Draco Malfoy se ve al espejo por quinta vez consecutiva, duda que sea correcto ir a la boca del lobo, donde bien sabe no será bien recibida su presencia; pero sus razones para asistir son más fuertes, es amor. La ha amado desde que la vio por primera vez, fue uno de sus móviles para odiar a Potter. Ese mestizo que desperdicio su belleza abandonándola por una simplona pelirroja. Roxanne, es lo que inunda sus pensamientos. Intento inútilmente olvidarle, pero era imposible. Su homologa de sangre quedo grabada en sus ojos grisáceos, ni siquiera Astoria Greengrass logro despejarlo de su Gryffindor.
Una elegantemente arreglada Roxanne Brignole espera intranquila a su novio desde hace cinco meses, tiene que llegar temprano, es la mejor amiga de ambos prometidos. Tiene que controlar a Ronald, para que los invitados al celebre compromiso no noten su enojo. La bella bruja sale de su ensoñación al notar la presencia del rubio, quien le sonríe ampliamente por lo esplendida que se ve.
-Te ves hermosa-Le dice abiertamente con su sonrisa mas sincera, que solo aparece cuando esta enfrente de la chica del vestido lavanda.
-Gracias Draco-Se ruboriza, la manera en la que su novio la vislumbra la pone nerviosa. No puede evitar notar que El también se ve estupendamente bien-Tu te ves guapísimo.
El novio hace su más notoria su sonrisa, sabe que es suya. Al menos por el momento, pero lo importante es que le pertenece a El, quien enmendó su camino, quien fue su siervo fiel, quien arriesgo su vida por protegerla desde la sombra mientras cara rajada disfrutaba del dulce sabor de sus labios, y quien ha hecho todo lo posible para que las cosas sean así.
Un aclaramiento de garganta los saca de su perdición. Las miradas penetrantes de ambos que estaban posadas con anterioridad en el otro pasan su lugar al Patriarca de los Brignole, saben lo que esto significa, es tiempo. Es el momento de que Roxanne enfrente el pasado que había desdeñado desde que encontró al Dueño de su corazón en los brazos de otra.
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Rumours has it!ϟ
FanfictionTodas estas palabras susurradas en mi oído, cuentan una historia que no puedo soportar oír. Dicen por ahí!