La mansión Kim Min se había vuelto ruidosa, Min Holly persiguiendo a su mejor amigo Yeontan por todo el jardín mientras las parejas reían y comían en el amplio jardín.
—Awww.— Decían al unísono todos al ver como él lindo bebé de Yewon balbuceaba.
El señor Lee reía porque en muchos años no había visto a su joven Kim tan feliz y la casa tan llena.
Jungkook mantenía un firmé agarre en la cintura de su novio mientras este vigilaba que Yeontan no cometiera una travesura.
Seokjin cocinaba para todos mientras contaba chistes de los que sólo él y Yoongi se reían mientras los otros trataban de encontrarle la gracia.
Seokjin miraba de vez en cuando la dulce sonrisa que su novio tenía en la cara, la grabaría en su memoria por siempre.
Tener a Yoongi a su lado se sentía como un sueño... Se sentía como si fuera una película de amor y todos los días él se enamoraba un poco más.
—¿Qué tanto me mirás?— Sonrió Min.
—Es difícil... ¿Sabes? Con un novio tan lindo a dirio me pregunto, ¿Es real?— Dijo Seokjin mirándolo fijamente a los ojos y regaándole una amplia sonrisa.
Yoongi se puso tan rojo como una fresa.
—Gracias por regarlarmé los días más felices de mi vida Yoongi...
Yoongi se quedó hipnotizado por las dulces palabras de su novio.
No reaccionó hasta que Seokjin invitó a todos a pasar a servirse.
Todos comían alegremente... Yoongi miraba detalladamente a cada uno de sus amigos que aunque no eran muchos eran su mayor tesoro.
Miró a su mejor amigo Jungkook ser tan detallista con Taehyung, como se cuidaban mutuamente.
Miro a Yewoon y a su esposo cuidando de su pequeño bebé y de vez en cuando regalandose pequeños mimos discretos.
Y termino con su Seokjin que lo miraba a él con la sonrisa más dulce que le habían dado, frente a él estaba todo su mundo y se sentía tan afortunado.
—Luces tan hermoso este día más que otro.— Dijo Seokjin dándole un corto beso en la comisura de sus labios.
Yoongi se ruborizo y ocultó una sonrisa recostando su cabeza contra el pecho de su novio.
Seokjin lo abrazo mientras reía.
Así se sentía la felicidad.
°•♡•°
Al atardecer los amigos de la pareja habían partido a sus respectivos hogares.
—Ve a descansar amor mientras yo llevo a Holly a hacer sus necesidades.
—Eres él mejor Jinnie.— Sonrió.
Después de treinta minutos Seokjin dejo a Holly en su casita y subió las escaleras poco a poco mientras un bostezo se le escapaba.
Se detuvo en el oscuro pasillo al oír un sonido familiar de alguien tocando el piano.
Camino lentamente y abrió la puerta despacio y sin interrumpir...
...Yoongi tocaba una sonata de piano muy concentrado. El tirante de su camisón color crema resbalaba por su hombro dejando al descubierto sus pálidas y marcadas clavículas.
Seokjin sintió una punzada de dolor entre sus piernas al ver tan majestuosa imagen.
Yoongi simplemente lucía glorioso.
Seokjin se atrevió a acercarce más y recosto su cabeza en el descubierto hombro de Yoongi.
—Tú piel huele muy bien.— Depósito un suave pero electrizante beso.
Yoongi sintió escalofríos.
Poco a poco él menor tomó las manos de Seokjin e hizo que se sentará a su lado en el pequeño banco.
—Jin... Bésame.— Susurró sólo para ser oido por su novio.
Seokjin lo tomó delicadamente de la cintura y comenzó un suave beso.
La temperatura en la habitación subió... Gemidos y jadeos se escuchaban.
—Deteneme Yoongi, di que me detenga y lo haré... Si tu no estás lis...— Fue cortado por un beso de Yoongi.
—Estoy listo... Siempre he estado listo para ti.— Sin ninguna pena comenzó a deshacerse de su ropa bajo la atenta mirada del mayor, sólo dejo su camison color crema de seda.
Camino lentamente bajando la tapa del piano y se sentó sobre ella.
—Hazme tuyo.
Seokjin sintió que con sola esa imagen podía llegar al clímax. Lentamente se desabrocho su camisa y la lanzó sin ningún cuidado al piso.
Tomó del cabello a Yoongi sin hacerle daño y reclamo sus labios con desesperación.
El suave camison estaba a la mitad de su espalda y era la única prenda que se podía distinguir de ambos cuerpos.
—Quiero hacerlo aquí...
Seokjin sonrió travieso pero asintió, cualquier lugar era bueno siempre y cuando estuviera con Yoongi.
La habitación fue llenada por las pieles sudadas chocando, jadeos y gemidos.
Yoongi mantenía su mano entrelazada a la de su amado.
—Eres mío Yoongi...— Susurró contra el hombro del menor. Embistió más fuerte mientras Yoongi lo besaba y apretaba sus hombros.
Seokjin sintió el clímax llegar y de inmediato entrelazo su mano con la de Yoongi.
Sudados y con la respiración errática se miraban con todo el amor del mundo. Yoongi acarició la cara de Seokjin como si fuera de porcelana, Seokjin tomó su mano y beso sus nudillos.
Sólo era el principio de una maravillosa historia.
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Y esto es todo de mi parte.
Gracias por su amor y apoyo duraznitos.
Estaré creando OS así que díganme de que Ships de Bangtan les gustaría. uwu
