Cada uno tomó una de las antorchas que se ubicaban a nuestro costado izquierdo, formamos una fila frente a la reina quien se encontraba leyendo un gran y viejo libro posado en una mesa, pronunciaba palabras y sonidos extraños que invocaban energías de los antiguos dioses. Pasados unos minutos fue llamando a cada uno de mis compañeros los cuales caminaban al frente para después aceptar defender este mundo y finalmente sellar su juramento lanzando la antorcha a la enorme fogata ubicada atrás de Miyoshiki y protegida por su enorme ave.
- Itoshi Dai, representante del clan Kiimu, juro proteger a Niyool con mi vida... aún si eso significa asesinar a Yuu.
Dijo Dai al momento de arrojar al fuego el trozo de madera, regresó a su lugar y todo mundo comenzó a murmurar, era mi turno y la única que faltaba de hacer su juramento. Caminé lentamente con pasos temblorosos en dirección a la fogata mientras escuchaba en el fondo como la multitud juzgaban el que yo estuviera ahí, oía frases como "no lo hará" o "nos traicionará" y sorprendentemente no estaban muy lejos de lo que yo pensaba. Pase justo en frente de Kaito y levanté la mirada esperando cruzarme con la suya, pero tenía la vista perdida en la obscuridad del bosque.
- Takashi Rin, jura ante los dioses entregar tu vida para salvar nuestros mundos - ordenó Meri.
Me quedé parada justo en frente del gran fuego, esperando pronunciar alguna palabra de las que ellos esperaban escuchar, pero en cambio mi mano comenzó a temblar y la respiración comenzó a acelerarse, no sabía que decir y empezaba a entrar en pánico.
- ¿Takashi?... di tu juramento - murmuraba Hiro a unos cuantos pasos a mi derecha.
- Ju-juro proteger con mi vida este mundo y el mío, a toda costa - al fin pude pronunciarlo, aún que no convencida del todo.
Tiré la antorcha y una llamarada alcanzó casi los dos metros, los aldeanos comenzaron a aplaudir y gritar efusivamente después de que todos prometiéramos protegerlos, Meri dijo unas últimas palabras para concluir la ceremonia y comenzó la celebración. Todo era baile, comida y fuegos artificiales, mientras tanto yo me alejé de la multitud y opté por solo observarlos sentada a lo lejos, mis compañeros reían y disfrutaban la fiesta al máximo pero yo simplemente no podía parar de pensar en la guerra que estaba por venir.
- Si piensas mucho no podrás concentrarte en el entrenamiento - dijo Kaito, quien estaba parado a mi derecha ofreciéndome una copa, la tomé y se sentó junto a mi.
- Es difícil pensar que en unos meses estaremos en batalla, que habrá muertes... y que quizá pueda perderlos al igual que Midori, no quiero morir pero tampoco quiero abandonarlos en el matadero, no pienso quedarme sin hacer nada como lo hice con mi amiga - tomé un sorbo de la copa, era una buena cerveza que totalmente me hacía falta.
- Sé que es complicado pero así ha sido nuestra vida desde que este mundo y el tuyo fueron separados, lo mejor es esforzarse para lograr que al menos Niyool esté en paz.
Nos quedamos un momento en silencio, mirando lo divertidos que estaban Hitoshi y Dai derramando cerveza en sus cabezas mientras que Hiro trataba de mantener el orden.
- ¿Te has preguntado qué harías si llegas a estar frente a Yuu? después de todo tienen la misma sangre - pregunté.
- Desde que me desterraron me lo he preguntado, aún que ambos trabajamos en LIGHT, Meri me prohibió tener contacto con él y más en tu mundo ya que podríamos desatar una batalla y eso empeoraría las cosas. He tratado todos estos años mantenerme al margen pero no sé que pasará el día que volvamos a estar frente a frente, tu misma viste lo que pasó la última vez - recordé cuando lo vi tirado mientras me fusionaba con Aki - por ahora solo pienso en entrenar muy duro...
ESTÁS LEYENDO
Cayendo a las nubes
Fantasy¿Has sentido la necesidad de huir de tu origen para cumplir tus sueños? pero, ¿Qué harías si en el camino te encuentras con obstáculos fuera de este mundo? Rin, una chica de 24 años, se ve inmersa en un lío que la persigue desde hace algún tiempo y...