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"Lo perdí todo cuando te marchaste."
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一Armin, he completado algo pero一una sonrisa apareció en su rostro一hay algo más que quiero decirte一 seguían tomados de la mano, porque eso los hacía felices一no, espera一ahora su hermosa sonrisa pronto se convirtió en una risa estruendosa y alegre一 no es eso, quiero mostrarte algo, si definitivamente quiero mostrartelo.
Armin sonrió, complacido por la actitud del castaño, los gestos, y su hermosa risa casi melodiosa a sus oídos. Por la forma en que Eren estaba expresandose daba a notar que era algo importante, algo demasiado preciado. Y se sintió conmovido y aceptado por eso.
一Estoy ansioso por ver que es一su expresión desbordante de alegría.
Ambos salieron de casa de Armin, tomados de la mano, sonrientes por el gran mañana que asentaba sobre las aceras de la vacía carretera.
Y una vez que doblaron la esquina, el camino que debían tomar, siguieron recto y seguro por el inmenso bosque del lugar.
Era un bosque tranquilo, el viento paseaba por sobre las copas de los grandes árboles, los pinos se movían al compás del mismo, dando la entrada a pequeñas hojas que caían en su mayoría secas sobre la traba y piedra del camino.
一No es demasiado lejos de aquí一Eren soltó de pronto la mano de Armin, sus ojos por sobre encima de su cabeza一pero me gustaría cubrirte los ojos一se acerco y se posó frente a el con una sonrisa atrevida一es prácticamente una sorpresa.
Armin asintió en silencio, dándole entrada a la idea e intención de Eren de cubrirle los ojos, el castaño camino hacía atras de el y con sus grandes manos puestas sobre su rostro, cubrió sus ojos en su totalidad.
Lo llevó por el camino, a salvo en la seguridad que le brindaba de sobremanera.
一Eren一el castaño no se detuvo por el llamado del otro más sin embargo esperó paciente a que Armin continuará hablando一¿sabías qué en el mar hay mucha sal?
Eren casi se rió por esa pregunta, aunque no lo hizo, había algo sobre Armin que entendía. Cuando el rubio hacía algunas preguntas bastante obvias era porque estaba nervioso por algo y sentía la necesidad de aminorar su sistema nervioso de esa manera, aunque al final Armin terminaba haciéndole entender que eran más que todo preguntas mediocres.
