La despedida

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Freddy entró con un gran sonrojo al baño de hombres, hace un rato había visto a Owynn entrar y tenía su carta en el bolsillo trasero de su pantalón. 

No sabía que Bonnie lo conociera, pero teniendo en cuenta que el más bajo tenía idea sobre la presencia de Fred ya se esperaba cualquier cosa. 

—Hola Owynn— saludó. El nombrado se volteó y sonrió acomodándose los lentes al ver de quien se trataba. 

—Freddy, Fred, no les había visto en todo el fin de semana— comentó acercándosele. 

Algo que le gustaba a ambos portadores del cuerpo es que los quisiese por igual, que aceptase sus defectos y amase sus virtudes. 

—En este momento estoy hablando con Freddy, ¿verdad? 

El castaño asintió y enseguida estaba envuelto por los brazos del más alto, recibió un beso en la sien y se dejó hacer abrazándolo por la cintura. 

—Bebé, ¿acaso me estabas buscando? 

—¿Tú conocías a mi amigo Bonnie? Pequeño, pelo morado, muy pálido...— preguntó Freddy alzando la vista. 

Owynn se había tensado ante la mención del chico, cosa que habían notado Fred y Freddy. 

—Hemos cruzado palabra alguna que otra vez, aunque hace días que no le veo, ¿sabes algo? 

El pelimorado se sentía mal por mentirle, los preciosos ojos de su novio le miraban brillantes y la culpa le carcomía. 

—No mucho, solo que ha dejado unas cartas, y tengo una para ti. 

—¿Para mí? 

Joder, algo ha salido mal.