"Tabú"

Parte 6: ¿Puedes sentir mi dolor?

6-¿Puedes sentir mi dolor?

**Soujun**

Starrk estuvo en una expedición a África durante tres meses. En ese largo tiempo, Byakuya empezó a ver con claridad. Sus ojos azules, idénticos a los míos, miraban todo a su alrededor con admiración y detenimiento. Podía pasarse horas mirando a una pared, aunque en realidad no observaba eso, sino a los espíritus que aún seguían en mi casa "mis huéspedes espirituales" como yo les llamaba. La anciana que vivía entre nosotros le encantaba distraer a Byakuya con carantoñas y yo sabía que cuando el pequeño sonreía era porque podía verla.

-¡Es adorable, Soujun-kun!! Me recuerda mucho a mi nieto -

-A mí me dan ganas de tratarle como a un hijo- observo la melancolía en los ojos del fantasma de la mujer más joven acompañada del muchacho también espiritual.

-Podéis tratarlo como si fuera de vuestra familia, a fin de cuentas, todos vivimos aquí ¿no? –

-Soujun-kun...eres un verdadero ángel...-

-Sí...un ángel de la muerte....-

Unos golpes en la puerta me sobresaltan tanto a mí como a los espíritus que desaparecen de inmediato. Byakuya empieza a agitarse dentro de su cuna y trago saliva al ir hacia la puerta y abrir despacio, preparando mi mano por si tengo que invocar algún kidou. Es raro que incluso mi propio hollow interior esté tan tranquilo, al final ha decidido permanecer en mi cuerpo y dejar a Byakuya en paz....cosa que yo deseaba con todas mis fuerzas. Reprimo un jadeo de sorpresa al ver una figura imponente ante mí cubierto por una lona negra sobre la cabeza debido a la tormenta que está asolando fuera. El desconocido se retira la lona y Starrk aparece bajo ella con una expresión dulce en sus ojos al verme.

-Estoy en casa....-

Reprimo las ganas de llorar al ver que viene muy cansado y con las ropas echas polvo. Está mucho más delgado que cuando se fue y una barba poblada cubriendo su rostro, aparte que el pelo le ha crecido demasiado y lo tiene más rizado sobre los hombros.

-Bienvenido.....-

Le abrazo con fuerza sintiendo sus manos grandes y protectoras en mi espalda y él se agacha para poder besarnos, ya que siempre he dicho que la diferencia entre nosotros de altura es considerable, por no decir la edad....yo casi tengo diecisiete y aparento ser el mismo niño que cuando tenía quince y él ya tiene casi los veintinueve...un abismo brutal entre nosotros. Nada importante que no hayamos superado.

Le ayudo a quitarse la chaqueta mojada y Starrk sonríe a nuestro pequeño que le mira con atención y en silencio, como si le reconociera.

-Ey! Mírale...como ha crecido ¡y qué ojazos! Ya sabía yo que serían herencia directa-

-Tendrás tiempo para cogerle, voy a prepararte el baño-

-¿Has recibido bien el dinero que te he ido mandando por carta verdad?-

Sí...cada vez que pienso en el dinero se me hace un nudo en el estómago. Starrk se ha dejado la piel en la campaña para mandarnos dinero, si no estaríamos en la calle mendigando, de ahí que haya tardado más en regresar...que ironía, yo que soy de un clan noble y adinerado teniendo que penar por el maldito dinero...

Lleno la bañera y aviso a Starrk para que venga. Mientras se desnuda pongo a calentar la olla y preparar algo de arroz hervido, imagino que vendrá hambriento. Me acerco al baño para ver qué tal le va y se me cae la toalla de las manos al ver horrorizado las marcas rojizas que hay en su espalda. Son erupciones.... ¿pero de qué?? Tiemblo al ver de nuevo el "cuentakilómetros" en su cuerpo y corro hacia la cocina para calmar mis nauseas inclinándome en el fregadero. Tengo que calmarme...me prometí a mí mismo que no pensaría en su corto tiempo mientras estuviéramos juntos...él no tiene que sospechar....me limpio la boca y regreso al baño sonriendo forzadamente mientras él se pasa la esponja por el cuerpo.