Faltaban muy pocas horas para uno de los eventos más esperados del Mundo Mágico. Sí la Boda de Hermione Granger y Ronald Weasley, el año pasado, había sido el acontecimiento más relevante. La Boda de Harry Potter-El niño que vivió- y Roxanne Brignole Montaigne, hija del Ministro de Magia, seria la del Siglo.
Brignole's Manor estaba en su mejor día. La mejor decoración en su larga existencia adornaba la majestuosidad del amor que hoy se iba a consumar después de tantos años y obstáculos. Hoy, por fin se darían el sí, quiero.
Roxanne estaba arreglándose con la ayuda de su mejor amiga, Hermione Granger, y de la mujer que ha tomado el rol de su madre todos estos años, Molly Weasley.
-Te ves hermosa, Roxanne-Le dijo con una enorme sonrisa Hermione una vez que estuvo terminada.
-Gracias, Herms-Le contesto Roxanne con los ojos brillosos, sonriendo por lo perfecta que lucia.
-Roxanne, hija, no llores-Le regaño Molly Weasley-Arruinaras el maquillaje-.
Las amigas, casi hermanas sonrieron.
-Tiene razón. No llorare-. Ensancho su sonrisa-Gracias Molly, por ser una madre para mí-.
-Ahora, Tu me harás llorar a mí-Le contesto mientras la estrechaba en sus brazos.-Ya, hay que parar antes de que arruinemos tu maquillaje-.
Tocaron la puerta.
-Creo que ya es la hora-Menciono Roxanne, Hermione asintió y abrió la puerta. Louis Brignole contemplaba anonadado a su pequeña y única hija convertida en toda una mujer.
-¡Roxanne, estas bellísima!-
-Gracias Padre-Le respondió mientras lo abrazaba.
-¿Lista?-
Roxanne asintió.
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Rumours has it!ϟ
FanfictionTodas estas palabras susurradas en mi oído, cuentan una historia que no puedo soportar oír. Dicen por ahí!
