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"¿Para qué lado se inclina más la verdad?"
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-Eren-
La noche era fría, solo un testigo de mis solitarios pasos sobre la carretera, no dude en mirar hacía el cielo tan inmenso, tan oscuro, tan parecido al olvido, lo que me recordó a una atadura, principalmente a ser atrapado en una jaula que parecía ser más que algo invisible.
No era la primera vez que manejaba una situación así, disturbios y peleas en las que podría envolverme una noche cualquiera, donde los golpes iban y venían sin ningún remordimiento.
Si, mi rostro está en tan mal estado y se que no puedo quejarme de eso.
Ni siquiera yo mismo entendía el problema, o más bien yo era el problema, sin embargo nada se detenía, como días y noches que simplemente tomaban su curso sin importar cuanto quisieras cambiarlo.
"Siempre habrá un lugar para ti, Eren"
Por supuesto podría volver a eso.
Podría volver a cualquier otro lugar posible, mientras no fuera mi casa. Ahí solo iba a encontrar más problemas, y estoy seguro de no querer más problemas por ahora, ya tenía los suficientes como para sobrellevar otros más.
Tengo mis razones...
Los padres son demasiado difíciles, aunque digan que te aman y solo se preocupan por ti, a veces hacen tan profundamente las cosas que no se dan cuenta de lo malo que puede ser.
Mis padres son ese tipo de persona, muchas veces demasiado exigentes para mi propio gusto.
Sin embargo ahora solo estoy caminando sin un rumbo, queriendo volver al encuentro de partida y arreglar todas las cosas que siguen descompuestas, no solo en mi vida si no en la otra parte receptora.
