Pacto Con Un Demonio| EN EDICION

DIESCISIETE

Jorge

—¿Quien es Noah?—. Pregunta Yeret desde mi habitacion. Ya ha pasado mas de una hora desde mi encuentro "casual" con Laila.

—¿Porque lo dices?—. Ya que el no habia visto a Noah, o eso creo yo. El plan fue que el le quitaria el collar y yo la "rescataria" de ahi, para yudarla,pues necesito volver a tener una conexion con ella.—¿Acaso lo viste?.

—No, pero cuando estaba encerrada no dejaba de gritabar ese nombre. ¿Que tipo de relacion tienen?

—Ellos...son novios—. Exprese con enojo.

—¿Novios?—. Parecia sorprenderse.—tan rapido, ¿hace cuanto que ustedes ya no son novios?

—Pues desde hace...—Me detuve un momento.—¿Como sabes que eramos novios?.

—Ah...bueno—. Rie falsamente, suelta un suspiro.—¿Era obvio no?—. Le sigo observando extraño. —Ademas, cuando vi aquel recuerdo en tu mente, lo supuse, dijiste ciertas cosas que me hicieron saberlo. Vamos, tampoco es tan dificil darse cuenta, y que por eso quieres vengarte ¿no?.

—Quiero vengarme por lo que me hizo, perdi tiempo para nada, y luego llega otra persona...

—Am si, si, si, ya nos vengaremos de todo aquello. Hablame mas de ese Noah.

—Pues nada, es nuevo, tiene como 3 dias...

—¿tres dia?, vaya, resulto mas viva de lo que pensaba, tan linda que se veia.

—Lose, y lo peor fue que..—Me quede pensando, iva a decirle que lo peor habia sido que fue un dia despues de que terminamos, pero seguro querria saber porque y no queria que se volviera a meter en mi mente.—...Se le notaba muy feliz con el.—Invente algo demasiado rapido. Trataba de no pensar para que no leyera mi mente.

—Que extraño...

—¿Y el collar?—. Cuestione intrigado.

—Esta guardado en uno de tus cajones, no lo toques, almenos que quieras hacerte daño...

—¿Y porque me lo tengo que quedar yo?.

—Porque si me lo llevo yo, me ocasionara muchos problemas, y en cambio ati, ¿que puede hacerte?.

—¿Matarme? Por ejemplo.

—Nah, aunque seria gracioso ver eso.

—¿Te parece gracioso que me maten?.

—Me parece insignificante...—Abri mis ojos como platos.—Pero tranquilo no lo hare, te necesito para el pacto.

—¿Y despues del pacto?

—Ya hablaremos de eso. Me ire por un dia, o dos, depende de lo que me tarde arreglando un asunto pendiente. Vere si puedo venir entre esos dias aunque sea un momento.

—¿Y si no me encuentro aqui?

—Hare que te encuentres.—Su tono de voz demasiado intimidante me hacia no querer salir de mi habitacion nunca mas.
—Tengo que irme, por mientras, ¿recuerdas lo que tienes que hacer?.

—Si, acercarme lo mas que se pueda a Laila.

—Exacto. Me marcho, haz lo que te dije.— Y desaparecio, nisiquiera se tomo la molestia de saltar por la ventana. Ahora entendi porque no le sucedio nada, o siquiera se escuchara un ruido al caer. No habia caido al suelo, habia desaparecido antes. Vaya, eso explica como entro a mi habitacion la primera vez.
Me deje caer en la cama, queria dormir un rato.

Noah

—Vamonos de aqui, no voy a comprar nada de esto—. Le confese, el parecia estar divertido ante mi reaccion, mas no se veia con intencion de marcharse.

—Oh, si que lo haras, ¿por el pacto?, ¿no?.—. Sigue burlandose de mi.

—No es necesario. Hablare con ella.

—¿Ah si?—. Sonrie divertido.—¿porque te preocupa tanto?. Hazlo por el pacto amigo.

—Porque...es ridiculo.

—¿Y? Tambien divertido.—Comenta riendose.

—Vamonos de una vez yo no voy a...

—¿Se les ofrece algo jovenes?—. Nos pregunta una anciana, mientras camina lentamente hacia nosotros. Mostrandonos una sonrisa.

—Si—. Respondio Draco.—Mi amigo quiere regalarle unas flores a su novia pero le da verguenza y no sabe que regalarle.¿Nos puede ayudar con eso?—. Le doy un codazo para que se calle pero parece ignorarme.

—Oh.—Suelta una risilla.—Claro que si, y usted no tiene que sentir pena, seguro ella se sentira muy afortunada de tenerlo.

Se retira de ahi. Supongo que para buscar las flores.

—¿Ves hermano, es mas facil de lo que crees?.

—¿Y si no podemos chantajearla?.

—Shhh.—Me agarra del brazo, y me hace una señana para que me calle.—Claro que podremos, es una humana.

—¿No le notas algo extraño?.

—¿Extraño?, lo que pasa es que estas nervioso. Relajate.

Despues de un rato. La anciana salio con unos girasoles. ¿girasoles?!, de haber sabido arrancaba unos en el monte. Draco al notar mi reaccion comenzo a reirse. La anciana no nos presto atencion y comenzo a decorar dichas flores. Seguro queria ahorrarse dinero. Me acerque a ella curioso. Mi amigo se quedo observando el lugar.

—Vaya...¿asi que usted decidio que los girasoles le gustaran?.

—No lo decidi, lose.—La mire extraño.—Me refiero a que ¿a quien no podria gustarle los girasoles?.

A mi, por ejemplo. Pense. Mas no quise ser grosero y no le dije nada.

—Tiene razón—Solte una risa fingida, ella tambien se rio.—Por cierto, ¿cuanto sera?—. Mencione una vez que termino de arreglar las flores. No es como si fuera a comprarlas o algo asi por el estilo. Pero tenia la duda de cuanto dinero deseaba ahorrarse. Seguro nos estaba viendo la cara.

—Aun no he terminado. Espere un momento.—Dicho esto se retiro con las flores. Me gire para observar a mi amigo que aun estaba viendo el lugar y las flores que se encontraban en el. Luego se voltea y me hace señas con las manos diciendome "¿que paso". Yo tambien hice una seña con la palma de la mano, indicandole que me esperara un momento, pues la anciana se estaba acercando.

—Ya he vuelto—. Hablo aun muy sonriente.—¿Sabes?, aveces no nos damos cuenta de las cosas hasta que son demasiado tarde. Y despues nos arrepentimos de no haberlo pensado bien, yo creo que es hora de dejar de pensar en lo que puede suceder, y hacerle caso al corazon, hacer lo que te gusta, independientemente de lo que los demas piensen o esperen que hagas...

—¿Me esta dando un consejo acaso?.— Le sonrei, seguro y pensaba que habia peleado con mi novia. Y pues si, pero no era mi novia. Aunque, se me hizo extraño que dijiera todo esto por eso pregunte.

—Tomalo como gustes.—Me extiende las flores para que las tome. Han quedado bellisimas. Me preparo para observarla a los ojos y chantajearla, que lastima, pues me habia caido medio bien, pero nimodo, estoy apunto de hacerlo cuando su misma voz me saca de mis pensamientos.—Toma, son un regalo de mi parte, para que se las des a ella.—La observo confundido, ella esta de lo mas tranquila.—Cuidate, Noah.—. Y se va a si sin mas. Me quedo ahi quieto analizando todo. ¿Porque me regalo las flores? Pero sobre todo..

¿Como sabe mi nombre?.