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«lluvia lenta»

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caída lenta






— ¡Eso no está bien, Namjoon! ¡No está para nada bien! — espetó Jin con furia.

Era primera vez que veía a mi mejor amigo Seokjin tan hostil y a su vez tan quebradizo. Tenía su ceño fruncido, las comisuras de su labio se unían para soltar fuertes bufidos con furia. Yoongi estaba a un lado, molesto como el diablo, matándome y gritándome como si de mí padre se tratara. Habíamos llegado a un punto límite, habíamos querido llevar una ligera conversación, o como Jin le decía, una intervención. Pero eso no iba a hacer que mis pesares y mis malditos días sean menos abrumadores, menos dolorosos.

Estaba en una etapa de mi vida en donde solo estaba arrastrándome en el suelo y ahí era donde quedaría.

— Mírame a la cara, Namjoon — Jin puso una mano en su hombro. Primera vez que el estaba tan furioso— Dime qué te pasa — exclamó

Yo simplemente manotee su mano, apartandolo de mí. No necesitaba a Jin preocupándose más por mi, no necesitaba de su lástima o su ayuda. No necesitaba de nadie, no quería nadie.

Yo solo me quería de vuelta.

— Maldición, Namjoon — bramo Yoongi— ¡Tienes que ir a terapia! ¡No puedes faltar otra vez!

— ¡Cállate de una maldita vez! — grite de vuelta, pasando mi mano por mi cabello en señal de desesperación— ¡Cállate, cállate! — palmee mi frente dos veces

— No vas a faltar — Seok pico mi hombro con su dedo índice— ¡Eso te va a ayudar, te ayudará a mejorar!

— ¡Tu no sabes qué mierda me va a ayudar! — grité de vuelta— ¡Así que ve quitando la idea de que eres un puto psicólogo solo porque me llevas más edad! — escupí.

Estaba mandando a la mierda el respeto, estaba mandando a la mierda todo la confianza y amistad que habíamos forjado. Estaba furioso, tenía mis nervios a flor de piel y cualquier cosa que Seokjin dirá simplemente me va a querer hacer golpearlo. Su rostro estaba rojo, rojo de furia, desesperación y por supuesto, preocupación. Jin había encontrado las notas que había hecho con el fin de desahogarme, y lo peor era que en cierta parte insinué el tonto suicidio. Yoongi había tomado el mando en esta conversación y cada vez me sentía más inútil que de costumbre.

Ellos sabían que no estaba asistiendo a terapia, a la terapia que tanto Bang me obligaba a asistir, había encontrado la forma de falsificar mi asistencia, pero al parecer inclusive Seokjin estaba en desacuerdo al ver lo mucho que estaba afectado. Pero yo no quería ir a terapia, no quería ir a un psicólogo que me diga más de los que ya sé. Porque eso era lo único que hacía, repetirme una y otra vez mis desgracia y como yo mismo degradada mi salud anímica.

— ¡Es por eso que queremos ayudarte, maldito seas! ¡Porque quiero que estés bien! ¡Porque no quiero verte llorar cada puto día! — la voz de Yoongi salía desgarrada, firme y semblante. Eran las pocas veces en donde él se deshacía de su papel tranquilo y antipático.

— ¡Haznos caso, idiota! ¡Escuchate y escúchanos! — Jin tomo la palabra de una manera hostil y ruidosa— ¡Abre los ojos de una vez!

Porque el Seokjin que estaba viendo ahora era su parte más desesperada, su parte más oculta. Normalmente cuando él se molestaba todo lo arreglaba con silencio o palabras suaves, pero cuando todo se iba a la mierda, era cuando explotaba. Como ahora.

forever rain | bts; rmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora