-VEINTIDOS-

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Volvi a la habitacion de Laila, ella estaba recostada en su cama. Nisiquiera se habia percatado de mi presencia.

—Laila, ¿estas bien?—. Pregunte pues parecia ida.—¿Laila?—. Volvi a hablar mientras me acercaba a ella y me sentaba en su cama.

—¿Sabes?. Pense en todo lo que me dijiste acerca de Jorge. Perdon por ser...tan cobarde—. Dicho esto las lagrimas comienzan a caer por su rostro.

—Hey, no digas eso...

—Lo soy Noah, lo soy.

—No, no lo eres. Mira que tomar demasiado tranquilo un pacto con el diablo es solo de valientes.—Ella se rie de mi comentario y deja de llorar.—Y soportarme tambien.—Vuelve a hecharse a reir.

—¿Pi-piensas que soy valiente?.

—No lo pienso.—Ella se decepciona y agacha la mirada. Tomo su barbilla haciendo que me observe.—Lo eres.

No dijimos nada. Solo nos quedamos observandonos. Como esos momentos que el silencio es comodo. Donde prefieres disfrutarlo...aunque sea un poco.

—Pero bueno...—Hable y ella reacciono, volvimos a nuestras posiciones normales.—¿Ya estas mejor, ¿porque faltaste?.

—Bueno...yo no tenia muchas ganas de ir despues de...todo lo que paso.

Suspire. Todo habia sido mi culpa. Si no me hubiera ido...

—Perdoname, es todo mi culpa.

—¿Tu culpa?—Ella fruncio el ceño.—¿porque tu culpa?

—Porque si no me hubiera ido...

—Si no te hubieras ido, como quiera tratarian  de hacerme daño, y de manera mas inteligente porque estas tu. No tienes la culpa de nada. Solo estabas cumpliendo tu deber.—Le dedico una sonrisa ante sus palabras.

—¿Haras algo hoy?—Pregunte mas me senti estupido.

—Nolose, ¿porque?—Me miro extraño.

—Bueno, talvez...tu...—Que carajos me pasaba, nunca me habia puesto nervioso con ninguna chica.—Quisieras...—Me cuesta hacerlo y un monton. Suspiro.—Bueno basta, ¿quieres ir a una parte conmigo? O no?.

Ella se hecho a reir. ¿Tan malo habia sido invitandola?. O se reia porque no va a salir conmigo.

—Si, si quiero...

—Bueno, igual, ni queria que salier....—Me detengo al analizar bien sus palabras.—¿Si?.

—Si Noah, salgamos, total, no pretendo hacer nada hoy.

—¿Osea que solo saldras conmigo porque no tienes nada que hacer hoy?.

—No..—Ella deja de reir al ver mi expresion. En realidad solo estoy fingiendo estar molesto. Pero es divertido.—Me referia a que...

—Ay ya basta!—La corte mientras me levantaba y la jalaba de la mano para que ella tambien lo hiciera—Solo bromeaba. Vamonos ya.

—¿A donde?—. La observo como si fuera logico.—¿Ya?,¡Nisiquiera me he cambiado!

—Te ves bien. Y si ahora mismo.

—Pero Noah...

—Aceptaste salir conmigo. Ahora cumplelo.— Digo mientras camino hacia la ventana. Estamos en el tercer piso. Seria divertido saltar. Claro que no moririamos, haria que desaparecieramos antes.

—¿Estas planeando....saltar por ahi?—Susurro aterrada. Se quedo paralizada sin moverse. Estire su mano pero no funcionaba.

—Es necesario.—Explique. Claro que no lo era.—Te juro que no vamos a caer al suelo si es lo que temes.—Ella no parecia estar muy convencida. Le sonrei calidamente. —Te lo prometo.

A duras penas comenzo a caminar. Nos aproximamos a la ventana. Yo estaba divertidisimo, tenia ganas de hacerlo, sin embargo Laila se mantenia horrorizada.

—Hey—. Su mirada viajo de la ventana hacia mi.—Si no quieres no, hay otras maneras.

—La verdad es que le tengo mucho miedo a las alturas. Perdon—Se disculpa. Rodeo su cuerpo con mis manos, ella tambien me abraza.—¿Entonces, no tenemos que hacerlo verdad?....—Dice ya mas calmada mientras seguimos abrazados.

—No tenemos que hacerlo..—Afirme,mientras la abrazaba mas fuerte.—Pero lo haremos...

Antes de que ella pudiera reaccionar salte con ella por la ventana. Se sentia increible, pero al parecer Laila no pensaba lo mismo.

—¡Que cabron!—. Exclamo mientras la empujaba conmigo por la ventana.Tambien no paraba de gritar..—¡Vamos a morir!¡Vamos a morir!.

Que dramatica. Pense

—No vamos a morir.—Dije rapidamente, ya estabamos cerca del suelo.

—Pues si. Tu ya estas muerto.

Aunque talvez sus palabras me trajeron un poco de tristeza me rei. Antes de tocar el suelo ya estabamos en otro lugar.
Ya habiamos tocado el piso. Mas sin embargo Laila se seguia aferrando a mi.

—Laila, ya llegamos.

—¿Ya estamos muertos?.

—Que no, estamos bien, bueno, tu estas bien.—Ella se quedo callada un momento, sin saber que decir o que responder.—¿Te gusta este lugar?.

La habia llevado a una playa. Una playa lejos y escondida. Que solo la conozco porque mi madre adoraba venir aqui.

—Wow, jamas habia estado en una playa antes.

—¿De verdad?. Mentirosa.

—No enserio. Papa nunca tuvo mucho tiempo para mi..—Confiesa un poco aguitada.—Y mi madrastra, bueno, digamos que no nos llevamos muy bien del todo.

—¿Y tu madre?—. Cuestione. A ella parecio formarsele un nudo en la garganta. Parecía que no queria responder.—Perdon, yo no debi haber preguntado, sabes debemos meternos no? Porque...

—Yo nose...donde esta ella. Un dia desaparecio sin dejar rastro. Papa nunca habla del tema. Y unas cuantas veces intente con mi madrastra, solo decia cosas malas de ella, que tenia otro hombre y por eso se habia ido. Se que no es cierto, pero si debe haber un motivo, solo que  nose cual es.— Sus ojos comienzan a humedarse .

— No,no,no, no llores—.Limpio sus ojos con mi mano.— Vamos a meternos a la playa si?.

— No traje ropa. Mirame estoy en pijama— Murmura angustiada mientras la tomo del brazo. La suelto y me quito la camisa y mis pantalones. Dejandome solo en boxer.
Laila no deja de observarme. Parece que esta sorprendida, me rio ante eso.

—¿Te gusta lo que ves?—. Cuestione. Ella dejo de mirarme y sus mejillas se tornaron rojas, no sabia que responderme.

Seria un dia divertido...












Pacto Con Un Demonio| EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora