24. Chemistry

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''Tienes un culo sexy.''


Brooklyn Reed


La campana para el primer período sonó, ahorrándome de tener que escuchar los chillidos de emoción de Kelsey un segundo más. Juro que mis tímpanos estaban a punto de explotar.

—Oh, Dios mío, estoy tan feliz por ti B, como no tienes idea. Ustedes dos están hechos el uno para el otro y Dios mío sois tan lindos, yo siempre sabía que iban a terminar juntos y...

—Lo entiendo.— Puse una mano en un intento de detener su laberíntico.

—Vaya, parece que estoy más feliz que tú.— Se burló, haciéndose la ofendida, pero luego me empujó con el hombro y me guiñó un ojo.

Me reí y tomé mi asiento habitual en el laboratorio de Química: tercera fila al lado de la ventana. Para mi alivio, Kelsey se sentó en el lado opuesto de la sala de clase. No me malinterpreten, yo la amo, pero a veces ella se pone sobreexcitada y puede ser un poco molesta.

Poco a poco, los asientos vacíos comenzaron a ser ocupados por los estudiantes más perezosos que llegaban obviamente tarde a clase, pero tenían la suerte de que la señora Marshall no estaba allí todavía. Abrí mi bolsa, cogiendo mi cuaderno y caja de bolígrafos y los coloqué en la parte superior de la mesa. Era ese tipo de mesa para dos personas con instrumentos químicos extraños que se nos atribuye.

De repente, sentí una presencia a mi lado. Me di la vuelta, rodando mis ojos cuando vi quién era. Gran mierda. Qué suerte la mía.

—Hey.— Nate saludó con una voz extraña.

Como espero que esperaba, ni siquiera me molesté en mirarlo fijamente o responderle y simplemente lo ignoré. Me había olvidado de que, antes de que todo saliera mal con Nate, habíamos decidido trabajar juntos en las prácticas de Química y ahora era demasiado tarde para cambiar de pareja.

Su suspiro fue todo lo que oí antes de que la puerta del aula se abriera, revelando la profesora. —Buenos días, estudiantes.— La voz de la señora Marshall llenó el aire en el aula, por lo que los estudiantes gimieron en silencio, fruncieron el ceño o pusieron los ojos en blanco. Digamos que esta profesora no era muy querida aquí. —Vamos a empezar con la práctica pronto. Un miembro de cada pareja por favor que venga a buscar los materiales necesarios.— Ordenó como sargento.

—Voy a ir yo.— Nate murmuró, aclarándose la garganta. Oh, por favor, no seas tan torpe en todo momento. Me engañaste con mi mejor amiga, superalo.

Tan pronto como se fue, mi cara cayó encima de mis brazos cruzados sobre la mesa mientras gemía en auto-compasión. Kelsey me envió una mirada de complicidad entre toda la clase, como si estuviera compartiendo mi dolor y me animó a ir a través de él.

Realmente Dios debe odiarme porque no sólo tengo que ver la cara de este tipo todos los días en la escuela, sino que, también, a mi madre le encanta hablar de él.


—¡Brooklyn!¿Estás despierta?— Mi mamá gritó, por lo que escondí rápidamente el teléfono debajo de la almohada y fingí que estaba leyendo un libro en lugar de estar enviándome mensajes de texto con Justin. Justo en el momento justo, la puerta de mi habitación se abrió, revelando a mi madre con su vestido de noche.

—Hmmm.— Asentí con la cabeza, cerrando el libro, sin realmente cuidado de marcar la página que había elegido al azar.

Se sentó en el borde de la cama, con el teléfono de la casa descansando en su regazo. —Hablé con Nate.

B.R.O.N.X «j.b» Terminada «corrigiendo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora