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ERA TARDE EN LA NOCHE CUANDO LA FAMILIA TATE SEENCONTRÓ abandonando su casa para cruzar las vías. Ni bien Walker se había enterado de los avisos de desalojo que pusieron en todos los tráilers en Sunnyside Trailer Park se puso furioso. Hacía años que las Serpientes habían estado viviendo ahí sin problema alguno pero la alcaldesa se había vuelto en su contra y el decapitamiento de la estatua del General Pickens le había dado la excusa perfecta para deshacerse de ellos.
En el Whyte Wyrm había un ambiente hostil, cargado de tensión, odio e incertidumbre. La mayoría de ellos, por no decir todos, perderían sus hogares en tan sólo catorce días. Dallas se encontraba junto a Sweet Pea y Fangs, detrás de Toni y Jughead. Ver sus rostros era doloroso, estaban preocupados y asustados, temían lo que sucedería.
—Ya vi los avisos de desalojo —dijo FP en frente de la multitud—, pero les juro que nadie irá a ninguna parte. Nos acosan desde el Día de Pickens y están usando esa maldita estatua como excusa para ir más lejos. Pero si vamos a arreglar esto, debo preguntar. ¿Alguien aquí es responsable de haber cortado la cabeza?
—¿Por qué no le preguntas a tu hijo que tiene para decir?
Tall Boy se abrió paso entre las demás Serpientes hasta quedar frente al grupo donde todos tenían una buena vista de él. Dallas y Fangs compartieron una mirada de fastidio. No había dudas de que Jughead no había sido, era mucho más inteligente que eso.
—¿Cuál es tu problema conmigo, Tall Boy? —espetó Jughead.
—Escribiste el artículo que empezó todo esto. Tú y tu pandilla iniciaron esto el Día de Pickens.
Al sentirse amenazados, Sweet Pea, Jughead y Fangs se separaron de la mesa de pool en la que se encontraban apoyados luciendo más imponentes. Dallas cruzó los brazos sobre su pecho y entornó sus ojos.
—Fue una protesta pacífica —defendió Toni.
—Que no logró nada —señalo Tall Boy—. Tal vez tú y tu novio volvieron con una escalera y una sierra.
En un abrir y cerrar de ojos Jughead se encontró frente a Tall Boy apuntándolo con su dedo y FP bajó del escenario y junto a Walker se posicionaron al lado de Tall Boy para detenerlo de ser necesario. Sweet Pea y Fangs se pegaron a Jughead también.
—Oye, nosotros no fuimos —espetó Jughead en su rostro—. Diablos, Tall Boy, eres el más alto aquí. Ni siquiera necesitarías una escalera.
