Luego de dos semanas, por fin estábamos en Paris. El viaje no fue nada cómodo, no con Gray siendo un grosero con todo el mundo. Luego de aterrizar buscamos un hotel de buena calidad, nos instalamos y vestimos para salir, pues llegamos a eso de las siete de la mañana.
Como pensé, no fuimos los únicos que hicimos el viaje la noche anterior ya que mis suegros habían llegado unas horas antes que nosotros. Entre todos fuimos al apartamento de Natsu, para conocer a su prometida antes de la boda, pues los padres de Gray tenían que asegurarse de que era alguien confiable.
- ¿No entraras? - Mi suegra se acercó cuando vio que no entré con los demás al apartamento - ¿Qué ocurre?
- Necesito aire - ella sonrió - El viaje fue muy pesado, quiero descansar.
- Puedes hacerlo allá adentro, será más cómodo para ti - Insistió - Vamos, No debemos hacerlos esperar.
- Entraré en unos minutos más - ella asintió y fue detrás de los otros.
Me apoyé un poco en el coche que nos trajo y respire profundo. Él se casaría y formaría una familia con esa mujer que aún no conocia, tal vez era mejor así, yo no podría verlo a la cara si le dijera que le he ocultado la verdad de mi embarazo, que le he ocultado que mi hijo era también suyo.
No tenía ganas de entrar, no quería hacerlo sabiendo que veré a quién me robó la felicidad, a esa otra mujer que logró que él se olvidara de mi.
Estuve media hora afuera, de seguro Gray estaba molesto por mi comportamiento, pero también sabía que no era fácil para mi, que lo más probable es que mi presencia ahí sólo provocaría una tensión entre la nueva pareja y nosotros.
- No puedo creer que sigas aquí - Una voz amigable interrumpió mi silencio - Hace frío y deberías estar en un lugar cálido por tu bebé.
- Tu debes ser - Me giré para ver mejor a la joven que estaba a unos metros de mi.
- Estamos esperando a Natsu, él está trabajando y llega al medio día - sonrió - ¿Por qué no entras?
- Quería aire fresco - sonreí incómoda.
- Soy Lisanna, puedes decirme Lis - Me estiró la mano - ¿Lucy, verdad?
- Si - estire mi mano para corresponder a su saludo - ¿Entonces no está adentro?
- No, mi prometido siempre llega a las doce y media por el tráfico - sonrió - ¿Es por él que no quieres entrar?
- ¿Qué?
- Natsu me contó que esto podría pasar - explicó - Se que fueron muy cercanos desde niños, le gustabas - desvió un poco la mirada.
- Lo siento, yo no quiero que ustedes...
- Pero eso quedó en el pasado - dijo más confiada - Ahora tu tendrás un hijo con su hermano, y yo y él nos casaremos para formar nuestra propia familia.
- Si, tienes razón - bajé la mirada, no quería enemistarme con ella - Creo que entraré.
- Bien - ambas nos dirigimos al interior de la casa.
Por dentro todo era más bonito de lo que imaginé, no hacía frío como afuera y el ambiente olía a café, pues todos estaban disfrutando una taza caliente. Me senté al lado de Gray y él agarró mi mano, apretandola un poco.
- Debiste entrar hace mucho - susurró molesto.
- No me sentía bien - Me excuse - ahora sueltame.
- Mis padres preguntaban por ti, por el bebé - ahogue un gritó de desesperación.
- Natsu no tardará en llegar, sean pacientes - "Lisanna" se puso nerviosa al ver la hora - De seguro quedó atrapado entre los tantos autos de las calles.
- No te preocupes querida -contestó mi suegra - Pero cuéntanos, ¿Cómo se conocieron?
- Bueno, fue algo tonto la verdad - sonrió torpe - Íbamos en el mismo avión cuando llegamos a Paris.
- ¿Osea que llevan ocho meses de conocerse y ya se quieren casar? - Mis labios se abrieron sin darme cuenta - Perdón, no quería...
- Lo siento, mi esposa suele ser tonta con sus palabras - Gray estaba enfadado, pero lo camuflo con una sonrisa.
- Ella tiene razón, es muy pronto y lo sabemos - Lisanna dejó su café en la mesa - La verdad es que nos equivocamos de equipaje ya que teníamos el mismo y nos dimos cuenta cuando ambos nos subimos a taxis diferentes.
- Como una novela romántica - sonrió mi suegra.
- Luego él fue a mi departamento, ya que yo tenía una libreta en mi maleta con la dirección - Me estaba aburriendo con su historia - Lo invité a tomar una taza de té caliente y nos hicimos amigos. Luego empezamos a salir como novios oficiales y hace tres meses me propuso matrimonio.
- ¿Dónde queda el baño? - interrumpi - Me siento mareada, necesito ir al baño.
- Está al fondo, debes doblar a la izquierda y te toparas con una puerta blanca - Asentí y me levanté para dirigirme al baño.
Cuando llegué cerré con seguro y me apoye en la puerta, quería llorar, sentí que la vida era injusta. Natsu sería feliz y yo no, eso me molestaba y no podía hacer nada para cambiarlo.
Me dirigí al lavadero y me refresque la cara con el agua. Pero la pequeña paz que encontré se esfumó cuando vi una fotografía pegada en el espejo donde estaban él y ella abrazados.
No sé que me pasó, ni porque arranqué la fotografía y la arrugue para luego tirarla en algún rincón del baño. Me tape el rostro y trate de respirar, calmarme ya que esto podría afectarle a mi bebé.
- Lucy - alguien golpeó la puerta - Querida, Natsu llegó y debemos saludarlo - la voz de mi suegra sólo me irritó más.
- Ya voy - traté de sonar amigable.
Hice lo posible para calmarme y salí del baño con una sonrisa falsa, me dirigí a la sala y vi como todos empezaron a abrazar al dueño del apartamento. Gray se acercó a mi y tomó mi mano cuando estaba por copiar la acción de todos.
- Recuerda lo que hablamos - Asentí ante su voz autoritaria y baje la vista a mi vientre, lo empecé a acariciar para distraerme.
Respira Lucy...
- Tranquilo, hermanito. Muy pronto tú también conocerás la alegría de ser padre - él comentario de Gray me hizo levantar la cabeza y me encontré con los ojos profundos de Natsu, él observaba mi vientre sin expresión.
- Claro - respondió - Yo también me muero por ser papá muy pronto - sonrió forzosamente - Los felicito.
- Quiero que nuestros hijos sean buenos primos y los mejores amigos, que se lleguen a querer como hermanos - Gray acarició mi vientre - ¿Verdad, mi vida?
- Si - susurre.
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.Continuará***
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°• A Base de Errores •° ||Lemmon|| #Wattpad
FanficLucy, una mujer que recién acaba de casarse, sentirá las ganas de tener a su primer hijo. Pero por desgracia, su esposo no podrá cumplir su deseo. Lucy se verá envuelta en varios problemas, y más cuando se dará cuenta de que donde hubo fuego, ceniz...