Capítulo 15.- Funeral

1 0 0
                                    

En el agua se formaban ondas que distorsionaban mi nueva apariencia, sin embargo se apreciaba claramente mi nuevo aspecto. En mi mente no escuchaba voz alguna pero podía saber y sentir lo mismo que Aki, nos habíamos unido y ahora eramos uno solo, mis ojos despertaron desde lo profundo de mi ser para que pudiera juntarme con mi compañero al igual que Hebi y Yuu, se había presentado ante mi el verdadero poder de un capa roja.

Observé como todos me miraban, Yuu y Hina tenían una expresión de asombro mientras que en Hebi había desaparecido por primera vez su sonrisa, Kaito seguía en el suelo y era el único que estaba sonriendo, casi se podría decir que carcajeaba. Hiro se notaba desorientado ante mi figura pero al mirarlo también esbozó una ligera sonrisa que después apartó para seguir vendando las heridas de Hitoshi.

Bajé la mirada esperando que Midori no siguiera ahí tendida pero fue todo lo contrario, sus ojos apagados seguían viéndome y un escalofrío puso mi piel erizada. Entonces me elevé por los aires con mis alas y entendí que Aki sabía también lo que sentía, ambos queríamos  vengar a mi amiga y en un movimiento rápido estampamos contra las rocas a Hebi y Hina con mis manos entre sus cuellos, sentía tanta satisfacción al verlos sufrir que no me di cuenta cuando Meri había llegado al lugar. Escuchaba como me gritaba que parara y que no los asesinara pero simplemente no podía dejar de hacerlo porque la ira me controlaba.

- ¡Te he dicho que pares! 

Pronunció fuertemente y su compañero, un ave blanca gigantesca, nos empujó con su pico y caí al suelo soltando a mis dos rivales. Volví en razón y miré como ambos trataban de levantarse del suelo respirando difícilmente, entonces comencé a llorar cuando subordinados Aomu cubrían con una manta el cuerpo de Midori, comencé a iluminarme y después volví a tener mi cuerpo y Aki el suyo.

- Madre que bueno que estás aquí, Takashi perdió el control como todos los traidores capa roja y comenzó a atacarme - decía la estúpida de Hina de rodillas ante Meri.

- He visto en lo que te has convertido ¡No mereces volver a Niyool! - y de una bofetada la devolvió al suelo.

Los Aomu estaban a punto de llevarse a Hebi y Hina pero Yuu velozmente se interpuso.

- Te lo advierto Takashi, te estoy dando una ultima oportunidad para que regreses a nuestro clan antes del eclipse o de no ser así usaremos el anillo para controlar a Aki... y tu mundo. Cumple tu promesa y regresa conmigo.

Dijo Yuu entre dientes, entonces Hebi soltó una risa y los tres desaparecieron.

                                                                                        ...

El escenario era fúnebre, Kaito, Dai, Hitoshi y Hiro caminaban lentamente sobre el camposanto cargando sobre sus hombros el ataúd en donde Midori descansaba, Meri iba delante de ellos con evidentes lágrimas corriendo sobre sus mejillas y yo detrás de todos deseando que todo fuera una pesadilla.

Habían pasado ya dos días desde que me habían arrebatado a mi mejor amiga, lamentaba tanto el no haberla ayudado cuando más me necesitó y que ella siempre estuvo ahí cuando yo ocupaba apoyo, siempre quedará en mi mente sus ojos perdidos cuando Hina le quitó la vida y el polvo de Sama que se fue volando con el viento. Hitoshi y Dai afortunadamente se recuperaron rápido de sus lesiones y Meri me agradeció el haber protegido a su hijo y mis demás compañeros, pero al mismo tiempo lloraba la traición y destierro de su hija, así como la muerte de la única Oremu.

Mientras el féretro bajaba al pozo, pensaba en como nuestro grupo se había reducido a 5 integrantes cuando antes éramos 7, imaginaba lo contenta que hubiera estado Midori al verme en batalla... pero ahora solamente deseaba volver a tener frente a frente a Hina y poder vengar a la única amiga que tenía. Al terminar el funeral regresamos al castillo de Niyool en donde Meri nos atendería para darnos instrucciones, mientras esperábamos en el jardín con el cielo nublado, a lo lejos se apreciaba un Dai distante mirando pensativamente el pequeño arroyuelo que corría sobre un costado de la edificación. En realidad no tenía nada en contra de él, sabía que Yuu no era completamente su hermano pero aún así el lo quería como si lo fuera, no entendía como ellos estaban relacionados pero decidí acercarme a él para poder consolarlo un poco. 

- Yuu no era mi hermano - comenzó a decir apenas llegué, como si hubiea leído mi mente - tranquila, soy un Kiimu y podemos intuir lo que otras personas sienten - di un suspiro de alivio.

- Lo siento, es solo que todavía hay dudas que no he podido resolver - dije algo avergonzada.

- Lo sé, descuida - sonrió levemente - tu sabes que Kaito fue desterrado de los capa roja, pero con Yuu fue diferente - miró hacía el agua - con el pasar de los años apareció en tu mundo y se hizo famoso como empresario, mi padre y él se conocieron en un evento y entablaron una muy buena relación que llegó a adoptarlo para que fuera el heredero de LIGHT, ya que mi sueño era ser ilustrador y no el dueño de la empresa familiar. En ese entonces mi padre no sabía que era el hijo mayor Kuro Ronin, el hermano de Hebi y quien intentó conquistar Niyool, pero cuando Meri se enteró obligó a mi padre eliminarlo, sin embargo él le rogó que aceptara que fuera de nuestra familia en tu mundo ya que no tenía indicios de ser como Ronin o Hebi. La reina aceptó con la condición de que al primer indicio no tendríamos piedad contra él y así fue como llegó a ser mi hermano.

- Pero ¿A caso tu no sospechabas de sus planes? - dije algo molesta.

- Nunca, aún que no me creas él siempre fue bueno conmigo y nuestra relación era de buenos hermanos.

- ¿Y Kaito? ¿No se opuso a que fuera parte de tu familia?

- No me opuse - giré rápidamente a mis espaldas y ahí estaba él, seguramente había escuchado toda nuestra conversación - Yuu es mi hermanastro, ambos tenemos al mismo padre pero Hanae y yo somos de otra madre, siempre me trató como basura a pesar de los esfuerzos que hacía para llevarme bien con él, al final me quitó todo y hasta este día quiere seguir haciéndolo.

- Te trató como lo que eres, una decepción para los capa roja, dejaste morir a tu hermana, a Midori y defraudaste a Hina con Takashi - dijo Dai entre murmureos.

Un puño pasó muy cerca de mi quien me encontraba entre los dos, en un parpadeo Kaito estaba ya en cima de Dai preparando su mano para volver a chocarla con el rostro del otro.

- ¡No vuelvas a pronunciar a Hanae! y si tanto te importaba Hina ¡¿Por qué no la detuviste?! ¡Ah! ya recordé... tu hermanito te mandó a dormir antes de que pudieras dar un paso.

- ¡Alto! - grité y en ese instante Hiro y Hitoshi llegaron para separarlos e incorporarse - ¡Basta! esto no es lo que hubiera querido Midori - dije con un nudo en la garganta - volvamos al castillo y averigüemos cuál es el siguiente paso, todos hemos sufrido y perdido a alguien, en vez de pelear debemos unirnos y buscar la forma de detener a los capa roja.

- No tengo nada en contra tuya Takashi - dijo Dai - pero no olvido que también tienes la sangre de este imbécil - señaló a Kaito y se fue caminando rápidamente hacia el castillo.

- ¡Ash! - suspiró Hitoshi con las manos sobre Kaito- ese idiota de Dai no puede dejar de hablar.

- Volvamos adentro - dijo Hiro - Meri ya quiere vernos.

Los dos se adelantaron mientras Kaito y yo íbamos unos pasos atrás.

- ¿Te encuentras bien? - le pregunté.

- No me hizo daño, si a eso te refieres...

Desde hace dos días no nos habíamos reunido de nuevo en Niyool, durante ese tiempo estuve profundamente deprimida por haber dejado ir a Midori, sin embargo otra cosa que no podía sacarme de la cabeza era el hecho de que Kaito sonriera al verme fusionada con Aki, por lo que decidí preguntarle sobre eso.

- Kaito - tomé su brazo para que se detuviera - necesito preguntarte algo, tu... cuando me fusioné con Aki estabas feliz, ¿Por qué tuviste esa reacción? 

- Yo... - su blanca piel se ruborizó, al parecer no esperaba mi pregunta - me alegré de ver que despertaras tus ojos, algo que yo nunca pude hacer - apenado miraba a otro lado - y me alegró saber que alguien que yo apreció desde pequeño volviera a estar a mi lado... Midori estaría orgullosa de ti.

Esboce una sonrisa que se fue convirtiendo en carcajadas y finalmente en llanto, caí al piso cansada con mis manos cubriendo mi rostro, Kaito se hincó a un lado mío y escuché como asustado me preguntaba qué era lo que me pasaba. Solamente podía pensar en lo enojada que estaba de que mi amiga estuviera siendo devorada por gusanos en vez de estar aquí las dos juntas y felices, felices después de haberle contado que me había enamorado de Kaito.

                                                                                                   ...



Cayendo a las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora