FINAL

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Capítulo 27

— Víctor...

— No me puedo creer que fuera él el que me hiciera esto.

— Bueno, al menos ahora ya sabemos a quién ir a pegar.– contestó Tate con humor.

— Sí, ¿qué hacemos? ¿Qué deberíamos hacer? Ahora sabemos quién es pero no sabemos qué hacer con él o cómo librarnos de él.– me llevé las manos a la cabeza, mi plan había sido descubrir quién me había hecho esto pero no iba más allá de eso.

— Podríamos tratar de hacer un exorcismo con él.

— ¿Cómo?– pregunté.

— Mi madre conoce a una medium, Billie Dean Howard, no me llevo muy bien con ella pero creo que a tí sí que te ayudaría.– se encogió de hombros con desinterés.

— Le puedo preguntar a mi madre si puede llamar a la tuya.– dije más aliviada.

Al día siguiente la teníamos llamando a nuestra puerta.

— De verdad que nunca pensé que volvería a entrar a esta casa.– dijo caminando con pasos firmes a la entrada.

— Sí, todos esperábamos eso.– contestó Tate sonriéndola con falsedad. Ella simplemente le lanzó una mirada con desdén.

— Hola, soy _________. Perdón por molestarte pero necesitamos tus servicios.– la llevé hasta el comedor, en donde nos sentamos, Tate y yo al lado el uno del otro y ella en frente.

— ¿Qué queréis que haga?

— Necesitamos que mates definitivamente a uno de los huéspedes de esta casa.– fui directa al punto.

— Me imaginaba que sería por algo parecido. ¿Quieres desacerte de él?– dijo señalando a Tate.

— ¿Qué?– dijimos a la vez.– No, no, no es él. Es mi primo, él murió por culpa de Tate–

— ¿Por qué eso no me sorprende?–  dijo prendiendo un cigarrillo.

— Ya...y luego mi primo sin razón me asesinó a mí.

— Entiendo.– me miró intensamente.– Podemos empezar cuando quieras.– Asentí y, en silencio, nos sentamos los tres en la mesa del comedor.– Es muy complicado desacerse de un espíritu, más si habita en esta casa del demonio.– escupió con asco.

— Pero no imposible.– respondí.

— Pero no imposible.– asintió ella.

— Necesitaré que me traigáis sal.– la miré sin entender.– Es para mi propia seguridad, conozco como actúan los espíritus y no pienso arriesgarme.

Fuimos a por la sal y como Billie nos dijo, rodeamos toda la mesa con la sal, quedando nosotros salvo Billie fuera de este, era un protector contra todo ser sobrenatural.
Al terminar, ella encendió la vela que había colocado en el centro de la mesa y a susurrar una serie de palabras que ni para mí ni para Tate tenían sentido pero que por alguna razón hacía que nuestros oídos ardieran. Tate me abrazo poniendo una mano en mi cintura, buscando protección.

Un minuto después de haber iniciado ese extraño ritual, una sombra apareció detrás de Billie. Era Víctor, se le veía sufriendo, sus ojos estaban llorando lágrimas de sangre, al igual que sus oídos. En sus manos llevaba un cuchillo, esto no iba a ser bonito de ver...

— ¿Qué me estáis haciendo?– gritó escupiendo sangre negra a su paso, parecía sacado de un videoclip de Billie Eilish. Tate me puso detrás de él.

— Sabemos quién mató a _________.

— Así qué al final lo descubristeis.– sonrió haciendo una mueca que deformaba su cara. Empezó a reírse solo mientras más lágrimas carmesí salían de sus ojos. Y de golpe, su humor cambió y su risa cesó.– Todo lo que hice lo hice por tí.– me gritó, asustándome.

[Entre los límites] Tate y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora