"Aquel día lo ví, en mis sueños, y me reparo, casi me susurro la verdad detrás de su partida y que algún día volverá como vuelve el amor, como vuelve un muro de espinas a florecer. Y que atraviesan las esperanzas noche tras noche."
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Armin no sabia por cuanto tiempo seguía frecuentando a Judge en la biblioteca, pero es que esa voz misteriosa y llamativa lo atraía de una manera inexplicable. El rubio empezaba a creer en la brujería porque este sentimiento que de la nada se asentaba en su pecho lo hacía pensar que estaba viviendo una vida que no le pertenecía pero que se sentía realmente en ese momento alagado en cierta parte de vivir.
Sus cabellos se movían al ritmo del viento que le soplaba en la cara a su lado un chico alto y moreno con cabellos largos haciéndole una grata compañía y quien lo diría parecían almas gemelas destinadas a encontrarse en algún punto de la vida.
—Pero no lo se Armin, soñar es tan extraño—Judge lo mira con esa sonrisa amable.
Y Armin le devuelve la sonrisa con alegria.
—¿Por qué lo dices Judge?—Armin se ríe suavemente sus cabellos le cubren la cara cuando el viento empieza aumentar más.
El más alto se detiene, sus ojos brillando con intensidad.
—Verás Armin cuando era niño soñé una vez con un muro de flores muy alto en el que estaba atrapado, en mi sueño era incapaz de cruzarlo sin importar que hiciera y no tiene sentido porque eran simples flores ¿por qué no podía cruzar?
Armin se encoge de hombros sin saber que decir exactamente.
—Bueno en general los sueños son así, ninguno tiene sentido.
Judge observa a Armin y Armin también lo observa por unos minutos. Ambos se echan a reír a carcajadas sin saber porque.
Armin siente que tiene una nueva vida casi como si hubiese renacido nuevamente y es todo lo que necesita en ese momento.
Aunque se limita a sentir todo. Sus sentimientos no pueden ser más que de amistad porque sabe que al final la vida te falla y que nuevamente depender de algo no es lo que necesita ahora mismo.
"Los muros no nos separan, ni las flores, ni los cerezos."
—Nada tiene sentido—entonces murmura Judge mirando hacia la ventana abierta de la biblioteca casi divisando el cielo como si su alma perteneciera ahí.
Y era eso, lo que nadie sabía pero solo el sabía.
Armin asiente en acuerdo dejando el libro que trae en sus manos de lado.
Perder algo te hace una nueva persona, Armin lo sabía.
Que creció un poco más mentalmente.
Ambos se miran en silencio como si ya supieran lo que el otro desea.
