La decisión de Jack

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Vassago al alzar su bastón llamo a unos demonios chicos, eran muchos los demonios, Helios disparo una flecha que llego al brazo izquierdo de Vassago, los demonios se lanzaron encima de Helios, Bianca ataco rápidamente con sus Sai, partiendo a los demonios la mitad, Vassago se estaba tocando el brazo, ya que le estaba sangrando, Bianca se paró delante de este y le hizo un corte desde el pecho hasta abajo, Helios cargo una gran flecha con su presión espiritual, la soltó y al impactar con Vassago.

-Bien jugado, niños-. Dijo Vassago mientras se iba desintegrando con una sonrisa.

-Descansa en paz, Vassago-. Exclamo Bianca mientras guardaba sus Sai.

Sacmis salto hacia Cancerbero, este seguía escupiendo fuego, evitando que Sacmis se lograra acercar, Sacmis aumento su presión espiritual e hizo aparecer un escudo, avanzo hacia Cancerbero y con el escudo evito el fuego mientras seguía acercándose, al estar cerca del canino, le clavo la espada en una de las tres cabezas.

-Bien, solo quedan dos-. Dijo mientras se elevaba con sus hermosas alas.

Cayo nuevamente hacia el perro, dio un golpe en una de las cabezas, dejándolo aturdido, clavo la espada en la segunda cabeza, ya solo quedaba la última para acabar con él. Cancerbero estaba furioso, salto hacia Sacmis y esta evito el ataque, Sacmis le lanzo el escudo, alzo su espada cargándola con su presión espiritual, su espada estaba envuelta por un fuego azul, cayo hacia Cancerbero para acabar con él, este expulso fuego de su boca, Sacmis puso su espada adelante y se podía apreciar como cortaba el fuego, llegando así a la última cabeza del perro, al dar con su ataque, lo partió a la mitad y Cancerbero se desintegro.

-Ahora solo hay que esperar a que Jack termine-. Miro hacia donde estaba combatiendo el joven ángel.

-Es mi idea o ¿cada vez pegas más fuerte?-. Exclamo mientras chocaban espada con espada.

-Jaja, estas en lo correcto-. Seguía atacando a Jack.

-Interesante, pero... ya me aburrí-. Desapareció de la vista de Amdusca.

Amdusca miro a los alrededores tratando de encontrar al ángel, de repente sintió algo que estaba tocando su cabeza, se dio cuenta que era una de las pistolas de Jack, se dio la vuelta lentamente mirando fijamente el cañón de la pistola, vio el rostro de Jack y este se encontraba serio, su ojo azul brillaba cada vez más, Amdusca estaba asustado.

-Descansa en paz, Amdusca-. Jalo del gatillo, volándole la cabeza a Amdusca con una sola bala, este se desintegro dejando caer su espada al suelo.

-Mmm... que gran espada-. La partió a la mitad con un golpe de su mano-. Pero no me sirve-. Se dirigió hacia sus hermanos guardando su pistola-. Ah, ya terminaron-. Se paro en frente de ellos.

-Te demoraste-. Exclamo Sacmis con los brazos cruzados.

-Perdón, estaba disfrutando la pelea-. Dijo con los brazos alzados.

-Ajá, si-. Lo miro fijamente.

-Dios mío esta niña-. Puso sus dos manos atrás de su cabeza y se retiró-. Ayuden a los demás, yo ayudare al mentor Samuel-. Desplegó sus alas y voló hacia Mammón.

-ok, vamos-. Avanzo hacia los otros demonios que quedaban.

Samuel seguía peleando contra Mammón, el demonio atacaba sin parar al ángel, Samuel no tenía más opción que responder a los ataques, ambos chocaban fuertemente sus espadas, creando fuertes ondas de viento, Jack se estaba acercando a Mammón, sacó su pistola y apunto a la mano de derecha del demonio, al destrozarle la mano soltó el hacha dejándola caer al suelo, este se arrancó la mano y se regenero nuevamente.

EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora