NO LO SABE NADIE

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NARRA ALEX

Mi teléfono sonó al mismo tiempo que nos avisaron que Lucas quería hablar. Mandé a Piper porque Jaime me estaba llamando, tenía que atender la llamada sí o sí.

- Vause.

- Inspectora – le escuché suspirar - ¿Tiene un segundo?

- Claro, señor.

- Le llamo por el caso que el departamento de artificieros resolvió – sonreí sentándome en la mesa – Resultó ser un tipo un poco loco.

- ¿Es la versión oficial?

- Solo hay una versión, inspectora.

- Y si solo hay una versión, ¿para qué me llama?

Me encantaba joder de esa manera a Jaime, pero por una sencilla razón. Que solo existiera una versión oficial del caso implicaba que no había gritado como le había pedido, que él simplemente había agachado la cabeza y había negado mi implicación en el caso.

- Sabemos que se lo estuvo mirando y - de pronto se quedó callado.

- ¿Señor?

- Deme un segundo, Vause.

Vi a Larry entrar en el banquillo, supuse que pendiente de la confesión que Lucas estuviera a punto de decir. Solo deseaba que eso no fuera otro callejón sin salida. Por el teléfono escuchaba la voz de Jaime pero en susurro, había tapado el micrófono y estaba hablando con alguien más.

- ¿Sigues ahí?

- Sí.

- Han destituido a Otero.

- ¿Le han o le has?

- Bueno, le he destituido pero me han presionado

- ¿Y por eso estás así? – él no contestó - ¿Qué ha pasado?

- No se han tomado muy bien que el caso llegara a tus manos, como puedes imaginarte; y mucho menos que en diez minutos dejaras en ridículo a todo el departamento y prácticamente al CNI.

- ¿Y Otero qué tiene que ver en esto?

- Quería poner la versión oficial, donde te incluía a ti.

- Han montado la caza de brujas contra él.

- Exacto

- Ya – sonreí irónicamente - ¿Puedo preguntar quién ha sido?

- Es mejor que no

- El jefe de inspectores, ¿no?

- Me jode mucho tu súper coeficiente intelectual, ¿sabes? Lo siento, Alex Sabes que yo...

- No puedes hacer nada, lo sé – suspiré - ¿Van a por mí?

- Me encantaría decirte que no, pero sí.

- ¿Y qué van a sacar exactamente?

- No lo sé. He leído siete veces tu expediente detenidamente, no creo que saquen nada

- Mi expediente – sonreí - ¿Me estás queriendo decir que el cerdo es capaz de usar mi vida privada?

- Es probable. Yo solo te aviso.

- ¿Puedo hacer algo al respecto?

- Es mejor que no hagas nada, si te huelen, acabarás peor.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, Jaime?

- Claro.

- ¿Cuánto influye mi puesto en la policía sabiendo que me acuesto con mujeres?

- No influye en nada.

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