3° Capítulo
Me desperté a las 4, puesto que yo hago volleyball, y tenía clases a la 5. Me puse mi ropa de entrenamiento, y después me até el pelo en una coleta alta. Bajé abajo y me quedé hasta las y media viendo la televisión. A las y media la paré y salí de mi casa, iba a ir caminando así me despejaba.
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Estaba cansada, ya había cenado y me había dado un baño relajante, me acosté en mi cama y caí en uno de mis profundos sueños.
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-MILEY! Vas a llegar tarde, como siempre-Uff esto de despertar con los gritos de mi madre ya era costumbre.
Me metí en la ducha. Al salir me puse mi ropa interior (claramente) y unos pantalones vaqueros con una camisa corta negra, que decía "Rock" amaba esa camisa, me dejé el pelo suelto y solo me puse brillo.
Bajé y me serví mi comida.
-¿Quiéres que te lleve al instituto?- me propuso mi hermano.
~Tengo que aguantar a dos prepotentes en el instituto. No tengo ganas de empezar el día con mal pie.
-Amargada.
~Ah.. muy bien. Pero escucha, la próxima vez que me vayas a juzgar, me das tu opinión cuando te la pida, o cuando me importe- Al terminar de decir esto, le di una sonrisa falsa y salí al instituto sin despedirme
Prefería mil veces ir caminando a tener que ir en coche con el mono de mi hermano juzgándome por todo. Además el instituto estaba al lado de mi casa.
Al entrar vi millones y millones de carteles, y a todo el mundo alborotado.
~Woo ¿Qué es lo qué pasa?- dije dirigiendome a Drake.
- Ohh dios mio, no te has enterado? Hoy see sabe lass candidatas del concurso de belleza.
Se me había olvidado que todos los años se hace un estúpido concurso de belleza, donde solo los descerebrados quedaban nominados. Pero no era un concurso de belleza normal y corriente, nosotros lo hacíamos diferente. No eras tu la que se presentaba a esa humillación, sino que los alumnos votaban quien debería de ser la nueva reina de belleza durante un año. Y aunque no quisieras participar, tenías que hacerlo. Normas de la estirada y rica directora Margaret. Solo le importaba el físico y el dinero. Estaba operada por todas partes, era prepotente y extravagante. Era como Maddie de mayor. La que ganara el concurso, tendría una cita con el ganador. Estúpido, lo sé. ¿Pero que voy a hacer? estoy en contra de esa forma de perder el tiempo, pero no tengo el poder para pararlo. Ojalá lo tuviera.
~Ah... es verdad, el concurso patético ese.
-Mm.. Miley, la noticia más impactante es que eres la 2° más votada, seguro que entras en el concurso de belleza!!- dijo muy ilusionado.
~¿¿QUÉ?? No pienso participar en eso!
-Vamos, podrías ganar y salir con el ganador.
~Ni de coña, no pienso exihibirme ante ningún patán que no tiene otra cosa que hacer que juzgarme. Me niego!
Siempre me he reído de ese tipo de eventos, y no caería tan bajo de asistir a uno..
-Miley! Margaret te obligará.
~Me pondré mala...- dije con una sonrisa malvada.
-patética
~Patético es el concurso.
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¿Existe el amor?
RomansaMiley, una chica de 17 años, orgullosa, fría con la gente que no la conoce, inexperta en el amor y harta de ser lo que los demás esperan. Solo tiene una cosa clara, que el amor no existe. ¿Cambiará de idea en el amor?... ¿Dejará de pensar que todos...