Puppet Marionnatte

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Cuando Mai me presentó a Bonnie yo entré en modo hermano protector, al principio había creído que él era alguna especie de conquista pero me equivoqué terriblemente. Había sido genial, nos comenzábamos a juntar más seguido hasta el punto de que ya era uno de mis amigos. 

Cuando hablé con él y me sinceré con respecto a como me sentía, me apoyó, no me discriminó ni "aceptó"; me ayudó a poder sentirme mejor conmigo mismo. Me ayudaba a escoger ropa, me cortó el pelo, me defendió y mucho más. Incluso estuvo conmigo cuando le confesé que su amiga, Chica, me gustaba, él se emocionó hasta el punto de querer ayudarme. 

Salí de la ducha ya vestido con mi pijama y me tiré sobre la cama, la carta aún permanecía doblada sobre el buró, había sido un cobarde y no la había leído, pero en algún momento debía hacerlo así que simplemente la tomé y lo hice; la leí. 

"Hola querido Puppet, sé que probablemente te volverás loco ante mi ausencia pero déjame decirte que no te preocupes; me las arreglaré aquí del otro lado. 

Espero y logres algo con Chica, y aunque te quiera mucho si le haces algo juro volver para matarte. Prometo que estaré al tanto de todo, no sé cómo, pero lo haré. Y como yo prometo eso, tú debes prometerme que no te dejarás vencer y lucharás por todo lo que anheles; como entrar al baño de hombres sin que te miren raro. 

Cada vez que necesites desahogarte quiero que en la noche mires el cielo y le digas al viento todo lo que sientes, lo que quieres, todas tus penas, tus dolores, que te expreses tal y como alguna vez lo hiciste conmigo. 

También cuida de Mai, me gusta la pareja que puede llegar a hacer con Maggie pero mantente alerta, y si resulta bien...quiero que le hagas saber que estás orgulloso y feliz de su progreso. Recuerda aquella noche en la que no podía tolerar que le gustara una chica, realmente le costó asimilarlo así que debemos cuidarla; tú junto a ella y yo donde sea que esté. 

Probablemente deje las cartas bajo tu puerta, así que perdóname por ello, pero no quería el recuerdo amargo de llorar abrazados. 

Los quiero, a ambos, y si alguien trata de sobrepasarse, drógalo, es la única solución :)"

Río levemente ante la última frase y voy casi corriendo hasta la ventana abierta de mi habitación, me asomo a esta sintiendo el frío viento chocar contra mi rostro, la situación me supera y sin más dejo salir mis lágrimas esperando que, donde sea que esté sepa cuánto lo quiero. 


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La despedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora