Joy Jhonson's

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Joy observó con tristeza a sus dos mejores amigos, ambos se notaban decaídos y no tenía mucha idea de que hacer. 

—¿Qué sucede Mangle?— preguntó mostrando su preocupación. 

—Foxy ha estado muy extraño, y realmente no sé porqué— contó alzando por primera vez la mirada dejando ver por primera vez su rostro, se notaba cansada y, aunque pudiese sonar ofensivo, totalmente desgastada. 

—¿Extraño? ¿Extraño de que forma?— volvió a preguntar tratando de buscar una solución pero golpe que dio Bon a la mesa ratona logró descolocarlas. 

Ambas chicas le miraron confundidas, las lágrimas corrían por las mejillas morenas del chico y tenía el labio tembloroso. 

—¡¿Qué carajos les pasa?! ¡¿Cómo pueden actuar así con todo lo que está pasando?!— recriminó totalmente alterado, y antes de esperar alguna respuesta el chico se levantó y se fue. 

—Yo...¿entendiste algo de lo que acaba de suceder?— preguntó Mangle asombrada por la actitud de su mejor amigo, pero solo recibió una negativa de la rubia que, como era de esperarse, se encontraba en las mismas condiciones. 

Pasaron al menos unas horas cuando ellas se despidieron y la peliblanca se fue hacia su casa, dejando sola a Joy que sin dudarlo se acercó a su mochila. Esa mañana Freddy, actuando más extraño de lo normal, le entregó un sobre con su nombre y se fue corriendo a la misma vez que llegaba Owynn a su lado. 

Odiaba esa parte de sí misma que le temía a todo, simplemente era un sobre entre sus manos pero sentía que se trataba de una bomba. Y aún así, sin dudar un segundo más, lo abrió. 

"Cuida bien de Bon." 

Era eso, una carta sin remitente que le daba un extraño consejo. 

—¿Cuidar a Bon? ¿De qué?— pensó en voz alta. 


La despedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora