -Lastima que le tocó la virgen más abstinenta en el mundo. -saque la cartera de mi chamarra y pagué el total después de que me entregarán el ticket, lo que había dicho era el colmó, y aunque se que fui yo la que inicie, lo mío fue por el simple placer de bromear con el pero ahora se estaba pasando de sus límites al insultarme tan cretinamente, tome las bolsas y sin contestarle nada más salir del supermercado.
-Rose. -me gritó desde atrás siguiéndome y de pronto sentí su mano en mi brazo dándome un tremendo jalón.
-¡Sueltame! -le grite furiosa. -No vuelvas a tocarme. -lo señale con mi dedo índice sin apartar mi mirada de sus ojos grises. -Eres un imbécil de mierda. -sus ojos se abrieron como platos al escucharme hablar de esa manera pero ya no podía guardarme mis palabras para mí misma tenía que decirlo todo o si no explotaría.
-Rose. -volvio a decir mi nombre impactado.
-Tu y yo no somos nada. -sisee. -Ni novios, ni amigos ni siquiera sé ya si e llegado a conocer una pequeña parte de lo que es el Chanyeol real, el Chanyeol bueno. -apenas y parpadeo. -Así que no tienes por que ponerte celosos de nadie, es mi vida y hago lo que quiera con ella. -deje las bolsas en el carrito más cercano y me acerque a centímetros de su rostro. -¿Y sabes que? -trago duro. -Si quiere cogerme que lo haga cuántas veces se le pegue la regalada gana, por qué el si es un hombre que puede darme todo lo que quiero y necesito. -dio un paso hacia mí retandome, sabía que ya se estaba molestando pero prosegui. -En cambio tu Chanyeol, tu solo me das problemas y un mundo de mala muerte. -odiaba decirle todas esas palabras y más viendo su reacción, pero si el iba a ser un completo ingrato conmigo yo no iba a quedarme con los brazos cruzados viendo como me lastima cada vez y cada vez más y peor.
-Entonces creo que estamos llendo por el camino equivocado. -dijo serio. -Yo no voy a darte una relación de cuentos de hadas de esas donde hay un príncipe azul en su flamante caballo, no voy a llenarte de cursilerías y palabras tiernas por qué las odio y me repugnan, además de que siempre vas a estar rodeada de muerte a tu alrededor. -se encogió de hombros. -Y quizá con el no. -bajo la cabeza. -Yo nunca llegaré con una caja de chocolates o rosas a decirte lo mucho que te amo por que esas palabras simplemente no van conmigo y no creo sentirlas en mi vida, pero sobre todo yo... -se quedó callado antes de terminar pero continuó. -Yo jamas te hare el amor. -hablo de golpe. -Yo soy el que planeo cogerte y ya, así que supongo que no soy digno de disfrutar de tu cuerpo... -estaba diciendome todo eso pero la expresión de vulnerabilidad en su rostro me hacian querer abrazarlo por qué sabía que en el fondo no lo sentía así pero ni el mismo se atrevía a aceptarlo. -Yo solo puedo darte dolor y sufrimiento y tú no lo mereces. -levanto la vista y sonrió nostálgico. -Así que mándale un mensaje y dile que estás soltera, has planes con el y enamórate yo te dejare el camino libre y esta vez lo digo en encerio. -me sentía bastante confundida. -Me iré de tu vida para siempre, solo dame una semana para despedirme de ti, para despedirme de lo que sea que tuvimos.
ESTÁS LEYENDO
N A I P E S (en edición)
FanfictionEl rey de diamantes representa la codicia y la avaricia que se le atribuía a Julio César. Quien diria que en el siglo XXI, reencarnaria aquel hombre indeseable y peligroso del cual se tendría que mantener alejado. Hábil con lo negocios, Calculador...