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No soy de leer libros de ciencia ficción pero estos tres días que e estado encerrada en mi habitación a provocado que me sienta atraída hacia esa clase de literatura "Un niño que después de toparse con un duende entra a un mundo paralelo donde el es el responsable de todo lo que ocurre a través de la historia ~El caballo de Troya~ ~Las pirámides de Egipto~ ~La construcción de la muralla china~". Sinceramente es muy interesante. Perderme dentro de estos libros es mejor que mirar el techo por horas y horas, aunque debo admitir que me enfada estar encerrada todo el día. Lo único que puedo rescatar es que Chanyeol suele venir y acompañarme, abrimos la ventana que da al balcón y el se recuesta en una silla reclinable de madera, se podría decir que no hemos vuelto algo cercanos desde aquella charla en la biblioteca donde descubrimos nuestra extraña conección de infancia y después de aquel paseó el cual que aunque fue maravilloso en su mayor parte, al final me hizo recordar aquel fatídico día del secuestró.

de sobremanera de la situación en la que me encuentro e intento con todo mi ser de no tambalear mi fuerza de voluntar, de mantener viva mi esperanza, el prometió regresarme a casa, pero es inevitable no dudar. Sin embargo, su manera de comportarse conmigo me hace sentir cómoda, alegre y una que otra vez felíz. Suele venir a mi habitación, cada día antes de que el sol se ponga y me ordena juguetón que le lea mis partes favoritas de cada uno de los libros que leo, según el, lo ayudan a dormir mejor, aunque en el fondo se que los escucha hasta el final y luego se queda dormido.

Me dijo que Nana tocaría la puerta para entregarme comida y que siempre preguntara de quién se trataba antes de quitar el seguro de la puerta, no entiendo por qué le molestan tanto sus hermanos, el chico que conocí hace días no parecía tan malo.

Solo él sabe sus razones. Seguí leyendo unas cuantas horas más hasta que del piso de abajo se escucho un fuerte gritó de mujer, me altere al pensar que podría tratarse de Nana y me debatí entre abrir la puerta o quedarme en mi lugar, pero si se trataba de Nana podría necesitar mi ayuda y por lo que se Chanyeol a estas horas estaba trabajando y a sus hermanos no los conocía lo suficiente para saber si le habían hecho algo.
¿Pero que podría hacer yo si le hubieran hecho algo?

En contra de mis pensamientos, abrí la puerta y corrí por el pasillo para luego bajar a zancadas las escaleras, al llegar a la cocina, ví a todas las mucamas incluida Amanda alrededor de alguien que no lograba deducir quién era.

-Larguense a frejar pisos, no necesito su ayuda perras. -esa definitivamente no era Nana. -¿No escucharon arrastradas? -todas se disolvieron por todos lados y solo de esa manera pude observar a la chica que se quejaba de dolor en el suelo sosteníendo su pie lleno de sangre entre sus manos, un gran cristal de vidrio estaba enterrado, mire un poco más y un vaso se había roto al parecer.

-Dije que todas se fueran a la mierda ¿No escuch... -se detuvo cuando levanto la vista y me miró, sus ojos color gris penetrantea me recordaron a Chanyeol, su cabello castaño caía largo hasta su cintura delgada, tenía piel morena lo cual hacia que su camisón de seda rojo luciera aún mejor en ella. -¿Y tú quién eres? -pregunto sacándome de el trance en el que sin darme cuenta había quedado, me dió una repasada de pies a cabeza y formuló otra pregunta. -¿Eres sorda muda?

-Soy Rose lo siento mucho. -no se ni porque me estoy disculpando. - ¿Quieres ayuda? Puedo llamar a un doctor o puedo pedirle a Aharon mi guardaespaldas si está aquí, que te lleve al hospital.

-¿Estas loca? -me miró como un bicho raro. -¿Siquiera sabes el número de nuestro doctor? -pregunto. -¿Quién eres mocosa y que haces en esta casa?

-Bien pues... -hice una pausa pensando en palabras que no pudieras ofenderla. -No estoy loca y tampoco sé qué hacer en estos casos por que eso. -dije señalando su herida -parece algo grave. Ademas ya me e presentado como Rose mucho gusto. -hizo como si mis palabras no le hubieran importado e intento apoyar su pie derecho pero solo consiguió dar otro quejido sonoro.

N A I P E S (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora