Es domingo por la mañana y esta vez Damián no ha tenido que insistir para que Lucas acepte ir con él a la cafetería. Lucas se dice a sí mismo que es porque se aprovecha de que el alfa le da batidos gratis si sale con él, pero realmente no le apetece tanto un batido como para que esa excusa suene convincente del todo; eso le hace sentirse confuso y enojado, así que simplemente deja de pensar en ello. El batido que Damián le tiene le ayuda a despejar la mente, sobre todo porque al verlo agobiado, Damián ha pagado un poco más para que le pongan nata por encima al batido; él no sabía si eso iba a funcionar en su plan de animar al muchacho, pero la reacción que ha obtenido es mucho mejor de lo que se esperaba.
Lucas ha quitado la tapita de plástico del batido solo para poder comerse primero la nata. Ama las cosas dulces y hace tanto que no prueba algo tan delicioso. Damián tiene que contenerse cuando el omega empieza a saborear la crema blanca con pequeños lametones, como un gatito. El chico está demasiado concentrado en el dulce como para darse cuenta, pero el alfa es consciente de cómo todos los demás de su tipo tienen los ojos puestos en la boca y labios del pequeño, posiblemente imaginando algo tan obvio que le cuesta que su mente no le de imágenes de eso, provocándole una erección. Hijos de... El rubio ahora mismo quiere coger a Lucas, ponerlo detrás de una vitrina y exponerlo en un museo donde solo él pueda entrar; y respecto a los otros alfas... nunca antes había sentido tantas ganas de golpear a uno de los suyos y ahora le asusta lo muy buena que le parece esa idea.
Acompañando a Lucas a una mesa, se voltea todo el rato para interceptar las miradas promiscuas y mandar una muda amenaza a los demás alfas. El hombre empieza a oler de forma amenazante, las feromonas atacando el sistema respiratorio de todos en la sala y Lucas sin darse cuenta, con su nariz manchada también de nata. Por un segundo odia que los demás puedan ver lo jodidamente adorable que es esa cabecita de cabellos azabaches, como si solo él tuviese ese derecho.
—¡Oh! Mira, vamos con ellos. —dice Lucas llamándole la atención. Su dedo apunta a una mesa al fondo donde logra divisar perfectamente a Marcel y a algo pequeño, asustado y que se oculta que seguramente sea Esteban.
Cuando ambos empiezan a acercarse lo suficiente, Lucas agita un poco la mano para llamar la atención de Marcel, pero Damián no se siente tan amistoso. Puede oler el miedo del beta —aún se le hace raro pensar en su amigo como un beta— y para que un beta desprenda ese tipo de feromonas se requiere de una situación muy fuerte. Él posiblemente esté humillado y Damián se da cuenta de que efectivamente es así cuando están ya en esa mesa y su amigo no se mueve ni para saludarlo. Esteban tiene los brazos cruzados sobre la mesa y el rostro oculto entre ellos; él sabe que puede olerle, pero que le está ignorando, igual que ignora que en algún momento tendrá que enfrentarse a las cosas.
—Esteban... —murmura apenado.
—Déjame... —responde una vez lastimera y ahogada. —Dejadme todos en paz. —el alfa cree escuchar un sollozo reprimido y la sangre le hierve al escuchar a su mejor amigo hablar de forma tan débil, tan triste.
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Omega ladrador, poco mordedor [Omegaverse AU!] {Yaoi} (EN AMAZON) #PGP2022
Storie d'amoreLucas es un omega muy extraño por dos cosas. La primera es que irá a la universidad, lugar donde solo los alfas suelen acceder. La segunda es que odia a los alfas y tiene el valor suficiente para declararlo a gritos el primer día de clase. Damián...