2° Capítulo
Hazel y yo nos dirigimos a nuestras clases. Por desgracia este año no me tocaba con ella.
Ahora me tocaba literatura con 'Bulldog' o así la hacíamos llamar.
Entré a la clase y me senté en los puestos de atrás, no tenía ganas de estar despierta en esta hora. Saqué los libros y esperé con pasencia y eso ya es raro. No me gusta esperar. Ya habían pasado 15 minutos y la profesora no había llegado, supusimos que había hora libre. Pero no tardó en fastidiar la fiesta. Al rato, entró apurada, por lo que todos hicieron gestos de desepción. Pero 'Bulldog' no venía sola. Venía con un chico moreno, con los ojos azules, una sonrisa impecable y un peinado bastante favorecedor, además estaba bastante fuerte.
-Hola chicos, siento el retraso, pero es que tenía que buscar a Zack. Vuestro nuevo compañero.
-Hola soy Zack, vengo de Canadá y bueno, espero no desconcentrar con esto, dijo apuntando con su dedo deslizando cada parte de su cuerpo y al final guiñándome un ojo.
Genial. Chico nuevo, y encima el típico chico que cree que se puede llevar a todas a la cama con una sonrisita y unas patéticas frases sacadas de internet.
-uuhh... con aviso y todo-dijo la profesora demasiado entusiasmada para mi gusto- emm... bien, siéntate atrás.
Para mi mala suerte se acercaba a mi dirección. Sí, lo que me temía, se sentó al lado mio, el día no podía ir mejor. Pero... ¿por qué demonios se sentaba a mi lado? Si justo había un puesto al lado de Fredie! Pff seguro se piensa que seré una de sus víctimas, la lleva clara, no dejaría que pensara que podría hacer lo que quisiera conmigo.
~¿Por qué te sientas aquí?- Le dije de mala gana.
-¿No puedo?
~Oye, sé como sois los tíos como tú, no pienses que seré una de tus perritos falderos.
-Vaya... ¿qué te hace pensar que yo podría estar interesado por ti?
~Sé por donde vais los chicos como tú
-¿Alguien con el ego subido a mi lado?- dijo retóricamente.
~Habló el de "Heyy, cuidado con esto" dije señalando mi cuerpo y con una mala imitación de chico duro.
-Pff... y tu quien eres? la típica chica amargada, que a tenido un novio que le hizo daño y por eso le dan asco los chicos?
~¿Perdona? En primer lugar, no soy una amargada, no me juzgues sin conocerme. Y en segundo, ningún chico me a hecho daño, simplemente no creo en el amor.
-Perdonada-Dijo esbozando una sonrisita divertida.
~Agg eres idiota.
-Acabarás rendida.
Vale, no quería decir esto pero detesto los chicos como él, sacan lo peor de mí. Son los típicos chulengos, más pinchados que un drogadicto, porque con tal cuerpo, imposible que fuera obra natural. Parecen clones todos, los pantalones bajados dejando ver la ropa interior, con los pelos de punta, hacia un lado... y con el asqueroso carácter de prepotente que puede conmigo. No-lo-so-por-to.
Chicos como esos, lo único que pueden darte son desepciones, si a mí me costaba confiar en alguien, en él estaba mas que imposible.
Ignoré aquel comentario tan patético, y me dispuse a atender en clase.
Ya por fin había tocado la siguiente hora, todos salieron como el rayo, incluso Zack. Recogí mis cosas y salí de la clase, que se me había pasado más rápido por la repentina visita de Zack.
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¿Existe el amor?
RomanceMiley, una chica de 17 años, orgullosa, fría con la gente que no la conoce, inexperta en el amor y harta de ser lo que los demás esperan. Solo tiene una cosa clara, que el amor no existe. ¿Cambiará de idea en el amor?... ¿Dejará de pensar que todos...