Capítulo 6| Confusiones

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—¡Sicheng!

—¿Qué, qué? —Me levanté de golpe y abrí los ojos de la misma manera, arrepintiéndome al instante ya que _____ abrió las cortinas de par en par, provocando que la luz del sol chocara dolorosamente contra mis ojos. Había dormido en el sofá... otra vez.

—No puedo creerlo, es la tercera vez en esta semana. ¿Si sabes que tienes una cama, cierto?

Mi cabeza era un desastre total, literal y figurativamente. No sabía qué hora era ni a qué hora llegué, estaba sobrio, de eso estoy seguro... bueno casi. Algo normal que sucede en las vacaciones, seguramente me entiendes.
Solté un gran bostezo, estiré mis brazos y me levanté del sofá para comenzar a caminar con pereza hacia la cocina.

—¡Oye! —Gritó ella pero solo la ignoré y seguidamente pude oír sus pasos detrás de mí—. No me ignores.

Abrí el refrigerador pero advertí que toda la despensa estaba vacía, miré a mi alrededor y mi vista se enfocó en ella que me miraba con los brazos cruzados y una expresión divertida. Le sostuve la mirada por unos segundos, hasta que habló.

—¿Se te olvida por qué estoy aquí? —Aparté rápidamente la mirada y metí mis manos en mis bolsillos. Por alguna razón, el día de hoy, me sentía incómodo con su presencia y a la vez enojado. No recuerdo alguna razón en particular, solo lo siento.

—¿Qué te sucede? ¿No me vas a decir nada? —Guardó silencio unos segundos, esperando que le dijera algo, pero al ver que no respondía volvió a hablar—: ¿Prefieres morir de hambre que pedírmelo? Eres muy necio, Sicheng.

Aquello lo dijo con un tono ligeramente delicado, no el que usualmente usa para molestarme y eso logró que mi estado emocional empeorara. Al poco rato volvió a entrar con unas bolsas en sus manos que dejó sobre la mesa y comenzó a vaciarlas. Tranquilamente viajaba los víveres desde la mesa hasta el refrigerador y yo aún no decía nada, me había quedado entretenido viendo como iba y venía.

—Sicheng ya tengo que irme —llamó mi atención luego de terminar con lo que hacía y revisar su celular. ¿Con quién habla tanto para que sonría así? Ah, pero si fuera yo, ya la veo haciendo muecas y toda clase de gestos torcidos.

—¿Y tienes que avisarme? Digo, si ahora solo haces lo que quieres.

—¿Qué?

—Ah no, espera, deberíamos llamar a Yuta para ver qué opina sobre esto —dije mirándola mientras sacaba mi celular de mi bolsillo delantero y buscaba el número de mi amigo. Pude ver que cambiaba su gesto de confusión a uno que aparentaba haber entendido a lo que me refería.

—¿Estás molesto por eso? Oye, no es mi culpa ¿ok? Yo ya tenía planes con Yuta, luego él me quitó el celular de la mano y...

—Aww, la señorita deja que el novio le quite el celular. ¿No es eso tierno? —Puse un rostro enternecido fingido.

Ella solo torció los ojos e hizo un gesto de resignación antes de darse la vuelta para dirigirse a la salida, dudé unos segundos sobre si detenerla o no, ¿por qué debería, después de todo? No es como si tuviera que pedirle explicaciones o ella dármelas y estoy 100% seguro que ella pensaba de la misma manera.

Me levanté para acercarme a ella rápidamente, tomé su mano antes de que pudiera girar la perilla de la puerta y la volteé haciendo que su espalda chocara con ésta, provocando que ella soltara un quejido y una expresión de confusión y sorpresa a la vez se proyectara en su rostro.

—¿Qué crees que haces? —Fue lo único que pude decir al tenerla tan cerca. En estos momentos, no estoy seguro de quien está tendiendo control sobre mis acciones, porque mi cerebro parece distorsionar mis pensamientos y manda órdenes aleatorias al resto de mi cuerpo.

Love Or Love | WinWin Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora