-¡sky! ¡Anda! ¡Levántate!- gritó mi hermana al entrar a mi habitación.
Ella, es mi única hermana menor. Y comprobarán que con una, es más que suficiente.
Es una bellísima adolescente, de cabello castaño hasta un poco más allá de los hombros. De ojos marrones, piel blanca. De gustos... peculiares.-¿mmmmm...? - me queje dando vueltas en la cama.
No quería despertarme. Deseaba poder dormir todo el día.
-Papá, dijo que me llevarás al colegio.Él está muy ocupado- explicó.
-Toma el autobús- respondi boca abajo.
-¡Vamos sky! ¡Sabes que no puedo llegar al colegio en un autobús!-negó- ¿Qué dirán todos mis compañeros?- preguntó - ¡Ya se! ¡El padre de Alice se volvió pobre!-
Mi hermana es una persona que se caracteriza por cuidar demasiado si imagen. Le importa mucho lo que las demás personas piensen de ella, ya que siempre fue el centro de atención.
En el colegio, es una de las chicas más populares. Porrista. Y por ende, tiene a millones de pretendientes. Una que otra vez la he visto salir con algunos de ellos, pero sus relaciones no perduran por demasiado tiempo. Se cansa de ellos, y pasa a la siguiente página.
Tiene diecisiete años, y por suerte, éste es su último año de secundaria.- ¡Sky! ¡Te dormiste!- me sacudió.
-¡Ay! ¡ya me levantó!!- abrí los ojos -Ves..... estoy despierta- señalé mi cara.
-No tardes. No quiero que el profesor de historia me regañe..- ordenó saliendo de mi habitación.
¿Qué he echo? ¿Por qué la vida es tan cruel?. Sólo quería dormir cinco minutos más....
A duras penas me levanté de la cama. Odiaba empezar todas mis mañanas con la voz chillona de mi hermana menor exigiéndome que sea su chófer personal.
Ingresé directo al baño, dándome una ducha de agua tibia.
Me vestí con un pantalón blanco, una camisa azul y una chaqueta blanca que había escogido la noche anterior de mi delicado y costoso guardarropas.
Terminé por darle los últimos toques a mi outfit mientras observaba mi reflejo en el espejo. Allí estaba yo. Una chica de apenas veinticuatro años de edad. De cabello rubio. Mi rostro apenas bronceado resaltaban aquellas pequeñas ojeras a causa de la falta de sueño.
No me consideraba demasiado alta, pero tampoco soy baja. Tenía un buen cuerpo gracias a la ayuda de mi madre. Ella siempre fue muy cuidadosa con las comidas. Incluso con la rutina facial.Corrí la cortinas de mi habitación, para que ingresé algo de luz. La misma se encuentra en el segundo piso de la casa.
Y tras tomar un par de cosas, bajé a desayunar.Alice debe de estar echando espuma por la boca.
-Buenos días- saludó mi madre esbozando una dulce sonrisa desde la cocina.
Todas sus mañana deben de ser pacíficas y perfectas. Nunca la he visto de humor. ¿Cómo lo hace?. ¡Qué envidia!.
Mi mamá, es una amante empedernida de la cocina. Así que por más que os tengáis todo el dinero del mundo, ella misma se encarga de cocinar para nosotras. Parece de otro mundo. Ya que la mayoría de las mujeres de su posición, solo se preocupan por verse bien en el espejo.
Ya saben a lo que me refiero....
Su nombre es Susan. Es rubia, al igual que yo. Tiene un increíble cuerpo, tanto así, que cuando tenga su edad quiero tener ese cuerpo. ¿Vida?, no seas tan injusta conmigo.
Ella, para variar, es una importante diseñadora de moda. De las mejores.
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ENSEÑAME A AMAR ✔️
Fiksi Remaja¿Ella?, ella pertenece a una clase privilegiada. Tiene todo lo que necesita e incluso más. Es de carácter fuerte, decidida y siempre consigue lo que quiere. Por más que eso implique sobrepasar a los demás. ¿Él?, él lo perdió todo cuando de niño huyó...