• Tres •

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Gray se levantó temprano para ir a trabajar, admiraba a mi marido, siempre mostró ser un hombre responsable. Casarme con él fue la mejor decisión de mi vida.

- ¿Natsu? - entré a la habitación de mi cuñado para darle el desayuno.

Pero no había nadie, ni siquiera las cortinas estaban despejadas, y la cama era un desastre, que irresponsable era. Dejé la charola en el mueble y abrí la ventana para que se ventilara la habitación. Sus cosas aún estaban sin desempacar, tal vez porque se iría pronto, ojalá fuera así.

- ¿Lucy? ¿Por qué estás aquí? - ahogue un gritito y me giré bruscamente.

- ¡Me asustaste! - chille, él vestía un short y una polera negra sin mangas.

- Perdón, sólo fui a tomar un baño - Se dirigió a su maleta y busco en ella una bufanda blanca, la cual se puso en el cuello - Iré a correr por el parque, ¿Quieres venir?

- Claro que no, no estoy loca para salir con este frío - él soltó una risa - Bueno, yo sólo te traía el desayuno.

- Gracias, puedes irte.

- Que lo disfrutes - me dirigí a la puerta - por cierto, no quiero ser mala contigo, ni que pienses que me desagradas, pero.. ¿Cuando te vas a ir?

- Quieres hablar de eso - dijo mientras ordenaba su cama - Ven, te contaré todo ya que veo que insistiras.

- ¿Que?

- Por favor, Lucy - terminó de sacudir las almohadas y se sentó en la cama - Ven para que te explique- dio unas palmaditas al colchón.

Yo me dirigí a él y tomé asiento a su lado, mostrando interés por lo que iba a decir. Natsu era un buen tipo, algo relajado y por así decirlo "aburrido", pero a la vez travieso.

- No te estoy echando, quiero que sepas eso - aclaré - Sólo me extraña que tu y Gray ahora convivan mucho, digo... antes eran como el agua y el aceite.

- Mis padres no quieren recibirme en la mansión, a pesar de que había pensado pasar mis primeros días ahí - abrí la boca sorprendida - Todo porque me niego a meterme en los negocios de mi padre. Se que terminé mi carrera de ingeniero, pero la verdad es que me gusta más convivir con los niños, quiero ser profesor.

- ¿EHHHHH? - no podía creerlo.

- Se lo conté ayer a Gray, y él está decidido a ayudarme para cumplir mi sueño - sonrió - por eso me está ofreciendo su techo, para que pueda cumplir mi meta y hacer lo que en verdad me gusta.

- Pero, ¿Niños? - reí - Natsu, tú serás un desastre como profesor, serías un alumno más.

- Se ve que confías en mi - dijo con sarcasmo - Pero soy sincero, quiero ser profesor, y se que lo lograré.

- Entonces eso quiere decir que no piensas tener distracciones, mujeres, hijos - él volvió a reír - ¿Acaso me equivoco?

- Tengo 22 años, claro que quiero casarme y tener hijos como cualquier otro hombre. Pero debo tener una buena condición económica antes - Miró el suelo un poco desanimado - Creo que el tema de la familia deberá esperar.

- Natsu...

- Después de todo soy hombre, puedo tener hijos hasta que me muera - dijo burlón, pero cambió de tono cuando yo miré la nada en silencio - ¿Que pasa?

- Tienes razón, puedes tener hijos hasta después de pasar los 50, pero nosotras las mujeres... - me toque el vientre - No.. olvidalo.

- ¿Acaso quieres tener un hijo? -me miró sorprendido - Me quedo sin palabras, nunca pensé que tenías esa clase de pensamientos.

- No.. ya dije que lo olvides -me levanté.

- ¿Por que no te embarazas? Si le cuentas a Gray, él no dudará en cumplir tu deseo. Vamos, será un hijo.. - Se levantó conmigo - Verás que los hará a ambos felices, incluso yo seré feliz por tener un sobrino.

- Natsu, dejemos el tema - dije seria - Por favor..

- ¿Dije algo malo?

- No, pero no quiero hablar de eso..

Y salí.

Natsu no lo había echo con mala intensión, pero yo no era capaz de controlarme cuando hablaban de hijos y bebés.

Sólo debía respirar profundo y pensar que todo iba estar bien. Podía no tener hijos nunca, pero a mi lado estaba un hombre que me amaba mucho.

Gray llegó a las siete de la tarde, justo cuando estaba sirviendo la cena, él y Natsu se la pasaron charlando con mucha gracia. Yo sólo me dediqué a mirarlos, recordando el tiempo donde eramos a penas unos niños que nos matabamos de risas con chistes malos.

- Entonces empezaras en tres meses - Gray me sacó de mis pensamientos - Perfecto, yo te apoyaré en todo para que logres tu sueño hermanito, pero por mientras relájate que estás en tu casa.

- Me alegro de poder contar contigo, no es fácil ceder tu casa a tu hermanito que siempre lo ha arruinado y destruido todo - sonrió Natsu.

- De eso nada, ahora tengo frente a mi a un hombre maduro que tiene clara sus metas - Gray golpeó su hombro - De todas formas, mientras te dedicas a buscar un apartamento en estos tres meses, lo cual no es necesario porque eres bienvenido aquí, tu hermanito te ayudará en encontrar un instituto que te de esas clases.

- Bien - Natsu se levantó con su plato - Ya es muy tarde, debo dormir que saldré muy temprano mañana.

- Ve, descansa - Gray trataba a Natsu como a un niño chico - ¿Y ahora que le pasa a mi vida?

- Nada.. - desvié mi mirada.

- Soy tu marido, debo saber que es eso que tiene a mi esposa tan triste - se acercó y arrodilló frente a mi - ¿Lucy? - yo estaba sentada en el sofá, triste.

- Natsu, él mencionó el tema de los hijos y yo... - él comprendió y me miró con pena - Creo que debemos decirle, me sugirió que tuviera un hijo y yo no se hasta cuando pueda aguantar esto..

- No - se levantó serio - escucha esto Lucy, nunca nadie sabrá que no puedo darte hijos.

- Pero Gray..

- Dije Nadie, Lucy..
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Continuará***

°• A Base de Errores •°  ||Lemmon|| #Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora