Todas las ventanas del castillo lucían empañadas, con la manga de mi vestido limpié el cristal y pude hacer hueco que me permitía mirar el exterior, me preguntaba qué sentimientos le provocaban a Hanae el tener esa hermosa vista desde su habitación.
Las ramas de los árboles acumulaban los copos que apenas comenzaban a caer, en la cima del pino más alto se encontraba Aki contemplando más allá de las montañas, de alguna manera sabía que que él también presentía lo que ocurriría el día de mañana y estando allá arriba, alejado de todos y todo, era el único lugar en el que podía concentrarse en cada movimiento que tenemos que hacer.
- ¿Están seguros de que quieren hacer esto? - preguntó Meri, que acomodaba los últimos detalles de mi vestido blanco con encajes color vino.
- Si, mañana es el eclipse y Kaito y yo no queremos estar más tiempo separados, desde niños nuestros mundos nos mantuvieron alejados pero ahora que nos reencontramos no lo dejaremos pasar, además... nadie sabe que pasará mañana.
- No deberían pensar así, han trabajado tan duro estos meses y yo se el potencial que tienen los guerreros de Niyool, además a Midori no le gustaría verlos así y en especial a ti.
- Me gustaría que estuviera aquí - me invadía una profunda tristeza el hecho de que no estuviera en este día tan importante para mi.
- Ella estaría orgullosa de todos ustedes - sonrió Meri y tomó mis manos - vamos, no hay que hacerlo esperar, seguramente él también está tan nervioso como tu.
Le devolví la sonrisa tragándome el nudo que se me había formado en la garganta para evitar llorar. Bajamos las escaleras con unas chicas ayudándome con el vestido y escoltadas por jóvenes Aomu, mientras pisaba los estrechos peldaños recodaba el primer día que había caminado sobre ellos y como todas esas dudas invadían mi cabeza, dudas que hoy tengo más que claras. Los pasillos ahora parecían más cortos, durante los últimos meses los recorrí tan constantemente que podría decir el número de antorchas que los iluminaban, después de pasar por ellos por primera vez encadenada, ahora puedo caminar sobre los mismos hasta altas horas de la noche.
Llegamos frente a las puertas que daban a la sala en donde meses antes querían juzgarme a muerte, parada ahí no pude evitar derramar una lágrima y dar un enorme suspiro al saber todo lo que había tenido que pasar para estar aquí, me había convertido en una ilustradora en la prestigiosa LIGHT y ahora estaba a a escasos minutos de pasar el resto de mi vida con el hombre que siempre amé.
Las puertas se abrieron de par en par, mis amigos y todos los aldeanos estaban presentes y felices al verme entrar lentamente, una sensación electrizante recorrió mi piel al ver al fondo a Kaito en un traje negro esperando con notable nerviosismo mi llegada. Dando pequeños pasos avancé sobre la alfombra negra que adornaba el camino, extrañamente empecé a sentir que el camino era cada vez más largo y literalmente mi cuerpo pesaba más, levanté la mirada para ver a Kaito y vi como su sonrisa se empezaba a desvanecer convirtiéndose en una mueca digna de una película de terror, sentí una punzada en mi brazo derecho que hizo que dejara caer el ramo de rosas que llevaba en mis manos, miré a esa dirección y una persona con capucha me tomaba fuertemente hasta que una joven de mis escoltas se abalanzó sobre ella retirándole la capa y dejando ver su rostro, en el suelo yacía Hina con mechones de su rubia melena alborotados entre su macabra sonrisa, igual a la de Hebi. No pude mantenerme de pié por más tiempo y caí estrepitosamente al suelo, con la poca fuerza que aún me quedaba logré quitarme la espina que me había clavado Hina y que seguramente tenía el veneno que me provocaba sentirme así, extendí los brazos hacia Kaito que venía corriendo hasta donde estaba pero se me empezó a nublar la vista y en un instante todo era oscuridad.
- Ven, tenemos que decirte algo muy importante - la suave voz de Taro me susurraba.
- ¿Taro? ¿Es un trance o ya me han asesinado? - comencé a llorar al no soportar la idea de haber abandonado a Kaito.
- No te han asesinado, los escoltas te han llevado a un lugar seguro pero... los capa roja se han adelantado y han comenzado ya la guerra - dijo Meri - por suerte los Midomu te están atendiendo y te han dado la poción que puede contrarrestar el efecto del veneno que te ha dado Hina - se detuvo un momento y suspiró - en unos momentos más podrás regresar a la batalla, mientras tanto debemos planear nuestro ataque.
- Eres la única esperanza para salvar Niyool, Rin - pronunció Yoshi quien se encontraba a un lado de Taro - tienes que ser veloz pero también cautelosa.
- ¿Cuál es el plan? - pregunté nerviosa, ya no sabía qué esperar del anciano.
- Tendrás que adentrarte al bosque y encontrar la piedra sagrada, aquella en donde Kaito te pidió matrimonio - recordé el lugar y los signos que tenía tallados - cuando logres dar con ella tienes que encontrar la figura que tiene la misma forma que el medallón que te dio Karim - apuntó a mi pecho de donde colgaba el dije de la abuela - y ponerlo en cima, eso provocará el reinicio.
- ¿El reinicio? ¿qué significa eso?
- Significa que todos nuestros compañeros desaparecerán y solo los de corazón puro podrán renacer dentro de un mes - mi corazón dio un vuelco cuando Meri dijo eso - de esta manera sabemos que ellos quedarán indefensos y podremos derrotarlos o al menos retenerlos hasta que el eclipse acabe.
- Haré cualquier cosa para detenerlos, aún si Aki y yo somos separados durante un mes, sé que él tiene un corazón puro y podrá renacer - dije segura.
- Pero hay algo más que debes saber... - interrumpió Yoshi - cuando dejes el medallón en la roca, tus recuerdos serán borrados y serás enviada de vuelta a tu mundo, es el mayor sacrificio de quien lo porta...
De nuevo me preguntaba ¿Por qué yo?, todo iba perfecto y ahora tengo que olvidarme de todo si quiero salvar a Niyool y toda su gente...
Me puse de rodillas frente a Yoshi, Meri y Taro, los tres me observaban como a un perrito indefenso mientras les suplicaba con lágrimas recorriendo mis mejillas que me dieran una alternativa para no deshacerme de mis recuerdos.
- Lo siento Rin, no hay nada más que podamos hacer ... -Meri me tomó de las manos - tienes que decidir entre salvar a todos y olvidarte de este mundo o que todos, incluyendo las personas de tu mundo, seamos asesinados...
Esta era tal vez la mayor decisión de mi vida...
...
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Cayendo a las nubes
Fantasy¿Has sentido la necesidad de huir de tu origen para cumplir tus sueños? pero, ¿Qué harías si en el camino te encuentras con obstáculos fuera de este mundo? Rin, una chica de 24 años, se ve inmersa en un lío que la persigue desde hace algún tiempo y...