El plan de Helios

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- ¿Quién eres tú? -. Pregunto Jack, dirigiendo su espada hacia la enemiga.

-Soy Abrahel, gusto en conocerte, dulzura-. Le guiño el ojo a este.

Se mostró antes los ángeles, este demonio femenino era alta, sus ojos eran totalmente blancos, tenía una gran cabellera de color negro, unos cuernos de un tamaño mediano y sus alas con plumas negras.

La daga que había tirado se encontraba clavada en una pared al fondo de la sala, Abrahel extendió su mano e hizo que la daga se devolviera a gran velocidad, esta quería dar con su daga en la cabeza de Helios, pero Jack, percatándose de eso, se puso detrás de Helios y evadió la daga con su espada.

-Mmm... Buenos reflejos, cariño-. Levanto su dedo índice lo cual provoco que se levantara su daga y se devolviera a la su mano-. Pero si lo esquivan no tendrá ninguna gracia jugar con ustedes-. Limpio la sangre de la daga con su lengua.

-Que repugnante-. Exclamo Jack al observar como saboreaba la sangre de su amigo-. Bueno, Helios, acabemos con ella de una vez-. Toco el hombro de su compañero para que sacara su espada.

-Si, claro-. Retiro la espada de su espalda y la empuño con ambas manos-. Algo me dice que esto no será fácil-. Dijo mientras miraba fijamente al demonio femenino.

-Lo mismo pienso, pero si lo hacemos bien podremos derrotarlo con facilidad-. Arrastro su espada por el suelo y la puso en su hombro-. ¡Vamos! -. Corrió hacia Abrahel.

Ambos ángeles corrieron hacia Abrahel, hicieron un ataque cruzado que lo esquivo con gran facilidad la engendra, este pego un salto y alzo sus brazos, se cerraron un montón de dagas que cayeron en dirección a los ángeles, Jack atacaba consecutivamente evadiendo las dagas, Helios con un movimiento diagonal logro romper todas las dagas.

-Vaya, nada mal-. Les dio un aplauso por su logro-. Pero se tendrán que esforzar más que eso-. Lanzo las dos dagas que tenía en sus manos desde el inicio de la pelea.

Por poco lograron esquivar las dagas, Abrahel movió sus manos y las digas respondían al movimiento de sus dedos, Jack rodó al suelo para esquivar una que tenía al lado suyo, Helios contraatacaba dando con su espada a la daga, pero esta no caía, Jack alzo su espada y desplegó una energía de esta que se dirigió como viento cortante hasta Abrahel, logro hacerle un corte leve en el brazo izquierdo de Abrahel.

-Ah, bien hecho-. Dijo sin expresar dolor alguno-. Pero con esto no basta para matarme-. Con su dedo tomo un poco de su sangre y saboreo su propia sangre.

-No siente dolor, eso es raro-. Exclamo mirándola fijamente.

-Idiota, es un demonio, como esperas que siente dolor con un solo ataque-. Ladro Amon, en la cabeza de Jack.

-Ya, estabas tan bien calladito, hasta que apareciste-. Reclamo a Amon.

-Jack, tengo una idea-. Dirigió la palabra al moreno.

- ¿Qué idea tienes?-. Volteo la mirada hacia Helios y pudo apreciar un rostro serio.

-Hay una manera más fácil de avanzar y salvar a Sacmis, tu sigue avanzando, yo me encargare de ella-. Frunció el ceño.

- ¿De verdad esperas que te deje aquí con ella?-. Entre cerro los ojos, expresando que no lo convencía.

-La verdad no, pero tú eres el único que puede salvar a Sacmis-. Exclamo con una mueca en su rostro.

- ¿A qué viene ese comentario?-. Desmaterializo su espada y cruzo los brazos mientras lo miraba de re ojo.

-Nada importante, pero avanza, luego te alcanzare-. Se preparo para seguir peleando contra Abrahel.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora