Una oportunidad para amarla

>Capítulo 4: Empieza el show<

El demonio cargaba a la niña como si de un costal se tratara, el demonio estaba a nada de lanzarla por cualquier sitio alto que pasaba pero por alguna razón estaba soportándolo las miles de cosas que le decía la chica.

— ¿Ya llegamos? — el demonio patea la puerta del estudio.

— Ya — añade malhumorado entrando al estudio.

El demonio cargaba a la pequeña dirigiéndose a la zona donde más ruido había a estas horas de la noche, igualmente patea la puerta donde de golpe dos hombres se estrellan contra la pared.

— ¿Ya llegamos? — el demonio deja caer extrañado a la chica al duro suelo quien está se queja al instante.

— ¡¿Porque lo hiciste?! ¡Confié en ti! — Henry quien tenía acorralado a Joey contra la pared manchado de sangre.

— ¡Te dije que era por el bien de todos! ¡¿Porque no puedes entenderlo?! — Joey habló como pudo tratando de quitarse como pudo.

— Qué bonito show y todo se montaron buenas mujeres pero quiero simplemente deshacerme de esta cosa de aquí — el demonio tomo a Henry separándolo de Joey.

— ¿La encontraste? — pregunta este.

— ¿Qué clase de ejemplo le estas dando? — el demonio aún tomándolo le muestra a la niña quien veía la escena asustada.

— ¡______! — Henry se suelta corriendo hacia la niña quien rompe en llanto abrazándolo.

Bendy solo se les queda viendo cuando en eso Joey agarra de los cuernos a Bendy tirándolo al suelo impidiendo moverse.

— ¡Quítate de encima viejo asqueroso! — grita enojado el demonio quien hacía de todo para zafarse del agarre de Joey.

— ¡Rápido corran! ¡Rompió las cadenas! — Henry se separa de la niña quitando a Joey de encima —. ¡¿Qué crees que estás haciendo?!

Henry lo quita de encima mirándolo con el ceño fruncido más que nada por enojo.

— ¿Qué es lo que estás haciendo tú? — Joey lo mira extrañado.

— ¿Qué estoy haciendo yo? ¡Estoy tratando de salvarlos! — exclama Joey señalando a Henry.

— Salvarnos no significa pisotear a los demás Joey, Bendy es un ser vivo por más malo y terco que sea.

— Gracias.

— Estuve 15 años salvándolos de una muerte segura ¡Y ahora está aquí sin sus cadenas! — menciona Joey más que alarmado aún sin poder creer que tener a un demonio suelto sea normal y tranquilo.

— Bendy tiene mis cadenas Joey que a comparación de las tuyas las mías son para que se libere — Joey se alarma aún más.

— ¿Estas loco? — Henry lo corta continuando con tu expoliación.

— Las cadenas que posee Bendy son para el mismo encuentre la manera de salirse... se podría decir que es más pacifico que las tuyas — Henry toma de la mano a la niña —. No como tus cadenas que eran simplemente para retenerlo y negarle la libertad.

— ¡Es un demonio! ¡¿Qué nadie está consiente de eso?! — Henry abre la puerta sintiendo la sangre de su nariz caer a su camisa.

— Está claro que lo vigilaremos atentamente que si tienta con la seguridad de alguno de nosotros no dudaremos en hacer algo... de lo contrario ahora Bendy responderá por mi — cierra la puerta dejando todo en silencio.

***

— No quiero hacerlo — Henry el coloca la mochila en la espalda de la niña —. No sé nada...