8° Capítulo
No sé como pero cuando me quise dar cuenta estaba él, a 5 centímetros de mi cara. Nuestras frentes rozaban y mi aliento se mezclaba con el suyo.
Esos ojos azules que tanto me decían, me hipnotizaban.
~Zack...-Susurré encima de su boca.
-Shh...
Se acercó más a mi y..
NOS BESAMOS, SI. NOS BESAMOS!.
Increíble, esa es la única definición. No vi ni arco iris ni unicornios, ni esas cursiladas. Pero vi... algo alucinante. Imposible de explicar.
Sus labios encajaban a la perfección con los mios, como si estuvieran predestinados a estar unidos. Cursilada. Lo sé.
¿Qué estaba pasando conmigo? No soy así. Desde que llegó Zack y desde que conocí a Sean, todo a cambiado.
Cuando nos separamos nos volvimos a mirar. ¿Qué es lo que me decían esas miradas?
Justo tocó el timbre haciendo que nos separáramos más ¿Qué ha sido eso?
Si quería verlo para aclarar mis ideas, lo único que había hecho es estar más confundida AÚN.
Solo había ido a 1° hora. Si ahora entraba a alguna clase sabrían que había hecho pellas. Así que salí del instituto. Así pensarían que estaba mala y me tuve que ir a mi casa. Me fue fácil salir. Ya que Drake me había enseñado un sitio.
Al salir corrí. Corrí como nunca, me quería alejar de todo y de todos.
Llegue a una especie de campo solitario.
Perfecto, es lo único que necesitaba. Estar sola, ya que nadie me podía ayudar con mis dudas. Ni yo podía.
Me senté en las pequeñas hierbas, intentando encontrarle una explicación a todo. Pero era imposible.
Zack y yo no somos nada, pero nos tratamos como algo.
Sean era simpático y me hacía reír mucho. Pero no me llenaba. No llegaba a abarcar todo en mí. No tanto como las miradas de Zack.
No sé lo que sentía. Necesitaba una explicación.
*Eres diferente...
•Wow... alguien con el ego subido a lo lado?
*Vamos princesita, no tengo todo el tiempo.
•Espero no desconcentrar con esto...
Recuerdos, todos esos recuerdos con ellos se me pasaban una y otra vez.
¡BASTA!
No puedo seguir pensando en ellos. Miré la hora en mi reloj. Las 3:00pm!! Me levanté de un salto y fui corriendo hasta llegar a mi casa.
-Miley! ¿ya has venido de tu castigo?
NOOO! se me había olvidado que tenía que limpiar la cocina del instituto con Sean.
~em... S..si.
-¿Seguro? la directora me dijo que era hasta las 4.
~Sí, pero vine a coger.... agua. Sí..emm Agua!
-Si estabas en una cocina
~Adiooos!- dije dando un portazo.
Iba a ir a la puerta del instituto, tenia que disculparme con Sean.
Esperé unos 10 minutos, y a lo lejos lo pude ver saliendo del instituto.
-Vaya... ¿vienes para verme la cara de bobo?
~Lo siento! me sentía muy agobiada. Tuve que salir a tomar el aire y pues se me hizo tarde y además se me había olvidado.
-Últimamente estás en otra parte.
~No estoy pasando por un buen momento
-Ven-dijo agarrandome de la mano y llevándome a un lugar que desconocia, pero que no estaba muy lejos de donde estábamos.
~¿Qué?
-Suéltate
~N..No!
-Vamos, por un momento de tu vida confía en alguien que no seas tú.
~Estoy confundida... imagínate que una chica es buena contigo, te lo pasas muy bien con ella, te hace reír pero no llega a...
-¿Enamorarte?
~Puede
-Sigue .
~Y por otra parte está la chica pija y popular que se cree más que los demás, pero sabes que ella es especial. O al menos eso te desvelan sus miradas que nunca llegas a descifrar.
-Pues yo... intentaría averiguar que me dicen esas miradas. Si te dicen que esa persona es especial, tendrás que averiguarlo. Y respecto a la otra chica también la intentaría conocer, tal vez ella me haga ver la vida de otra manera.
Las palabras de Sean eran las que necesitaba. ¡Las correctas!
~Muchas gracias Sean.
-No hay de que
Sean y yo estuvimos toda la tarde juntos, corrimos, saltamos, reímos, nos sacamos fotos poniendo caras raras. Sean era el indicado para subirte el ánimo en un mal día. Me lo pasaba muy bien con él.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
-Vamos Miley! otro día en el que vas a llegar tarde- Prácticamente ya no necesitaba alarma. Mi madre hacía esa función a la perfección.
Me levanté de la cama y me vestí, bajé, comí y me fui de mi casa despidiéndome de mi madre.
Al llegar me encontré a Drake en la puerta
-Miley! ¿donde estuvistes ayer?
~Necesitaba pensar.
-En...
~Ven...-Lo alejé del lugar y le conté todo. Entramos dentro y nos fuimos a los casilleros, saqué los libros necesarios y me apoyé en mi casillero haciendo cerrar la puertita de esta.
Al mirar al frente veo a Zack enrrollándose con una del club de animadoras. ¿Qué habían de esas miradas? Tal vez se las mandaba a todas y yo como tonta le vi algo especial.
Mis ojos se enrojecían. Alguien diría que se me aguaban porque quería llorar. Pero no. No iba a soltar ni una lágrima, no le daría el gusto.
-Miley... estás bien?
~Sí- Mentí.
-¿Aún te importa?
Miles de recuerdos pasaron por mi mente y susurré: "Ya no"
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Gracias por leer :)
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¿Existe el amor?
RomanceMiley, una chica de 17 años, orgullosa, fría con la gente que no la conoce, inexperta en el amor y harta de ser lo que los demás esperan. Solo tiene una cosa clara, que el amor no existe. ¿Cambiará de idea en el amor?... ¿Dejará de pensar que todos...