Capítulo 10.- Compromiso

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La taza de té resbaló de entre mis dedos y cayó rodando sobre la duela del salón, el liquido aún caliente avanzó hasta mis pies humedeciendo las calcetas. Miraba a Kaito sin poder parpadear después de lo que acababa de decir, recordaba el momento en el que Hina me rescató y como íbamos dejando atrás a un ser con alas de plumas color blanco, intentaba ver algo más que su espalda pero no lograba recordarlo con claridad. Hitoshi quien seguía a mi lado se agachó rápidamente para recoger la taza y tomó su bufanda para secar el té que había derramado.

- ¡Oh! tenemos que quitarte esto Rin, o tendrás un resfriado - decía Midori para romper la tensión, reaccioné al ver mis pies empapados.

- Lo siento Midori, estoy muy apenada - logro decir y de inmediato me quito las calcetas.

- Descuida, en seguida te prestaré unas - dijo Midori con una dulce sonrisa - ¡Hina! ¡Dai! ¿Por qué no me ayudan con la cena? - gritaba desde la cocina y estos dos la siguieron haciendo mueca de sufrimiento.

Hitoshi se dirigió al tocador para poder secar mejor su bufanda que estaba goteando, a pesar de mirar el suelo por lo apenada que estaba me di cuenta que Hiro le hacía una seña a Kaito para salir al patio y evitar ese silencio abrumador, les quería evitar la molestia de tener que retirarse así que salí a toda prisa hacia el patio. La nevada se había calmado pero el frío era intenso, me senté en una roca cercana al estanque para poder pensar mejor observando los peces pero el crujir de la madera me distrajo y voltee a mis espaldas para mirar de donde provenía, recargado en el marco de la puerta estaba Kaito mirándome con sus profundos ojos negros, en realidad eran hermosos.

- Es mejor que entres o te congelaras aquí afuera, yo estoy bien - volví a girarme, en realidad lo dije para que me dejara en paz.

- Eres una idiota si piensas que me preocupas - caminó hacia donde me encontraba - ese es tu problema, te comportas igual que una niña creyendo que todo gira en torno tuyo y haciendo desplantes para llamar la atención...

Me levanté rápidamente y sin poder controlar mi cuerpo lo interrumpí dándole una bofetada para dejar de escuchar todas esas tonterías. Su cabeza dio un giro y su cabellera obscura le cubrió el rostro, ocultando mis dedos marcados en la piel pálida de su mejilla.

- ¡¿Tu qué sabes de mi?! ¡Todos se comportan como si supieran por lo que he pasado! - se me quebraba la voz del coraje que me había provocado, sentía tantas ganas de salir corriendo.

- Lo peor de todo es que es cierto... todo gira en torno tuyo ¡Tu tienes la culpa de todo! - Kaito me miraba con rabia.

- ¡Kaito! - gritaba Hiro desde la puerta, en donde todos los demás se encontraban observando la pelea - detente, debemos entrar y planear nuestra estrategia.

- ¡Vete a la mierda Hiro! ellos tienen a Aki y sin su inútil compañera estamos perdidos - decía señalándome - gracias Takashi...

Pateó la nieve acumulada y después subió a su auto para irse a toda velocidad.

- Pff ese idiota, mejor démonos prisa y empecemos sin él antes de perder más tiempo - decía Dai regresando al interior de la casa, ignorando el espectáculo.

Midori y Hiro me animaron para regresar a la casa y hablar sobre el tema. Dentro nos sentamos para tomar la cena de la cual no pude probar bocado alguno, sentía la mirada de Hina quien en toda la noche se había mantenido muy callada. Nos relajamos en la sala en donde Hiro tomó la palabra.

- Estamos reunidos esta noche para tomar estrategias referentes a Aki, debemos tratar a toda costa de evitar conflictos entre nosotros ya que ahora más que nunca debemos estar unidos por el bien de nuestros mundos. Takashi Rin como ya te lo habrá dicho nuestra reina, te hablaremos del problema al que nos enfrentamos y después tendrás que darle una respuesta a Miyoshiki Meri - lanzó una mirada a Hitoshi para que hablara.

Cayendo a las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora