49. He could be the one

25.8K 572 66
                                    

"Realmente eres muy ingenua, chica."


Brooklyn Reed


Vi las gotas de lluvia deslizarse por la ventana de vidrio junto a mí mientras yo movía mi batido con una pajita. Estaba lloviendo afuera por lo que Justin había sugerido comer algo en Betty antes de tener que ir a casa.

Vi al chico de pelo rubio sentado frente a mí mientras sus ojos se perdían en la tormenta que sacudía la ciudad. Un rayo iluminó el cielo oscuro, haciendo que se viera como si fuera mucho más tarde de lo que realmente era. A diferencia de la mayoría de la gente, de hecho, me gustaban las tormentas. Quiero decir, yo no estaría de pie en medio de la calle dejando que un rayo cayera sobre mi y me friera, pero me quedaba hipnotizada por la forma en que hacia que la ciudad resplandeciera.

Me moví en mi asiento, haciendo una mueca cuando la tela de mi suéter se frotó contra la gasa que cubría la piel sensible de mi cadera. Había tratado de jugar a ser dura en la tienda de tatuajes, pero la aguja perforando mi piel había dolido como el infierno, sobre todo los primeros minutos. Sin embargo, estaba muy contenta con mi pequeña corona de princesa. Definitivamente había valido la pena, y yo no podría haber pensado en algo mejor para hacerme.

La corona era un símbolo perfecto para mi deseo de toda la vida de convertirme en princesa -en el sentido figurado de la palabra, por supuesto. No me esperaba un príncipe real desde algún país europeo que se enamorara de mí como en aquella película de el príncipe y yo. Yo sólo quería mi propio príncipe azul, alguien que me respetara, me apreciara y me tratara como si yo fuera la única chica en el mundo, y yo estaba bastante segura de que había encontrado a esa persona ya. Era consciente de que era joven, que una gran cantidad de cosas pueden pasar y terminar en un segundo, que teníamos un montón de escépticos, que nuestra relación no era precisamente fácil... Pero yo quería que fuera para siempre. Quería que Justin fuera el elegido. En realidad estaba convencida de que él era el elegido.

Me volví a la realidad de mi sueño cursi por la voz de Justin. —Deja de sentirte tan genial porque tienes un tatuaje. Uno no te hace una chica dura.— Dijo en broma.

Entonces, me di cuenta de que había tenido una sonrisa estampada en mi cara todo el tiempo. Él debe haber pensado que era una sonrisa de orgullo en lugar de una soñadora, y yo no iba a decirle lo que realmente estaba cruzando mi mente. Estoy segura de que él se habría asustado si le hubiera dicho que creía que él era mi otra mitad. Mi alma gemela. Mi felices para siempre.

Tengo que dejar de ver tantas películas y leer novelas románticas, pensé.

Estábamos trabajando en sus problemas de compromiso, aunque debo admitir que Justin estaba siendo un novio bastante impresionante teniendo en cuenta que nunca había salido con nadie en serio antes.

—Me sentiré macarra si quiero.— Le repliqué infantilmente, haciéndolo reír.

Justin casi había terminado el plato de patatas fritas que habíamos pedido para compartir, y su batido de vainilla -su favorito de todos los tiempos- estaba a menos de la mitad de la copa.

Betty's estaba mucho más lleno de gente hoy de lo que había estado en octubre, cuando Justin me había traído en nuestra cita de amigos. En aquel entonces Betty había creído que eramos algo más que amigos. En aquel entonces yo había comenzado con la pelea de los sentimientos que estaba desarrollando por Justin. Muchas cosas habían cambiado desde ese día. Parecía como si hubieran pasado años en lugar de tan sólo unos meses.

Apenas podía oír la música de fondo por los gritos de los niños y el parloteo de amigos y parejas, sin embargo. En realidad, ni siquiera habíamos visto a Betty todavía. Una chica rubia, alegre se había acercado a nuestra mesa para tomar nuestros pedidos. Justin no parecía conocerla, pero al instante me gustó cuando ella se había dado cuenta que era mi novio -a diferencia de cualquier otra chica en este planeta- y ni siquiera había intentado ser coqueta con él.

B.R.O.N.X «j.b» Terminada «corrigiendo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora