Amor a primer barista

16. El final

-Anda que la liaste parda ayer, macho.

-Paco, ¿no habrías hecho tú lo mismo? ¿No habíamos quedado en que te comportarías como macho alfa? ¿No defenderías a tu hembra si le quieren pegar?

-¿A qué hembra?

-Joder, ¿sigues a dos velas, nano?

-Bueno, la verdad es que...

-¿Que qué?

-¿Te acuerdas de Iron Maiden?

-Ostia, ¡no jodas! Pero tú quedaste con Metallica.

-Sí, pero parece que a quien le gustaba es a Iron Maiden...

-¿¿Habéis quedado??

-Sí, y ha ido muy bien...

-¿Qué quiere decir muy bien? ¿Os habéis liado?

-Sí.

-Ooooh aquí hay mucho que celebrar -dije gritando-, ¿seguiste mis consejos de maestro?

-Mmm la verdad es que no mucho. Simplemente me mostré como era yo.

-¿Ah, sí? ¿Y le gustó eso?

-¡Oye, vosotros dos! -gritó nuestra jefa mientras salía de la trastienda-. Siempre estáis igual, no os voy a poner a trabajar juntos nunca más.

-Vete a pintar cuadros -le respondí sin pensar, puesto que me molestó su interrupción cuando por fin Paco me estaba contando que había triunfado. Enseguida me di cuenta de mi error.

Mi jefa me miró como no me había mirado nunca. Sólo me hizo un gesto con la mano para que fuera a la trastienda con ella.

-Estás despedido. Coge tus cosas y vete.

-¿Cómo?

-Lo que has oído. Llevo tiempo aguantando tus impertinencias y hoy has colmado el vaso. No quiero verte más por aquí. Márchate.

-Lo que quieres es no verme más porque cada vez que me ves recuerdas que te eché un polvo y no quise nada más de ti.

-No voy a discutir contigo, Víctor. He decidido que no voy a gastar más energías en ti. No me vale la pena.

-¿Y cuándo has decidido eso? Dices que acabo de colmar el vaso.

-No tengo por qué darte más explicaciones. Lo único que necesitas saber es que has sido despedido por desobediencia y falta de respeto a tu supervisora. No sé el término exacto. ¿Insubordinación? Lo buscaré, no te preocupes, lo pondrá bien claro en tu carta de despido. Ahora vete.

-Esto es un despido por desengaño amoroso. Y probablemente celos también.

-Mira Víctor, no me tires de la lengua... Es mejor que te quedes así, con lo que sabes. Que como me toques el tema de la muchacha ésa y el numerito que montaste delante de los clientes...

-No había casi clientes. Y sí, te tiro de la lengua, ahora que he perdido mi trabajo quiero saberlo todo.

-Vale, pues tírame de la lengua. Sólo tienes que insultarme por última vez y te enterarás por mí de lo que te va a ocurrir dentro de no mucho.

Mi intuición me decía que algo malo, realmente malo, se estaba guardando pero que al mismo tiempo deseaba decirme como venganza. Así que le seguí el juego.

-Qué hija de puta que eres.

-Has sido denunciado. Creo que el término era corrupción de menores, pero no te preocupes que también te aparecerá clarito en la notificación de denuncia. Como debes de saber, la edad de consentimiento sexual en este país es de dieciséis años, lo que significa que es delito por debajo de esa edad aunque haya consentimiento. Contacté con los padres de Carla. Como sabes su instituto está aquí a la vuelta de la esquina. No me costó trabajo conocerlos, vienen a traerla y recogerla cada día. Así que cuando montaste ese numerito ayer demostrando ante todo el mundo que tienes una relación ilegal con una menor, me pareció que sus padres estarían muy interesados en escuchar la historia. ¡Y vaya si lo estuvieron! Te puedo asegurar que no les importó comprobar si ha habido relaciones sexuales o no. Hace un rato me han confirmado que han cursado la demanda contra ti y me dan las gracias por todo.

No podía creer lo que estaba escuchando y se me atragantaron las palabras. Era como si el futuro fuera un telón resplandeciente y de pronto se derrumbara a mis pies. En un primer impulso quise matar a mi jefa, o golpearle al menos, pero se me pasó en menos de un segundo. Perdí todas mis energías. Recogí mis cosas del vestuario y sin siquiera cambiarme me marché de la tienda, deseándole a Paco mucha suerte con Iron Maiden mientras salía por la puerta para no volver jamás.

¿Os esperabais esto? >:c