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Habían pasado ya semanas desde que todo volvió a la normalidad, Seungri, Jisoo y yo éramos los mismos, estamos olvidando todo lo que ocurrió y para ser sincera era lo mejor. Hoy regresaba a la escuela temía ver a todos mis compañeros y que me mirarán con lástima, yo seguía siendo Rose, nada había cambiado.

Cuando entré al salón de clases todas las miradas se dirigieron sobre mi, Jinwoo estaba a lado de una de las chicas mas populares, abrazándola por la cintura.

Pensé que yo le gustaba...

Tú piensas que a todos les gustas.

Chanyeol.

Me senté en una de las butacas de enfrente, escuchaba los cuchicheos de los alumnos. "¿A Rose no la habían secuestrado?" "Dicen que escapó" "Pobrecita"

No quería que me vieran de esa forma, quería ser la misma chica sonriente que saludaba a todo el mundo, sin temor a que hablarán a sus espaldas aunque fuera por compasión.

Cuando sali de la escuela ví el auto de mi papá estacionado, el aún no podía dejarme sola, aunque lo entiendo.

-Hola pa. -le di un beso en la mejilla.

-Hola preciosa. -me abrazo y subimos al auto. -Queria comentarte algo.

-Si dime. -de mi mochila saqué una barra de cereal mi papá me miró con desaprobación por no habermela comido en el almuerzo pero sigui hablando.

-Tu madre tiene que viajar a Roma para una fiesta de gala, irán muchas personas importantes y varios diseñares famosos, la invitaron y aceptó, quisimos que te sintieras más cómoda en el viaje así que invitamos a los Smith.

-Suena bien. -dije simple, la familia de Jisoo y Seungri también irían así que todo era mejor

Tanto mi familia como su familia no habían hecho tantas preguntas a lo que agradecí ya que a veces podía sentirme incómoda al responderlas y aún más cuando ella se trataban sobre el Rey de Diamantes y tenía que mentir para cubrirlo.

Después de una larga noche de empaque al fin en la madrugada nos levantamos para tomar el primer avión, la familia Smith nos esperaba ya en la sala con sus maletas, así que solo fue cuestión de conducir hasta el aeropuerto, Jisoo hablaba de como una de las monjas de su colegio empezó a sangrar de su nariz y ella casi desmayaba al ver tanta sangre y Seungri buscaba en internet autos usados ya que el suyo lo había perdido en una apuesta.

Aunque todo parecía igual, había algo que se sentía diferente.

Ya en el avión, después de dejar el pasaporte y las maletas, la azafata nos pidió apagar nuestro dispositivos eléctricos.

Apenas llegamos a Roma lo primero que hice fue mirar sus fantásticas construcciónes, era tan hermoso este lugar que no podía creer que fuera real.

-Bien niñas después de que nos instalemos en nuestro penthouse, Alexandra propuso ir a un spa y a comprar nuestros vestidos para la fiesta y me pareció una excelente idea ¿Que dicen?

Jisoo y yo nos encogimos de hombros.

-Porsupuesto. -dijimos al unisono, había extrañado esa conección con ella.

-Sera emocionante. -aplaudio mi mamá emocionada.

Horas y horas de spa, decidimos salir y comprar nuestros vestidos, mi mama conocía la tienda de un diseñador romano que según ella hacía unos vestidos divinos, y no estaba del todo equivocada por qué era cierto, para mi mamá escogió un vestido verde esmeralda, para Alexandra un vestido corte sirena azul marino con un suéter de lana al mismo juego y le recomendó acompañarlos con unos pendientes de oro, a Jisoo prácticamente después de perseguirla por toda la cuadra la obligó a ponerse un vestido estilo princesa color melón con flores azul turquesa.

Y el mio aún no lo sabía, Tobías como se llama el diseñador me miró unos cuantos segundo antes de volver a la bodega de sus mejores diseños.

Saco un vestido blanco largo estilo princesa con diamantes incrustados en la parte baja y pétalos de rosas en en la parte de arriba, saco un collar de diamantes y me lo puso.

-Con esto lucirás maravillosa. -con mi mano toque el collar mirándome al espejo. "Diamantes" "El rey" Tobías me saco de mi trance. -¿Alguna vez te has teñido el cabello? -Yo mire de reojo a mi mamá.

-No, pero hoy lo hara. -Yo abrí los ojos como platos.

Y ahora era yo la que corría por toda la cuadra, jamás me había teñido el cabello y el hecho de que mi mamá me estuviera obligando era extraño. ¡Es mi mamá la que me regañaba por ponerme tatuajes que me salían en los dulces y que se quitaban con saliva!

-¿Alguna vez has pensado en algún color de cabello que te guste? -pregunto la estilista.

-No, por qué mamá siempre fue muy exigente respecto a pintarme el cabello tatuajes y piercings. -le entrecerre lo ojos a la mujer que me dió la vida.

-Un rubio se te vería muy bonito. -me sonrió.

-Haz tu magia. - fue todo lo que dije.

En lo que Violeta como se llama la estilista, me pintaba en cabello sus ayudantes maquillan y peinaban a mi madre, a la señora Alexandra y a Jisoo. Igual Violeta hacia lo mismo conmigo. Ya con el vestido puesto me dejaron verme en el espejo de una vez por todas.

Estaba impresionada de sobre manera, me miraba hermosa más que eso, mi cabello ahora rubio caía en rizos hasta mi cintura, el vestido amoldado a mi figura se miraba precioso, y el collar de diamantes que Tobías me había prestado hacia contraste con todo, y mis zapatos, ¡Dios mío! aunque no estaba acostumbrada a caminar con tacones altos por esos tacones lo haría una y mil veces.

Me emocioné y abracé a Violeta por su gran transformación hacia mi persona.

En todo eso, el teléfono de mamá sonó, al parecer era papá quién nos esperaba afuera de la estética en el auto rentado para irnos todos juntos a la fiesta.

-Oh la la. -mi papá nos abrazó a mamá y a mi. -¿Tienen una cita esta noche bellas damas? -me miró y sonrió. -¿Y quién es esta preciosa rubia que veo? -rei.

-Papa no estés de payaso y vamonos. -mi papá se tocó el pecho indignado.

-Un rubia al ataque ¡Auch!. -mi mamá le dió un pisotón y mi papá se dejó de bromas para al fin entrar al auto y dirigirnos a la fiesta.

En lo que llegábamos Seungri puso un poco de música en la radio y los tres empezamos a cantar con nuestras angelicales voces, pff claro, nuestros padres solo veian la escena riéndose de nosotros.

Mi papa estacionó el auto en uno de los lugares libres y salimos para caminar hasta la puerta del elegante hotel donde supuse que sería la fiesta, el portero nos preguntó nombres y al encontrarnos en la lista nos dejó pasar.

Todo por dentro era muy elegante, el salón era bastante grande y había muchos invitados, la mayoría con copas de champagne o vinos, encontramos una mesa vacía y fuimos a sentarnos.

-Todo esto es tan glamuroso -mi madre le dijo a Alexandra.

-Ya se Karla, los lujos que se dan estás personas. -contesto Alexandra a mi madre.

Apenas había llegado y ya me estaba aburriendo, Seungri y Jisoo hacían lo común pelear por todo, mamá hablaba con Alexandra y papá con Rafael, la gente empezaba a tomar sus asientos para que comenzara el festín y cuando uno de los meseros se acerco para darnos nuestros platillos, lo ví, no puedo creerlo.

Aharon.

N A I P E S (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora