10. Cita con glamour

138 21 109
                                    

Ya habían pasado dos días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya habían pasado dos días. Y hoy tenía la cita.

Me sentía raro. Nervioso. Todo se sentía extrañamente nuevo cuando ya había hecho esto de quedar con una chica decenas de veces antes. Me preocupé más de lo normal por mi aspecto y olor corporal, incluso me atreví a ponerme una colonia que tenía por ahí, regalo de algún familiar que no recuerdo, y que no había usado todavía. No olía mal, por suerte, porque para probarla me la puse. ¡Yo no cometía estas torpezas!

¿A lo mejor era por la edad de la chica? Quizás. Eso sí era nuevo para mí, salir con alguien con tanta diferencia de edad. No sabía ni a qué se dedicaban sus padres. Si su padre era policía iba a acabar en la cárcel. O juez. O abogado. Dios, esto podía salir mal de tantas maneras... ¿Cómo era la ley en España...? Me suena que por encima de dieciséis años bien. Pero incluso dudaba de que llegara a los dieciséis...

Bueno, al fin y al cabo sólo habíamos quedado para tomar algo, nada más. Pero la cosa pintaba bien, no me imaginaba de qué manera podía torcerse, estaba muy seguro de que a Carla yo le gustaba. Lo sabía.

Traté de ignorar ese nerviosismo que era tan raro en mí y salí de casa para dirigirme al VIPS, donde habíamos quedado.

Al acercarme por la avenida la vi ya de lejos. Qué puntual era. O que yo llegaba tarde. Tras mirar la hora, era más bien esto último... Ella me vio desde lejos también y saludó con la mano, estaba atenta. Le devolví el saludo. Cuando llegué junto a ella y tiró a darme dos besos, la cogí y la abracé. Me pareció más apropiado. ¿Acaso íbamos a ser dos desconocidos que se dan dos besos? Pareció un poco sorprendida, quizás.

-Hola -dijo.

-Muy buenas. ¿Qué excusa tienes para ser tan puntual?

Se rio.

-Pues llevo aquí bastante rato, la verdad. He venido súper pronto.

-Claro, estabas tan nerviosa en casa que has tenido que salir.

Sonrió y comenzamos a andar.

-¿No entramos al VIPS? -dijo.

-Por Dios, qué poco glamour. ¿De verdad quieres tener nuestra primera cita en el VIPS? Vamos al Tommy Mel's.

-¡Oh sí, sí! ¿Nos podemos pedir un helado?

-Claro, ése era mi objetivo.

Sabía que le gustaría. Cruzamos la avenida y entramos en el Mel's. Nos pedimos un par de helados gigantescos. Sacó su móvil cuando nos los trajeron para hacer una foto.

-¿Postureo ya nada más empezar? ¿La vas a colgar en Facebook, Twitter o Instagram?

-¡En las tres, jajaja! -Le puse cara de que no me lo creía-. Qué va, es broma, es para nosotros la foto. No pensaba subirla.

-Ah, me parece muy bien. Nuestra primera comida juntos. Así se la podrás enseñar a nuestros hijos y a nuestros nietos.

-Y dale con los hijos. ¿Y si yo no quiero tener hijos? -Tras probar el primer bocado del helado, añadió-: ¿Y si no quiero tenerlos CONTIGO?

Amor a primer baristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora