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«cabeza abajo, hasta mis talones»

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no hay felicidad cuando miras al suelo mientras lágrimas corren en tus pómulos








Quizás diría que con el pasar de los días mis días se volverían menos atareados, claro, de tanto drenarme y lamentarme, debería haber un punto donde Ya no tendría nada más qué llorar. Pero no era así, porque para mí cerebro, para mí corazón los días apenas y empeoraba. Estaba física y anímicamente agotado en cualquier sentido. Los días con los chicos se volvían más largos, no encontraba un rayo de felicidad pura que pudiese hacerme entrar en un poco de razón.

Yoongi había estado un poco más cascarrabias que de costumbre, mientras que Seokjin tratada de animarme cada vez que podía. Hoseok había captado un par de señales, mientras que los menores apenas y notaban un pequeño cambio. Había tenido más de una discusión con Sejin y Bang acerca de mi desempeño como líder de la banda. Sin embargo entendieron que soy un humano, sufro y lloró cada vez que lo necesito. A pesar de eso comprendí y prometí que mi posición de liderazgo sería de nuevo retomada h con mayor fuerza.

Pero qué mentira.

No era solo la presión del nuevo material que PD estaba formulando, si no también la presión por mi mixtape que con tanta ansias el equipo está esperando por mi para que de señales de vida. Estaba en un bloqueó, no solo emocional, si no también artístico, al punto de que no sabía de qué putas iba a escribir. Tenía ideas que abarrotaban mi mente, pero ninguna de esas me complacía o peor, no sabía cómo plasmarla.

Tenía el talento reconocido por mi mismo por plasmar esos pequeños sentimientos que todos alguna vez hemos sentidos en palabras, pero justo esta temporada, lo único que quería hacer era colgarme de un techo.

Y lo peor era que no lo decía sarcásticamente.

Las ideas en mi mente hacían que la presión se transformará en algún tipo de insuficiencia. No me podía ver a mi mismo como algo útil. Como algo digno de admirar. Era extraño, sentía que tenía talento, sentía que podía hacer muchas cosas, pero no era lo suficientemente bueno, ni lo suficientemente valiente por el momento. Y eso era bastante raro en mi, es decir, Kim Namjoon nunca fue el chico que se cansaba rápido, tampoco fue el chico que se cohibia porque algo le daba miedo y mucho menos era aquel que se sentía poca cosa

¡Ese no era Kim Namjoon!

Pero lo que si era por seguridad, y es que me dejaba llevar por mis emociones cuando estás son muy fuertes. Sabía que en el momento en que PD-Nim me dijo que no podía mezclar los sentimientos puros con el trabajo, iba a ser difícil. Pero nunca había llegado a ese momento. A ese momento que no podía pensar con claridad porque las lágrimas me cegaban y mi yo interior sollozaba tanto. Había llegado a ese punto que todos me habían advertido desde el principio. Había llegado al final de mi cordura y al comienzo de mi encarcelamiento. Había llegado al tope y lo sabía con claridad, una de las desventajas de ser consciente de uno mismo.

Agradecía a los cielos que estaban empezando a acompañarme en mi lagrimeo. Pero por alguna razón, las lágrimas se hacían cada vez más pesadas mientras que caminada en dirección a ese dichoso puente. Inclusive que mis lágrimas eran cargadas de sentimientos, las gotas de lluvia eran ligeras, y me lastimaba, porque me sentía cada vez más solo.

Las calles estaban tapizadas con posters que me traicionaban y se burla an de mí directamente. La empresa apenas y había invertido un par de millones de wons para una gran publicidad en toda Seúl. Por lo que me obligó a estar cubierto y no dejar escapar alguna parte de mi piel. Barbijo, lentes oscuros, cuellos de tortuga, bomber y una gorra negra era lo que llevaba el día de hoy para evitar algún momento incomodo o uno que me exponga.

forever rain | bts; rmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora